Crítica de Un caballero en Moscú por Lidia000
Redactada:
2024-09-05
Esta serie es una maravilla.
Tras estallar la revolución rusa la aristocracia es perseguida y nuestro protagonista, el conde Rostov es despojado de todas y cada una de sus pertenencias, además de su título, quedando confinado en una habitación de servicio de un lujoso hotel. No nos engañemos, Rostov ha tenido mucha suerte, otros no tienen tanta.
El hotel será su prisión pero la pequeña Nina, una huésped, consigue abrir una brecha en ella y le da esperanza, además de mucho más espacio, mientras ella se maravilla con las historias de princesas que Alexander Rostov le cuenta.
Como ya he dicho, esta serie es una maravilla, y se nota que está hecha con cariño, además Ewan McGregor es un pedazo de actor y es que queda muy bien en el papel de Rostov con la justa medida de saber estar y soberbia que te da una posición privilegiada con una educación desmedida.
Los escenarios no tienen gran relevancia y es que, a pesar de enseñarnos diferentes estancias del hotel estos se repiten con gran asiduidad, por lo que pierden su carácter original, algo lógico ya que nuestro protagonista no puede salir al exterior y esto hace que la serie se tenga que apoyar en el resto de elementos de la escena como son los actores, el vestuario o la propia historia. El único escenario que me ha desentonado y que le resta calidad a la serie ha sido el de la azotea, ahí hay algo que no funciona y queda extraño.
Me ha gustado mucho verla y me leeré el libro porque estoy segura de que hay mil detalles que se han pasado por alto.
Muy muy recomendada.
Tras estallar la revolución rusa la aristocracia es perseguida y nuestro protagonista, el conde Rostov es despojado de todas y cada una de sus pertenencias, además de su título, quedando confinado en una habitación de servicio de un lujoso hotel. No nos engañemos, Rostov ha tenido mucha suerte, otros no tienen tanta.
El hotel será su prisión pero la pequeña Nina, una huésped, consigue abrir una brecha en ella y le da esperanza, además de mucho más espacio, mientras ella se maravilla con las historias de princesas que Alexander Rostov le cuenta.
Como ya he dicho, esta serie es una maravilla, y se nota que está hecha con cariño, además Ewan McGregor es un pedazo de actor y es que queda muy bien en el papel de Rostov con la justa medida de saber estar y soberbia que te da una posición privilegiada con una educación desmedida.
Los escenarios no tienen gran relevancia y es que, a pesar de enseñarnos diferentes estancias del hotel estos se repiten con gran asiduidad, por lo que pierden su carácter original, algo lógico ya que nuestro protagonista no puede salir al exterior y esto hace que la serie se tenga que apoyar en el resto de elementos de la escena como son los actores, el vestuario o la propia historia. El único escenario que me ha desentonado y que le resta calidad a la serie ha sido el de la azotea, ahí hay algo que no funciona y queda extraño.
Me ha gustado mucho verla y me leeré el libro porque estoy segura de que hay mil detalles que se han pasado por alto.
Muy muy recomendada.
Guion
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Banda sonora
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Interpretación
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Efectos
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Ritmo
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Entretenimiento
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Complejidad
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Sentimiento
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Duracion
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Credibilidad
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Fotografía
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Dirección
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