Crítica de Según Philomena Cunk por MrPenguin

Decía Carl Sagan, en su libro 'The Demon-Haunted World', que no existen preguntas estúpidas, pero eso es porque nunca llegó a ser entrevistado por alguien como Philomena Cunk, presentadora del documental menos documentado de la historia y, al mismo tiempo, azote implacable de profesores, académicos y empollones en general. Un peculiar personaje tan lleno de inquietudes como desprovisto de vergüenza que en esta ocasión, y pese a su profundo desconocimiento de todo cuanto nos relata, se encargará de invitarnos a un breve pero intenso recorrido tanto por la historia de Reino Unido ('Cunk On Britain') como, a su vez, por la de la propia especie humana ('Cunk On Earth'). Todo un desfile de corrosivo humor británico, imprecisiones históricas y preguntas incómodas con el que nuestra irreverente reportera, desde la infinita confianza que le otorga el no tener ni la más remota idea de lo que está diciendo, nos embarcará en una delirante odisea divulgativa de la que, paradójicamente, saldremos sabiendo lo mismo —o incluso menos— que antes de comenzarla.

Obviamente no estamos ante un documental al uso, sino ante una ácida sátira donde Charlie Brooker, conocido por ser el creador de 'Black Mirror', saca a relucir su pluma más afilada a través de la mirada inquieta, abrasiva y tocapelotas de una Philomena que, en cierto modo, no es más que una niña grande que está descubriendo el mundo. Algo que, desde luego, no habría sido lo mismo sin la maravillosa Diane Morgan, toda una maestra en el noble arte de soltar burradas con total indiferencia, provocar incomodidad entre sus atónitos interlocutores y plantear una serie de cuestiones que, por muy tontas que puedan parecer a simple vista, también esconden algo de verdad. ¿Por qué los egipcios construyeron las pirámides de abajo hacia arriba y no al revés? ¿Es normal que Sócrates sea tan famoso aunque lleve años sin publicar nada? ¿Y que Jesucristo creara semejante culto con tan solo doce seguidores en Instagram? Si todas estas preguntas os quitan el sueño, contad con Philomena. No os dará la respuesta a ninguna de ellas, pero las risas, al menos, están aseguradas.