Crítica de Lexx por MartaPD

Redactada: 2025-01-15
A ver cómo os explico lo que es Lexx. Va a estar difícil. En principio es una space opera, pero concebida muy libremente, ya que eso es lo de menos. Es más bien una comedia de ciencia ficción con un humor hipersexual, tonterías, tramas que rozan lo ridículo y muy pocas ganas de tomarse en serio el género. Sus protagonistas son un asesino zombie reanimado de miles de años, una mujer condenada a ser esclava sexual y modificada para tener una libido altísima, y un trabajador cobarde perseguido por traición. También hay una cabeza de robot que es un personaje más, pero esto es más complicado de explicar. Los cuatro escapan en la nave más poderosa que se ha construido en cualquier universo: la nave Lexx, una creación con forma de bicho gigante pero que en realidad (deliberadamente) parece un enorme pene con sus testículos. Que esto no os extrañe, es habitual en toda la serie que muchas cosas tengan forma de polla o de coño porque este es el tono de Lexx a grandes rasgos.

Este es un resumen básico pero al principio de la serie también hay un gran imperio malvado y una profecía que le dan cierto trasfondo y consistencia a la trama. Su tono cómico contrasta con algunas escenas muy gore que dan un cariz muy satírico a la serie, al menos en las primeras dos temporadas. Las texturas pringosas y carnosas combinan bien con la historia, en una estética que se mueve casi entre el biopunk y el dieselpunk. Ninguno de los tres protas es un gran intérprete, las cosas como son, es una serie más bien cutre y limitada en sus recursos, pero sorprende encontrar la participación episódica de algún que otro actor muy relevante en el género, al menos en las más potentes 2 primeras temporadas.

La serie no se mantiene y es una pena. A pesar de que intenta conservar ese tono casi siempre de cachondeo y de humor totalmente idiota y masturbatorio, va perdiendo algunos de sus rasgos característicos a partir de la tercera temporada. En el momento en que aparece el personaje de Prince (al que le dan un protagonismo que no entiendo) la serie comienza a ir cuesta abajo y sin frenos hasta una cuarta que es casi dolorosa de ver por aburrida, infantiloide y sin gracia. Además, abandonan el regusto más gore del inicio y entran en una dinámica cíclica y repetitiva, volviendo a traer a personajes que en principio mueren o desaparecen pero regresan de una manera que se explica más bien regular.

Al final Lexx es una serie excéntrica e inclasificable, así que muere de la misma forma que empezó: sin saber muy bien lo que has visto. Una serie tan machista como curiosamente paródica en su hipersexualización del machismo, tan ridícula como brillantemente satírica en algunos de sus arcos y episodios. Si hubiesen sabido profundizar más en las tramas y los personajes (sin por eso dejar de lado su idiosincrasia desenfadada y absurda), el resultado hubiese sido mucho mejor. Termina por ser frustrante cómo los personajes casi no evolucionan ni maduran y están siempre en la misma casilla de salida, sin cambios; y cómo la serie se mete ella sola en una espiral de gilipolleces cada vez más sin sentido dejando de resultar entretenida para pasar a ser confusa e irritante. Merecen la pena las dos primeras temporadas, si tenéis curiosidad por conocer su personalidad bizarra, sexual y única. Uno de esos productos audiovisuales que una no entiende muy bien cómo recibieron la luz verde para emitirse.
Guion
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Banda sonora
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Interpretación
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Efectos
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Ritmo
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Entretenimiento
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Complejidad
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Sentimiento
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Duracion
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Credibilidad
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Fotografía
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Dirección
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