Crítica de La mujer en la pared por gjulo

El oscuro pasado de la Iglesia católica irlandesa está en el centro de esta serie. Decenas de niñas fueron explotadas, separadas de sus hijos con el pretexto de la reeducación en los "Asilos de las Magdalenas".
Nos encontramos con un puñado de estas víctimas traumatizadas, décadas después, en un pequeño pueblo irlandés. Cada una, a su manera y sobre todo como mejor puede, va asumiendo estos hechos del pasado. Algunas lo niegan, otras tienen un carácter fuerte y una agresividad latente, mientras que unas pocas han perdido el sentido de sí mismas como consecuencia de una depresión crónica. Pero todo el horror de aquella época resurge con el asesinato de un sacerdote y la determinación de una asociación de hacer justicia a estas madres. Nuestra heroína, Lorna, es víctima de lo que modestamente se denomina sonambulismo en estos reservados lugares del mundo. En realidad, sufre episodios psicóticos acentuados por un sueño que la elude. Ruth Wilson es perfecta para el papel de esta mujer cuya juventud ha sido saqueada y cuya descendencia le ha sido arrebatada al nacer. En cuanto a la trama, dos policías, uno local y el joven enviado desde Dublin, están al mando y, por supuesto, enfrentados entre sí. Pero su relación permite que esta tensa serie afloje un poco el ritmo. Los personajes secundarios, muy bien escritos, son una mera comparsa. Algunas de las escenas son magníficas, aunque algunos giros del guión eran de esperar, haciéndose legibles. Por último, algunos episodios de la confusión mental filmada de Lorna pueden resultar inquietantes al principio, sobre todo porque desdibujan la trama. Pero los creadores de esta serie han producido una obra difícil, interesante y apasionante. Un homenaje guionizado con éxito a las víctimas expiatorias de los "Asilos de las Magdalenas". “La Mujer en la Pared” es una serie que merece ser vista y recordada por su historia.