Crítica de El juego del calamar por Obscuritas

En su día iba a ser temporada única, por lo que hice la crítica de la serie en general, pero ahora sabemos que continúa no sólo con otra temporada, sino con otras dos, al menos por ahora. De todas formas, ya el final de esta primera nos dejó claro que tenían intención de continuar.

Aquí conocemos a un hombre que está dispuesto a hacer cualquier cosa para ganar algo de dinero y salir del hoyo en el que está metido y en realidad se ha metido él solito. Así que un hombre misterioso le invita a apuntarse a una competición con un jugoso premio en metálico, pero tendrá que enfrentarse a muchas otras personas en su misma situación, todos ellos con problemas económicos y muy poco que perder. La idea es que jueguen a típicos juegos infantiles para ir avanzando en la competición, pero lo que podría haber sido bastante sencillo y divertido, incluso para los perdedores, resulta ser realmente peligroso, ya que todos los que pierden terminan muriendo. Y mientras tanto también hay una investigación por parte de un policía.

La verdad es que los juegos son interesantes, y en muchos momentos hay bastante tensión por ver quiénes los superan y de qué manera, y porque no sabes qué te vas a encontrar a continuación. Es cierto que algunas cosas son bastante predecibles, incluso las grandes revelaciones de la temporada, pero en general es bastante entretenido todo y hasta divertido en algunas ocasiones. Sobre todo vemos hasta dónde está dispuesto a llegar el ser humano cuando no tiene nada que perder y cuando está desesperado, y también qué harían por sobrevivir, o si serían capaces de ser los culpables directos de la muerte de otra persona.

Como he dicho, la idea era que fuera temporada única, pero el dinero manda y de eso Netflix tiene mucho cuando algo le interesa y le produce beneficios, así que la última escena contradice lo que nos habían dicho hasta el momento, y la personalidad del protagonista, y todo para seguir explotando el fenómeno. Por suerte la segunda temporada ha llegado antes de lo que se la esperaba, también a base de billetes.