Redactada:
2020-11-03
Serie de ciencia ficción con muchísimo potencial pero tratada de forma nefasta y demasiado infravalorada. La idea de los "activos" es muy jugosa porque permite reflexionar sobre multitud de aspectos como la autonomía corporal, la esclavitud, qué nos hace humanos, la explotación sexual... Es cierto que la serie no tiene el suficiente recorrido para explorarlos (y tampoco sabemos si lo habría hecho) pero da pinceladas aquí y allá en una mezcla de thriller cyberpunk bastante entretenido.
La mayor pega es que es demasiado procedimental al principio (supongo que por exigencias de la cadena) y que lo interesante es la trama de fondo y no tanto los casos episódicos en los que implantan a Echo de una personalidad distinta para hacer algo concreto. Con el aviso de su cancelación la segunda temporada es una cuenta atrás de Whedon por tratar de explicar en una temporada lo que seguramente tenía pensado explicar en dos o tres más. Es de agradecer que consigue cerrar bastante bien dadas las circunstancias, aunque muchas cosas no le dé tiempo ni a tocarlas y se note que queda muy apresurado y apretujado, pero al menos no queda todo abierto por 20 frentes.
Dollhouse tiene los típicos tropos Whedon tanto para bien como para mal. Paul Ballard es un personaje infumable y muy arquetípico que va de héroe por la vida, pero Topher, por ejemplo, funciona muy bien y me encanta no saber por donde te va a salir Adelle ni cuáles son sus lealtades en muchos momentos de la trama. Una pena que se cancelase, también por Eliza Dushku que, si no estoy mal informada, fue la que tuvo la idea de la serie y se la contó a Whedon. Era seguramente el gran papel protagonista de su vida y se nota que está implicada aunque no sea la mejor actriz del mundo porque también ejerce de productora.
Creo que Dollhouse se merecía mejor suerte. Está lejos de ser perfecta pero en lo personal el tema que trata me gusta mucho y yo me lo he pasado muy bien viéndola. La recomendaría si te gusta la idea de los activos que plantea y el tema de la identidad basado en la autoconsciencia, al estilo de los androides.
La mayor pega es que es demasiado procedimental al principio (supongo que por exigencias de la cadena) y que lo interesante es la trama de fondo y no tanto los casos episódicos en los que implantan a Echo de una personalidad distinta para hacer algo concreto. Con el aviso de su cancelación la segunda temporada es una cuenta atrás de Whedon por tratar de explicar en una temporada lo que seguramente tenía pensado explicar en dos o tres más. Es de agradecer que consigue cerrar bastante bien dadas las circunstancias, aunque muchas cosas no le dé tiempo ni a tocarlas y se note que queda muy apresurado y apretujado, pero al menos no queda todo abierto por 20 frentes.
Dollhouse tiene los típicos tropos Whedon tanto para bien como para mal. Paul Ballard es un personaje infumable y muy arquetípico que va de héroe por la vida, pero Topher, por ejemplo, funciona muy bien y me encanta no saber por donde te va a salir Adelle ni cuáles son sus lealtades en muchos momentos de la trama. Una pena que se cancelase, también por Eliza Dushku que, si no estoy mal informada, fue la que tuvo la idea de la serie y se la contó a Whedon. Era seguramente el gran papel protagonista de su vida y se nota que está implicada aunque no sea la mejor actriz del mundo porque también ejerce de productora.
Creo que Dollhouse se merecía mejor suerte. Está lejos de ser perfecta pero en lo personal el tema que trata me gusta mucho y yo me lo he pasado muy bien viéndola. La recomendaría si te gusta la idea de los activos que plantea y el tema de la identidad basado en la autoconsciencia, al estilo de los androides.
Guion
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Banda sonora
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Interpretación
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Efectos
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Ritmo
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Entretenimiento
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Complejidad
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Sentimiento
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Duracion
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Credibilidad
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Fotografía
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Dirección
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