Crítica de Better Call Saul por cinefago78

Better Call Saul, creada por Vince Gilligan y Peter Gould, es una obra de arte televisiva que explora con maestría el personaje de Jimmy McGill, interpretado por el talentoso actor Bob Odenkirk. La serie, que es un spin-off de Breaking Bad, sigue la vida del abogado Jimmy McGill antes de convertirse en el famoso abogado Saul Goodman.

En términos de guion y dirección estamos ante un verdadero hito de la televisión, totalmente a la altura de su serie madre, en la que destaca la calidad de su narrativa, que es ingeniosa y compleja. La trama de la serie se desarrolla de manera lenta y cuidadosa y cada episodio se construye con una tensión y una precisión donde hasta el más mínimo detalle está cuidado al máximo. La serie es un estudio profundo de la psicología humana, y explora temas como la ambición, la traición, la lealtad y la moralidad.

Better Call Saul también se destaca por su capacidad para crear personajes complejos y bien desarrollados, contando cada uno con una personalidad muy bien definida y una historia y motivaciones con bastante profundidad, lo que hace que la serie sea muy atractiva y emocionante para el espectador. El personaje principal, Jimmy McGill, es uno de los más interesantes de la televisión (al menos que yo haya podido ver), y la actuación de Bob Odenkirk es simplemente impresionante.

A nivel técnico y visual, la dirección y la fotografía son excelentes, y la serie utiliza una gran variedad de técnicas cinematográficas para crear una atmósfera y una sensación únicas.

Indudablemente, una serie que definitivamente vale la pena ver y analizar, tanto para seguidores de Breaking Bad como para los que simplemente quieran ver una obra maestra (aunque recomiendo ver primero Breaking Bad por motivos obvios).