Crítica de Barry por JPQP

Redactada: 2023-11-14
Los finales son difíciles.

No hablo desde el punto de vista del consumidor, que debe despedirse de personajes que ha seguido (a veces durante años) y a los que ha cogido cariño (aunque también), sino desde el punto de vista de los creadores.

¿Cómo acabar una obra? Porque hay ciertas historias, como una trama policíaca, en la que el desenlace tiene un punto evidente (la resolución del caso), pero en obras que giran en torno a los personajes, como es el caso de Barry, ¿existe realmente algo llamado «final» o es simplemente un punto arbitrario en el que el creador decide poner en pausa su obra?

Si algo se ha podido ver con todos los revivals de series que han empezado a salir en los últimos años, mientras un personaje siga vivo ―ya que la muerte del actor, en caso de obras audiovisuales, ni siquiera es un impedimento para continuar la obra, como fue el caso de Spartacus y el fallecimiento de Andy Whitfield―, su historia se puede seguir contando. La muerte (del personaje) sí es un final definitivo, porque aunque puedan expandir el universo con algún spin-off, la historia del personaje solo se podrá contar si se hace una precuela.

Y Barry es precisamente una serie en la que la muerte de su protagonista sería natural: es una obra que empieza con un asesino a sueldo que quiere ser actor, pero que a lo largo de la serie sigue metido en los temas de asesinatos, así que sigue viviendo situaciones de peligro; pero aunque es un final lógico, ¿tiene sentido?

Si vamos viendo la evolución del personaje, en la que poco a poco este va cayendo en el abismo, aunque lógico, el matar al protagonista resulta el final más evidente, quitando todo atisbo de sorpresa, e incluso quedándonos en esta zona de confort, ¿a manos de quién debería morir? ¿De alguno de los otros personajes principales con los que mantiene vínculos íntimos? ¿De un personaje anónimo para plantear que al final del día es un sector en que cualquier golpe puede ser el último? ¿De la policía o de la mafia representando una masa amorfa de entes, casi una fuerza, simplemente existente para purgarle? Como dije, los finales son difíciles; pero antes del final, volvamos al comienzo.

La temporada empieza en el punto en que nos dejó la tercera, pero su trama acaba resultando muy extraña. No como la temporada que precede a esta que tenía elementos absurdos a nivel de historia, sino por la manera en la que se construye; la única forma de pensar en esta temporada como una trama decente, es considerar que en realidad esto son dos temporadas.

La mitad de temporada da un cambio abrupto en su trama, propio de las series de comienzos de siglo en sus mid-season finales, en los que en el parón que sufrían, dejaban un cliffhanger no tan potente como el de un final de temporada, pero bastante más que cualquiera de los demás episodios (además de tener un cierto giro en la trama para tomar otro rumbo); sin embargo hablamos de temporadas de veinte capítulos, aquí es una temporada de ocho que dividiéndola nos deja en dos temporadas de cuatro.

Con cuatro capítulos, la primera mitad de la temporada, aunque con grandes momentos no avanza nada en su trama principal; la segunda por su parte sí mueve sus piezas para dar lugar al final de la serie.

Si miras esto como una temporada continúa hay un cambio abrupto debido a lo que ocurre en el final del cuarto episodio, pero incluso si la miras como dos minitemporadas, el final de esa cuarta temporada A, es raro, se siente como si le falta algo, no se siente incompleta, porque los detalles se pulen en los cuatro episodios siguientes (lo que, siendo la misma temporada, no se siente como un retcon), pero deja un regusto extraño.

El final de la serie por su parte sí funciona y ha hecho que decidiera aumentar la nota que he dado a esta temporada, porque se podría ir a lo fácil y matar a Barry, lo cual además evita que en diez años tengamos que aguantar un Barry Reloaded o cualquier requel que intenten sacar, o dar a Barry un final feliz pero que como he dicho no es realmente un final.

Lo que hacen de manera muy inteligente es ambas. Barrry es asesinado por mr. Cousineau, que es el personaje más coherente para algo así porque no tenía las manos manchadas de sangre antes (a excepción de lo de disparar a su hijo), pero su familia puede vivir tranquila y además, a nivel público es recordado como un héroe que fue utilizado para ser culpado por un crímen que no cometió (aunque nosotros sabemos que lo hizo) lo que, a todas luces, es un final feliz .

En lo que respecta al tono de la obra, aunque no resulte tan potente como en las que vinieron antes, esta temporada sigue jugando bien con la comedia y la tragedia y da lugar a un episodio aburridísimo en la segunda mitad de la temporada (o la cuarta temporada B, si lo preferís), que por lo que está narrando y la manera de presentarlo hace que el tedio sea disfrutable.

En definitiva, Barry es una obra que personalmente no considero que destaque por su trama, y el caso de esta temporada no es diferente, pero la misma logra cerrar bien la historia tanto de su protagonista como de la mayoría de personajes ( Fuches se marcha y tras ello no volvemos a saber su destino, lo que podría ser la base de un futuro revival, pero lo que se da a entender es que no dará pie a una historia así en el futuro ).

Si has aguantado hasta su tercera temporada, creo que vale la pena acabar la serie siendo tan solo ocho episodios más, aunque recomiendo tratar las dos mitades como temporadas distintas (y cuando lleguéis ahí entenderéis el motivo).

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