Devilman Crybaby

'Devilman Crybaby' es la típica serie que no tiene punto medio: o te gusta o la odias. Es complicado imaginar a alguien indiferente ante el impactante y lisérgico cóctel audiovisual de sangre, violencia, desnudos, sexo y pesimismo que nos ofrece Masaaki Yuasa, una de las mentes más prolíficas y creativas de la animación japonesa de los últimos años. El característico estilo del director y animador nipón —marcado por el minimalismo visual, los trazos sencillos y en ocasiones deformados (este señor ha trabajado en 'Shin-chan', para que os hagáis una idea) y la enorme plasticidad en los movimientos de los personajes— se encuentra presente en cada plano y consigue convertir una historia mil veces vista (demonios que viven entre los humanos y poseen sus cuerpos) en una experiencia que, para bien o para mal, resulta completamente única.

Una vez superado ese choque inicial que supone su peculiar estilo de animación, Yuasa vuelve a golpearnos al sumergirnos en una espiral de locura que destila excesos por todas partes, pero que resulta de lo más efectiva para mostrar de forma visceral ese desfile de perversiones y pasiones humanas que conforman el verdadero trasfondo de la serie. Y es que, con la obvia y esperable metáfora de la oscuridad que todos llevamos dentro, el anime aprovecha para mostrar sin reparo el lado más cruel e irracional del ser humano, desde nuestra intolerancia hacia lo diferente hasta la facilidad con la que somos influenciados y manipulados por las masas. Ese componente reflexivo y crítico culmina en unos últimos capítulos que acentúan más si cabe toda la vorágine estilística y argumental que da forma a 'Devilman Crybaby', convirtiéndola en una serie capaz de resultar tan desagradable y difícil como hipnótica e interesante.

Hay cierta belleza en la animación de Devilman Crybaby, y también se encuentra presente en su desarrollo, a destacar también esos raps japoneses.

Devilman es un anime un tanto peculiar, tanto en su animación como en su historia. La trama es una locura desde el minuto uno, habrá quién le encante y quien no. Yo estoy en el punto medio, parece tener algo de crítica social pero en mi opinión esto solo es para dar más fuerza a la propia historia.

También hay que comentar que obtuvo una popularidad desmesurada y esto también hizo que gente que no suele ver anime sí lo hiciera con este, y más encontrándose en la plataforma de Netflix. Por ello pienso que está sobrevalorado, al menos desde la perspectiva de personas que sí consumen habitualmente el género.

De momento, mejor que Castlevania, pero los animes de Netflix todavía están muy lejos de los animes con producción nipona.

Una serie anime de Netflix con una animación bien utilizada y que roza la genialidad a la hora de transformar todas las escenas de acción en movimiento.

No puedo engañar a nadie, Devilman Crybaby es un anime difícil de ver si no estás muy metido y lo único que conoces es Death Note o Dragon Ball. No es para todos los públicos, aunque perfectamente podría tratarse de una serie de culto junto a la película anime Akira, pero sé que esta afirmación resultará dolora para alguna…. Pero es mi opinión.

Con respecto a los personajes… Tenemos un poco de todo, pues amamos al persona por sus emotivas escenas de lloros, lamentaciones y acción. Sin embargo, hay otros personajes que desearías no escuchar por su actitud al afrontar las situaciones.

En resumen nos encontramos con un anime corto y que fácilmente se puede visualizar en un solo día de verano o invierno.