Queridos blancos

Es más bien mala y es una pena, una serie que podría haber sido mucho más certera y profunda si se hubiesen centrado en lo que crees que va a ser cuando la empiezas: una crítica constante al racismo, pero que es más bien una serie juvenil universitaria con un enfoque que parece nacer del liberalismo blanco. Es decir se llama Dear White People, señores, esperaba que nos diesen mucha más caña a las personas blancas, la verdad, pero aunque se hace es como muy dentro de lo esperable y no incomoda. Es un ambiente demasiado pijo universitario y ahí es donde se caen la mayoría de conflictos porque no parece haber ninguna referencia a la tradición antirracista norteamericana tan rica que tienen, con enormes teóricos y activistas que hablan de los problemas de clase y racismo en la población negra. Aquí todo parece más bien un anuncio antirracista de una empresa multinacional que busca quedar bien. Es como muy artificial.

La primera o primeras 2 temporadas están bastante mejor, porque supongo que cuentan lo que tenían pensado contar y luego se tienen que ir inventando algo sobre la marcha. La última es simplemente mediocre, muy condicionada por la grabación en plena pandemia de covid. A quien se le ocurriese lo de hacer la temporada semimusical le tuvo que quedar el cerebro liso, vamos. Y nada, muchos líos de faldas por el medio y cosas así, gente follando (sobre todo Troy) que obviamente tienes que ver follar (porque es una serie universitaria y son modernos) siempre y cuando sean hetero, claro está, porque si son 2 chicas hacen cortinilla de estrellas. Qué sorpresa, lo nunca visto.

La mitad de los personajes tienen cero interés y la otra mitad solo a ratos. La trama de Reggie con el policía apuntándolo con el arma por ser negro y todo el trauma que arrastra es de lo poco interesante y verdaderamente intenso (a nivel denuncia del racismo estructural) que hay en la serie. ¿Cómo te puedes llamar Dear White People y ser tan vacía, insulsa y poco agresiva? Es que le falta muchísimo. Pero bueno, es que es de Netflix. Mea culpa por esperar algo más inspirado.

No pretendo una serie sobre la esclavitud, ni sobre la pobreza sistémica... pero esto me parece una parodia, una comedia de negros hecha por y para blancos. No me parece seria como serie, ni graciosa como trama... la sigo viendo por ver si la terminan o la ""rematan"".

Terminada de ver, edito. Sigo pensando que podía haber dado para más, pero he acabado viendo por dónde va, al menos hasta donde puedo. Tampoco es que sea fácil para ningún grupo social, étnico o cultural autodefinirse y/o fijar metas claras, así que es normal que se vean esas diferencias e incluso tensiones aquí también. Lo que sí me deja claro es que a todos nos queda mucho por aprender