Merlí

Merlí Bergeron es un profesor de Filosofía un tanto peculiar, un hombre que bien podría ser el hijo secreto del matrimonio resultante entre Robin Williams en 'El club de los poetas muertos' y el Doctor House: irreverente, sarcástico, tocapelotas y con unos métodos de enseñanza muy poco ortodoxos. Su particular visión del mundo es el motor que mueve a la serie y el eje central sobre el que se sustentan sus diferentes subtramas, las cuales aprovechan a la perfección el carácter de tan singular profesor para diferenciarse de otras ficciones televisivas sobre institutos. Cada capítulo suele arrancar con una lección en la que Merlí habla sobre un filósofo determinado y el resto de la trama del episodio gira en torno a esas enseñanzas, lo que supone uno de los principales puntos fuertes de 'Merlí': la filosofía aplicada a la vida.

Eso sí, en ningún momento deja de ser una serie juvenil ambientada en un instituto, así que los que no quieran aguantar los típicos líos amorosos, salseos por todas partes y, en definitiva, tontunas adolescentes de chavales de 16 años, lo mejor es que no la vean (aunque para mi gusto esos temas se tratan mejor que en otras series similares). Los que le deis una oportunidad quizás os pase como a mí y no solo descubráis en 'Merlí' al profesor que siempre quisisteis tener, sino también a la serie que siempre soñasteis ver durante vuestra adolescencia (yo me tuve que conformar con 'Física o Química' xD).

Es una serie que os va a sorprender, a grandes rasgos si es la típica serie de adolescentes en un instituto pero con un matiz importante su protagonista, Merlí, que es el epicentro de todas las tramas que van surgiendo y cuyo papel es sublime, sobrado, cínico, arrogante, egocéntrico...tiene de todo pero sin ninguna duda es carismático y te atrapa de forma que no te deja escapar. Sin este personaje (que es el principal y profesor de filosofía donde la filosofía cobra un papel importante en la serie) seguramente fuera una serie de instituto más, pero es lo que la hace diferente este personaje tan histriónico. También el elenco de actores y actrices jóvenes está muy al nivel del personaje de Merlí, seguramente sea la serie adolescente de España donde el nivel interpretativo sea más alto. En general todos los intérpretes jóvenes están a un gran nivel, buena cantera de actores y actrices van a surgir de esta serie.

Las tres temporadas se mantienen en un mismo nivel, no tiene el típico bajón de algunas series donde la primera temporada es brutal y luego baja empicado, en esta no sucede eso.

Por lo demás pues las tramas son las típicas de una serie adolescente, amoríos, peleas, envidias, disgustos, sexo, mucho sexo, discusiones con los padres y ciertas situaciones algo inverosímiles.

Os recomiendo que la veáis porque es muy dinámica, fresca y trata de forma muy natural, la homosexualidad, la bisexualidad y en cierto modo el "autismo" y es la típica serie que sueles querer más, y te la ves en un momento, incluso el final seguramente os sorprenda más de lo que os esperabais, así que de visualización casi obligada.

Podía haberla puesto algo más de nota pero los dejes catalanistas impuestos por TV3 (siempre con sus mierdas, que pesados son).....afean (no mucho) un poco la serie.

Con un profesor como Merlí Bergeron te pueden pasar dos cosas: que le cojas un asco brutal y te pases el año haciéndole vudú o que te inspire lo suficiente como para embarcarte a estudiar la carrera de Filosofía en la Universidad. Lo cual homologaría por completo tus crisis existenciales semanales al punto de elevarlas a categoría de Champions League. Es lo que tiene ser un profesor enrollado, carismático, antisistema y preocupado por el bienestar de sus alumnos, que tan pronto saca lo mejor como lo peor de ellos. Con su cinismo por bandera, Merlí se presenta como un profesor totalmente diferente al resto dejando claro que sus métodos poco ortodoxos le crearán más de una enemistad en su entorno, pero también serán sus originales métodos de enseñanza los que suscitarán un interés generalizado por su asignatura entre unos alumnos pasivos y adormecidos por el sistema.
Por supuesto, también hay hueco para los típicos amoríos adolescentes (y no tan adolescentes) de los que hacen gala las series “juveniles” y lo pongo entre comillas porque ‘Merlí’ es un artículo destinado a todos los públicos dada la complejidad de sus razonamientos, tramas y vivencias. Por tanto, para mí el valor de esta serie trasciende a quién se acuesta con quién. Esto va de Filosofía y, más importante, de cómo la Filosofía está presente en nuestras vidas cada a día aunque no seamos conscientes de ello. Una pena que haya tenido que ver un producto televisivo para comprenderlo, porque si nos fijamos en lo que aprendimos en el instituto la mayoría de nosotros, la Filosofía quedaba reducida a un tochal infumable en el que unos viejos griegos le hablaban al cielo. Así que ¡Viva Merlí Bergeron i els Peripatètics!

“Sabemos que existimos porque sabemos que algún día todo esto se acabará”.