Vikingos

Es una pena en lo que se ha terminado convirtiendo esta serie, porque al principio era todo un pelotazo. Mucha mitología nórdica, personajes interesantes y potentes (a pesar del histrionismo de Travis Fimmel), enfrentamientos por el poder, batallas muy épicas y aventuras en busca de nuevos territorios que descubrir y conquistar, y también nuevas culturas. Y, como tantas otras series, tendría que haber terminado a tiempo, en este caso en la temporada 4, tras la muerte de Ragnar, pero claro, estaba probablemente en su mejor momento, y en lugar de dejarla ir con todos los honores, decidieron alargarla en exceso. Y vale, casi todas las series terminan dando un bajón antes o después, sobre todo si han empezado muy fuertes y después, por algún motivo, la calidad disminuye, sobre todo en esos casos en las que se alargan más de la cuenta, pero en el caso de Vikings no es sólo que bajara un poco la calidad, algo que podría ser comprensible, sino que se convirtió en un verdadero despropósito.

Podría haber sido interesante el nuevo enfoque a partir de la temporada 5, con los personajes que pasaron al frente en ese momento, nuevas aventuras y la continuación de la historia, pero todo se ha ido desdibujando hasta no quedar nada. Personajes que eran impresionantes, como Lagertha, toda una jefaza, o Ivar, imponente y terrorífico (y que tan pronto no se puede ni mover como prácticamente sale corriendo), se han ido convirtiendo en parodias de sí mismos, y hay arcos argumentales, como el de Floki, totalmente irrisorios (para luego desaparecer de la noche a la mañana sin una explicación y aparecer al final sólo por fanservice como si eso fuera a salvar esto).

Las batallas siguen siendo visualmente espectaculares, vale, pero eso no salva un guión que no hay por donde cogerlo, sin hablar de que las licencias históricas, que al principio tenían un pase para crear una ficción, dieron paso a una cronología sin pies ni cabeza, donde algunos personajes debían de tener 4384382 años por negarse a dejar morir a algunos de ellos también cuando estaban a tiempo, antes de que no fueran ya ni la sombra de lo que fueron tiempo atrás. Claro, que si eres la hija de Hirst, como Torvi, podrías durar 30 temporadas más sin problema, tenga sentido o no. De todas formas, el tiempo en esta serie es bastante relativo. Y también metieron mucho la pata cuando empezaron a hacer las temporadas dobles, lo que se traducía en el doble de paja, y tras muchos capítulos en los que no pasa nada, de repente les entra prisa por deshacerse de todos los personajes al final.

Así que si no has visto nunca Vikings, o si la tienes empezada pero no muy avanzada, yo te recomiendo ver hasta la temporada 4, no merece la pena que sufras lo que viene después. Mi nota final es la media entre la nota que les puse a las primeras temporadas y la que les he puesto a las últimas, que las he visto sólo porque ya habían anunciado el final de la serie y quería quitármela del medio. De verdad, no os hagáis eso.

La serie es una epopeya sobre las leyendas nórdicas, Vikingos me costó un poco acostumbrarme a ella, comienza lentamente con personajes pintorescos y en particular un carismático Ragnar Lothbrok que se convertirá en un auténtico mito en toda Escandinavia. Partimos al descubrimiento de nuevos mundos en paisajes grandiosos y sobre una banda sonora soberbia, sin concesiones en términos de violencia y en un entorno así como con hábitos y costumbres que conocemos demasiado poco. Es mejor evitar encariñarse demasiado con los personajes, ¡todos pueden morir en cualquier momento! Después de las primeras temporadas, pasamos al siguiente nivel en la conquista y en la violencia con un aspecto místico siempre muy apreciable. El reparto también es muy bueno y a pesar de algunos episodios un poco blandos, nunca te aburres en Vikingos. La serie incluso consigue renovarse muy bien tras la pérdida de elementos importantes y el hecho de que pasemos no meses sino años aporta un interés adicional en mi opinión. Una serie muy completa que merece la pena ver.

Allá por 2013 el Canal Historia daba la campanada estrenando una serie sobre las hazañas de un grupo variopinto de vikingos que se regía por las ansias de conquista de territorios vecinos y por su propia supervivencia. Casi nadie podría presagiar que estábamos ante la aparición de una de las mejores series que se hayan visto en el panorama actual. ¿Entonces a qué se debe esta nota que tan poca justicia le hace a tan gran espectáculo? Fácil y sencillo. El problema de ‘Vikings’ es un problema muy común en este momento, el problema de la explotación de la gallina de los huevos de oro, de alargar series hasta el infinito y más allá haciendo de las dos últimas temporadas un auténtico sopor.
La historia principal se nos presenta a través de personajes de la talla de Ragnar Lodbrok, Lagertha, Floki, Rollo, Harald, Athelstan, Björn, Ubbe, Ivar, Hvitserk, Torvi y un largo etcétera. La trama sigue a estos personajes a través de los años, mostrando las enormes conquistas propiciadas por los vikingos, su lucha contra la religión, la importancia de su mitología, sus amores, pasiones, traiciones, guerras, penas y muertes. Porque esta serie narra la forja de un imperio y, como en todo imperio, lo que se evidencia es tan solo la pequeña parte de un todo. Narra también con gran astucia cómo las mujeres decidían coger las armas y defenderse a sí mismas y a su pueblo con una Katheryn Winnick estratosférica que ha convertido a Lagertha en un icono atemporal. El punto de inflexión se produce con la muerte de Ragnar y, es en ese momento, en el que esta serie debería haber alzado su jarra y terminar con un gran “SKÖL!”. De ser ese el caso, mi nota sería muy diferente.

Si alguien me pregunta si la recomiendo, evidentemente digo que sí pero también advierto que no pasen de la cuarta temporada si no quieren experimentar una maravillosa cura para el insomnio ocasional. Es una lástima que una serie tan fantástica termine con un regusto tan amargo.