Banshee

Una serie que lo que pretende ofrecer es entretenimiento puro y duro, de esas para no pensar, incluso para no estar demasiado atento a lo que ocurre, ni tampoco al argumento. De hecho, el argumento tiene poca importancia frente a flipadas varias, explosiones, disparos, peleas muy buenas y escenas brutales en el sentido de que más de uno apartará la mirada, no aptas para estómagos sensibles.

Es espectáculo puro y duro, ni siquiera importa el nombre real del protagonista, ¿para qué? Es Lucas Hood, sheriff de Banshee, un sheriff que en realidad es un ex convicto que ha estado 15 años en la cárcel, así que está claro que sus métodos para atrapar a los malos son bastante peculiares. Aunque, en realidad, en esta serie es difícil saber quiénes son los buenos y quiénes son los malos, las alianzas y enemistades se difuminan llegando a mezclarse en varias ocasiones y todos miran por su propio beneficio en una ciudad donde todos tienen secretos y todos están muy cabreados.

Eso sí, la serie va evolucionando, empieza siendo totalmente absurda, aunque a nadie le importa mientras tenga adrenalina, violencia y sexo por doquier, y poco a poco el argumento va adquiriendo un mayor peso y los personajes más profundidad. Así hasta llegar a una tercera temporada que, en mi opinión, es la mejor. La última nos lo deja todo cerrado, algo que no se puede decir de todas las series, y nos da un buen final, pero se convierte en otra serie completamente distinta. Lejos quedan los litros de sangre como si los regalaran, las peleas cada dos segundos, los desnudos también de gratis y la serie que no buscaba ser profunda, sino entretener. Aun así, es un buen final, todo queda donde tiene que quedar.

Por cierto, casi todos los capítulos cuentan con una pequeñísima escena post-créditos. No aportan gran cosa, pero son interesantes. También es interesante la intro, las fotos van cambiando de un capítulo a otro, en algunos casos dando pistas de lo que va a ocurrir, mientras que la última imagen de la intro, que es la misma durante toda la temporada, va sufriendo variaciones a medida que avanza.

Bienvenidos a Banshee. Lo menos que podemos decir es que no sabíamos en qué clase de recóndito lugar nos estábamos metiendo cuando llegamos con este enigmático hombre que por un cúmulo de circunstancias se convertirá en Sheriff. Una suplantación que planteará y resolverá muchos problemas en este no tan tranquilo pueblo entre mormones, pieles rojas, nazis, bandas criminales y asesinos en serie. Esta serie es una auténtica joya de acción y excesos. Todo es demasiado exagerado en Banshee, al igual que sus peleas, algunas de las cuales nos dejan atónitos tras un breve momento de emoción al descubrir a los contrincantes. Y si toda esta exaltación es posible, es sobre todo gracias a los personajes creados por Jonathan Tropper y David Schickler. Buenos o malos, contribuyen enormemente a la atmósfera general, incluso en los papeles menos importantes. Banshee es un entretenimiento de alto nivel. Burton, Proctor, Sugar, Job, Kurt son personajes a los que te enganchas. Las 3 primeras temporadas no tienen fallos notables. La última es sorprendente y permite a la serie cerrar acertadamente, con momentos que esperábamos.

Serie TOP, y más si lo reducimos sólo al género acción.

Es salvaje, con peleas bastante buenas, un elenco de personajes con bastante carisma y sin duda está en el top de "series que me han hecho pasarlo mal con la muerte de algún personaje".

La trama, va a saco, con muy poco relleno (por no decir nada).

Una serie que volveré a ver sin duda.