Hannibal

Al igual que los peculiares platos que prepara el doctor Lecter, 'Hannibal' nos ofrece un menú refinado y elegante que esconde a su vez un trasfondo inquietante y perturbador. No podíamos esperar menos de una serie que gira en torno a la figura de Hannibal, un psicópata extremadamente inteligente, capaz de cometer las peores atrocidades sin que nadie sospeche de él y cuya contraparte es el agente Will Graham, un hombre atormentado por su capacidad para comprender la mente de los asesinos. Entre ambos se establecerá una relación de amistad-enemistad y doctor-paciente tan apasionante como enfermiza, dejándonos una sucesión de conversaciones y momentos absolutamente brillantes.

La influencia que Lecter ejerce sobre todos los que le rodean se traslada incluso al espectador, logrando que en ocasiones sea complicado diferenciar la realidad de lo onírico y la locura de la cordura. Esto se nota sobre todo en la tercera temporada, algo abstracta y caótica debido también a su prematura cancelación, pero que no impidió cerrar una historia cargada de escenas para el recuerdo, con una dirección artística espectacular y unas actuaciones memorables (lo que hace Mads Mikkelsen en esta serie es increíble, hace que te olvides de las comparaciones con Anthony Hopkins y que simplemente asumas que ambos son magistrales).

Compleja, difícil, excesiva, macabra y fascinante al mismo tiempo. Muy recomendable para los que no tengan miedo de adentrarse en la retorcida mente de un psicópata y en la espiral de locura en la que es capaz de sumergirte.

“Before we begin, I must warn you... nothing here is vegetarian.”

Sucede pocas veces esa alquimia imposible de que en una serie se alinean los componentes perfectos para convertir a la misma en un espectáculo indescriptible, donde la sangre, las vísceras y, sobre todo, la mente humana, colindan constantemente al son de Bach, Mozart o Chopin mientras se degustan unos platos tan exquisitos como macabros. Es este el caso de ‘Hannibal’, un clásico atemporal en el que Mads Mikkelsen refulge como ese ángel caído que gobierna el infierno, poniendo a prueba todos los límites de la capacidad de aguante del espectador ante su perfecto show de variedades. Pero nuestro esperpéntico psiquiatra no estará solo en su odisea, pues pronto aparecerá el contrapunto ideal, el compañero con el que siempre había soñado y el rival a batir; Will Graham. Will es un hombre peculiar, dotado con una empatía pura que le permite ponerse en el lugar de cualquier asesino para así analizar sus actos y poder perfilarlo de cara a su encarcelación. Will tiene un cerebro tan peculiar como esquivo, cualidades que atraen irrefrenablemente al doctor Lecter que intentará adentrarse en los terrenos más inexplorados de su mente para comprenderlo y que él mismo sea también comprendido. 'Hannibal' es magnética, sombría y terrible. No apta para todos los estómagos, pero sí para todos los que anheléis el arte.
No veremos aquí únicamente una lucha titánica por la salvación de la propia alma, sino que hay espacio (y mucho) para escenas de crímenes que tras volver a ver la serie ocho años después, todavía recordaba. Crímenes monstruosos, destripamientos, desmembramientos, sangre por doquier... Bryan Fuller se siente en su salsa a la hora de dar rienda suelta al lado más espeluznante del psicopatismo. Es cierto que el final es muy apresurado, dada la inevitable cancelación que siempre planeó su horizonte y que para mí la escena post créditos no existe, pero que nos quiten lo sangrao o como diría Hannibal: “no os estreséis, que os volvéis agrios.”

“Occasionally I drop a teacup to shatter on the floor. On purpose. I’m not satisfied when it doesn’t gather itself up again. Someday, perhaps a cup will come together.”

Magnifica serie , me ha gustado mucho , mantiene un alto nivel desde principio al final, buenas tramas , fotografías, ambientación , interpretaciones ,etc . Muy muy recomendable si no la has visto