Fast Friends

Si el de Harry Potter: El torneo de las casas de Hogwarts celebraba el vigésimo aniversario de la primera película de la saga, este Fast Friends conmemora el trigésimo aniversario del estreno de Friends. No sé vosotros, pero yo últimamente me estoy sintiendo muy mayor viendo estas cosas.

Aquí tenemos tres programas normales, donde compiten tres equipos en cada uno y pasan al último, que obviamente es la final, para alzarse con el trofeo, que lo siento pero me parece feísimo y la presentadora se viene muy arriba diciendo que es el trofeo más codiciado de la televisión. Todos los programas empiezan y terminan en el Central Perk, pero también visitan otras localizaciones de la serie, principalmente el piso de Mónica y Rachel y el de Chandler y Joey, la verdad es que salen poco de ahí. La primera prueba sirve para ver en qué orden van a participar, y después juegan a contrarreloj, primero una pareja, luego otra y luego la última, todos ellos haciendo exactamente las mismas pruebas aunque con diferentes preguntas, y después se cuenta el tiempo que han tardado sumando y restando bonificaciones y penalizaciones.

Friends me gusta, es de esas series que si me la encuentro en la tele una tarde aburrida la pongo sin portar por qué capítulo vaya, y la he visto varias veces, aunque completa de principio a fin sólo una, pero no soy tan fan, y desde luego no me sé cada diálogo y cada detalle de la serie. Aun así, seas más fan o menos, es entretenido responder las preguntas y comprobar tus propios conocimientos sobre los seis amigos, pero que en cada programa hagan exactamente lo mismo tres veces resulta repetitivo, y la final, lejos de ser algo diferente, es exactamente lo mismo, no da sensación de final, es un programa más, porque ni siquiera la última prueba es distinta, es todo igual, comprueban los tiempos y ya, tenemos pareja ganadora.

Hay un par de apariciones conocidas, pero tampoco eso es demasiado relevante, porque hasta eso resulta repetitivo dentro del mismo programa, y algunas cosas que tienen que hacer, que ni siquiera sirven para nada, sólo para "dar comienzo" a la prueba, por decirlo de alguna manera, me resultan cargantes e innecesarias. Pero para cargante, la presentadora. En el de Harry Potter teníamos nada menos que a Helen Mirren, y aquí tenemos a una tal Whitney Cummings, que no me suena de nada, pero a la que alguien le ha dicho que es graciosa y se lo ha creído, o le han puesto por guión que tiene que intentar ser graciosa, haciendo mucho énfasis en el intentar, y no le sale, resulta forzada y da bastante vergüenza ajena, y además trata a los concursantes de una manera que creo que cruza la línea del humor.

Lo bueno que tiene es que es un programa corto, son sólo cuatro capítulos de unos 40 minutos, lo que viene siendo una miniserie muy mini, así que para la sobremesa o dejarlo un poco de fondo no está mal. Pero si llega a haber más temporadas, que no lo creo, yo no pienso verlas, aunque para los fans más acérrimos está bien para demostrar cuánto saben o recordar cosas de la serie.