La jaula

Primera temporada. Crítica breve porque la serie sigue.

Aunque el prota no es boxeador sino una mezcla de boxeo, taekwondo y lucha libre, no podemos dejar de referenciarla con la saga Rocky, que marcó un antes y un después en las pelis del deporte de combate.

Con las de Rocky disfrutamos de tres momentos muy buenos: el combate inicial y el combate final y los entrenamientos previos al del final, ya liberado del bloqueo que le impedía ganar ("tarataaaaá tarataaaaá... tarataaaá tarataaaá... taratátatata...").

El problema del guion surge entre medias de ambos combates.
Y si ya es complicado en una peli, imagínate en una serie.
Si fuera una peli de chinos a lo bruce lee, entre medias se darían palizas dos escuelas karatekas y alguna que otra palicita con un ladrón o gilipollas ocasional.

Pero este relleno no cabe en una serie europea, menos francesa; aquí el relleno no es tal relleno: todo aporta a que la historia avance.
Y es que entre medias ocurren muchas cosas y peleas que ayudan a la evolución del prota: todo el tiempo está presente la importancia de la mente sobre el cuerpo, el freno para el triunfo de las relaciones tóxicas (el amigo judas, la mala madre, el entrenador que no cree en ti) y también, por supuesto, del apoyo de los buenos (la novieta, los amigos leales, los buenos entrenadores que suplen al padre que nunca tuviste).

En ciertos momentos parece un documental, por ello no tienen la grandiosidad y épica de las pelis americanas, pero tal vez por eso te dejas del brilli·brilli y te adentras en los bloqueos y zancadillas de un joven de clase media-baja que desea escalar en la vida (circunstancia y meta que también aborda Rocky).

Lo único que me defraudó es... (lo explico indirectamente para no revelarlo).
Odio el mito de Sísifo: eso de subir una piedra que acaba cayendo para volverla a subir es un putada horrible; y esta temporada acaba con una "sisifada" para dar paso a la próxima temporada. Malditos.

Con todo, es una miniserie entretenida y que siempre cuenta con el factor humano entre mamporro y mamporro.
Hay que verla.