Patlabor

Patlabor, la serie. El mundo de los mechas tiene varios referentes y franquicias desde los años 70, desde Macross, Evangelion o la misma Patlabor. En este caso en particular, hay quien hace más hincapié en las películas, otros en la serie. Algunos en que es una franquicia que no está mal, pero ya está, y otros que las consideran de gran nivel.

Si bien las películas tiene su vertiente más épica y trascendental y alguna, sobretodo la segunda, más oscura. En la serie se desarrolla el apartado de las relaciones humanas personales en un contexto más humorístico y cuotidiano, en las labores aparentemente rutinarias de una policía mecanizada que soluciona problemas en la ciudad. Con el paso de los capítulos, hay aspectos que se van complicando, y a la vez se van desarrollando las diversas interacciones de personajes, va ampliándose también ese apartado mecánico de la robótica y la discusión sobre cómo y de qué manera utilizarla.

Posiblemente, quien tenga de referencia las películas, la serie le parecerá más liviana, por el enfoque más adolescente-juvenil, mientras que en las películas, sobretodo las dos primeras, dirigidas por Mamoru Oshii, director conocido seguramente por Ghost in the Shell, tengan ese poso de trascendencia y complejidad que suele imprimir a sus producciones y que, para quien le guste esa dinámica; si pretende disfrutar de la serie, tiene que hacer cierto reset; aunque no está tan distante como pudiera parecer. Pero opiniones en ese sentido, he visto algunas. Más que nada para que ninguno se lleve a engaño.

Su calidad artística y técnica hace que, siendo una serie del 89-90, se mantenga a día de hoy de manera muy digna. El diseño de personajes por parte de Akemi Takada, siempre ayuda, al igual que hizo en series coetáneas de esa época, como Maison Ikkoku o Kimagure Orange Road.

Recordaba vagamente la serie y cuando la revisité hace un tiempo lo hice sin pretensiones, y reconozco que me entretuvo bastante. Es amena, con calidad, su parte de reflexión hombre-máquina también, aunque menos trascendental en apariencia que en las películas u otras franquicias; y tampoco lo pretende. Tampoco es de un histrionismo humorístico como otras series similares de policías, tiene ese poso profundo en comparación. Así que todo dependerá del punto relativo para considerarla serie o humorística; pero de la forma que sea, tiene su aliciente.