Críticas de House of Cards

House of Cards es una serie que, a primera vista, parece una exploración oscura y fascinante del poder político y su corrupción. Sin embargo, una observación más cuidadosa revela una obra que es profundamente problemática en términos de narrativa, personajes y valores.

En primer lugar, la serie presenta una visión estrecha y simplista de la política, reduciéndola a una lucha cínica y sin sentido por el poder y el prestigio. Esto se hace evidente en la forma en que los personajes son retratados, con un énfasis excesivo en su astucia, crueldad y maquiavelismo, y una falta de atención a sus ideales y motivaciones más profundas. Esta representación superficial de la política es tanto simplista como aburrida, y hace que la serie sea incapaz de abordar cuestiones políticas más complejas y significativas.

En segundo lugar, la serie presenta una visión profundamente problemática y misoginia de las relaciones de poder. La representación de Claire Underwood, interpretada por Robin Wright, es particularmente problemática. Claire se presenta como una figura ambiciosa y calculadora que está dispuesta a hacer cualquier cosa para obtener lo que quiere, incluyendo el uso de su sexualidad para manipular a los hombres a su alrededor. Esta representación de Claire es tanto sexista como simplista, y hace que la serie sea incapaz de abordar cuestiones de género de manera significativa.

Además, la serie se vuelve cada vez más inverosímil y desconectada de la realidad a medida que avanza. Los personajes se vuelven cada vez más caricaturescos y las tramas se vuelven cada vez más melodramáticas y exageradas. Esto hace que sea difícil tomar la serie en serio y disminuye cualquier impacto que podría haber tenido en términos de crítica social o política.

La verdad es que me parece un tanto sobrevalorada. Para mí se trata de una serie sexista, superficial y desconectada de la realidad, y que carece de la complejidad y el compromiso necesarios para abordar cuestiones políticas y sociales de manera significativa. Como tal, es una decepción en términos tanto artísticos como políticos.

House of Cards es un drama político protagonizado por un congresista de los EEUU.

Esta serie desde su comienzo tuvo muchísimo tirón, y no fue para menos. Un enorme Kevin Spacey encabezaba una serie en la que un político y sus malas artes iban creciendo poco a poco dentro del Congreso de los Estados Unidos.

Resultó muy interesante ver cómo se iban forjando alianzas, independientemente del color político, yo tengo algo que te interesa, tú puedes hacer algo que me interesa a mí. Además del uso de la prensa.
Además de un soberbio Spacey, encontrábamos varios personajes con mucho "carisma oscuro" y no tan oscuro, que junto a las interesantes tramas, y al recurso habitual y acertado de romper la cuarta pared, enganchó mucho.

Por contra, la serie se fue diluyendo, llegando a cierto punto de desencanto en sus cuarta y quinta temporada, y no teniendo muy claro hacia dónde iban las tramas, estirándolas o resolviéndolas en momentos que no terminaban de encajar.

Tras el escándalo de Spacey, quitaron de en medio al actor y al menos quisieron darle un final a la serie, con una sexta temporada que cojeó sin la que había sido su figura principal, y con un desenlace final que personalmente no me gustó demasiado.
Aun así, en líneas generales me sigue pareciendo una gran serie.

Bueno, pues como presagié al terminar la segunda temporada, esta para mi gusto ha sido las más floja, aunque es cierto que da pie a un cambio de dinámica, por lo que espero mucho más de la cuarta. A ver si en esto también acertara...

Voy a resumirlo con un "donde las dan, las toman".

Dunbar por su lado, convirtiéndose en una política poco a poco. Todo son principios hasta que te ves a un paso del poder.

Si alguien crítica a esta serie por su última temporada, solo tengo una cosa que decir: la culpa es del homínido de Kevin Spacey como personas detrás de una pantalla.
Que sí que la serie está muy bien, muy conseguida, una trama tremendamente política, pero aquí los fans hemos llorado porque ese hombre no podría haberse estado quietecito.

Las primeras cinco temporadas estupendas. La última depende del gusto. A mí no me gustó tanto como las anteriores.

No dejan de suceder cosas, de hecho miro hacia atrás y me parece increíble que pase tanto en tan pocos capítulos, pero así es. Eso sí, hay cosas que se pueden ver algo atropelladas y de ahí que haya bajado algo la nota, porque no hay quien se crea ciertos cambios de parecer o que se consiga desviar la atención de forma tan sencillas de algunas cosas (no concreto para no meter spoiler).

Eso sí, si en la primera consiguieron hacerlo vicepresidente, en esta presidente... ¿en la siguiente lo convierten en Dios? ¿Va a ser el mejor presidente del mundo para que lo reelijan o qué? Me da que tal vez han acelerado demasiado la evolución del personaje en las dos primeras temporadas y ahora se van a quedar con poco gas... Espero equivocarme.

una serie que va de más a menos temporada tras temporada.
muy destacables las tres primeras, guión con fuerza, personajes muy bien desarrollados.

a partir de ahí todo empieza a caer un poco, cerrándose con una sexta temporada de manera abrupta por el escándalo de Kevin Spacey y su expulsión de la serie , y con un final bastante malo.

Cuatro temporadas espectaculares, con Kevin Spacey en plan dios de la interpretación y unas tramas que merecerían más de un Oscar al mejor guión... la quinta temporada ya empezó a dar síntomas de cansancio, y la sexta es pura bazofia.
Una serie que empezó con tantísima calidad no se merecía un final tan tristísimo.

Una de las mejores series de temática política. Dialogos elaborados y giros de guion donde vemos como el Senador Frank Underwood y su mujer se van haciendo cada vez con más poder a través de favores y artimañas sin escrúpulos ayudados por su fiel ayudante Doug Stamper.

Destacar el papel de Kevin Spacey rompiendo la cuarta pared como Frank Underwood , un personaje que es completamente despiadado y maquiavélico, y está dispuesto a cometer cualquier crimen, incluido el asesinato, para promover su objetivo de alcanzar el poder.

A medida que se va acercando la sexta temporada la serie va decayendo. Le puse un 7 por no ponerle un 6. Las tres primeras temporadas bastantes buenas el guión cumple. Los personajes muy buenos. La guerra Underwood/Conway se me hizo interminable. La presencia de nuevos actores hizo que la serie decayera mucho. Un 7 y gracias.

El guionista Beau Willimon (Andor, Los idos de marzo) recibe la oportunidad de Netflix de crear su primera serie, una nueva adaptación de la novela "House of Cards" de Michael Dobbs, un intenso thriller político.

La serie inicia cuando su protagonista, el congresista Frank Underwood, no es elegido Jefe del gabinete como le había prometido el nuevo presidente al que ha ayudado a ganar las elecciones. A partir de ahí, vemos cuál es su forma de actuar para ascender en el poder, buscando a otro congresista al que chantajear, una periodista que le filtre noticias interesadamente, un miembro de seguridad que le sea fiel… La trama es muy interesante, pero la grandeza de la serie reside en tres pilares: un buen guion, una buena dirección y una brillante interpretación.

La serie muestra lo cruda y despiadada que es política estadounidense, con un estilo oscuro y atrevido, rompiendo la cuarta pared en ocasiones, y lleno de intrigas y giros que te mantienen enganchado, dando como resultado un brillante y adictivo thriller.

Kevin Spacey, como Frank Underwood, hace el que, seguramente, una de sus interpretaciones más memorable, mostrando las dos caras de político ambicioso y manipulador, que se hace el ingenuo e inocente cuando desea, pero que después deja ver la persona fría y calculadora que es. Gran acierto en escoger a Robin Wright como Claire Underwood, para darle la replica a Spacey. Wright consigue mostrar la versión femenina de Frank, que va creciendo en cada temporada.

Lo que más me ha hecho disfrutar de "House of Cards" es como sabe criticar el sistema político estadounidense con cinismo y realismo a la vez. Sin duda, una de las grandes series para quienes nos gustan las series políticas.

Primera temporada que no queria empezar, puesto que sabia que me iba a encontrar y no deseaba visualizarlo, pero estaba esperándome estas críticas y no podía dejarla esperar más. A mi no me resulta interesante y me hace desconectar. Cuidado sensibles, tiene alguna escena de desnudo (por ejemplo, en el capítulo dos) y sexo (raro eh, los altos cargos no hacen ese tipo de cosas já), aunque agradezco que no fuese demasiado explicito.

Tiene muy buena calidad de imagen y sonido, con doblaje castellano a la altura.

Serie sobre política americana, que solo puede interesar a los que le guste dicho tema (no es mi caso, prefiero las cosas guasonas, suspense sorpresivo o acción bestial). El pilingoneo, para todos los altos cargos, no puede faltar (por desgracia), siempre el poder lleva a sexo, drogas y depravación.

Muy buena calidad de imagen y sonido, con doblaje castellano a la altura.

PD: Si vuelve a haber otro desafío de series, por favor nominad series más cortas y entretenidas, que esta es de las que se hace bola y cuesta tragar.