Críticas de Black Lagoon

Adentrarse en Black Lagoon es iniciar un descenso a los infiernos, descubrir el lado oscuro del ser humano y pararse a pensar hacia dónde se dirige la ética, el raciocinio y la humildad.

Serie muy recomendada cargada de buenas dosis de acción sin hacer ascos ni pucheros. Tramas cortas con un espléndido desarrollo de los personajes.
Sangre, humor y lágrimas

Me quedo con la frase que Revy dice en el último capítulo:
"Es demasiado tarde, el único lugar en el que terminaremos es en un ataúd de mierda"

Black lagoon es una serie de anime que gira en torno al crimen organizado, a los bajos fondos perteneciente al estudio madhouse, un guion y trama que destaca por ser bastante intensa en cuanto a acción y contenido adulto de violencia, sus personajes sos bastante complejos fruto de pertenecer a estos mundos criminales y llenos de corrupción que moldean su personalidad y forma de ser, destacaría a rebeca revy y balalaika, el protagonista Rokurou diría que es el más sencillo bajo mi punto de vista por ese aire de pardillo y de estar desubicado continuamente aunque se hace hueco poco a poco.
Bso: excelentes temas tanto de apertura con ese red fraction de mell como en su ending forman ya parte de mi tracklist de música de animes.
La animación es muy buena con muchos detalles en escenarios, decorados en este ficticia ciudad de roanapur – Tailandia asi como en indumentaria y personajes.
Presenta buen ritmo lleno de acción constante sin pararse mucho en banalidades y se hace entretenida, el doblaje al castellano está muy cuidado recuerdo cuando lo daban en buzz ese canal trajo autenticas joyas entre ellas esta notable serie de acción.

Solo destrucción y caos, nada sobresaliente en general: mafias, trata de personas, prostitución infantil, pero no hay mucha resolución final ni profundidad sobre ello. Personajes sobradamente ''fuertes'' como el típico villano impasible y frio. Demasiado cliché en según que sentido.

Adentrarse en 'Black Lagoon' supone hacerlo en un peligroso descenso al violento y crudo mundo de los bajos fondos, las bandas criminales y las mafias desde el punto de vista que nos da la más absoluta de las ignorancias. Esto es así porque el protagonista de este anime no es un habitual del mundo del crimen, sino que se trata de Rokurō Okajima, un ingenuo oficinista de camisas impolutas y bien planchaditas que, por puro accidente, se verá metido de lleno en una realidad que jamás imaginó que pudiera existir, una poblada por personajes que se rigen por la ancestral ley del más fuerte.

En cuanto al desarrollo de la serie, es importante resaltar que no cuenta con una trama principal al uso, ya que sus 24 episodios están divididos en pequeños arcos argumentales que parecen inspirados en misiones de cualquier juego de la saga Grand Theft Auto: persecuciones, explosiones, redes de prostitución, tráfico humano y demás cosas chungas. En ese sentido también llama la atención la poca verosimilitud que inunda ciertas escenas —como la típica lluvia de balazos donde los buenos no reciben ni uno pero los malos palman a la primera—, aunque hay que decir que ese aire de videojuego le sienta especialmente bien a su faceta más divertida y espectacular como producto de acción. No es por tanto, y pese a la seriedad de los temas tocados, un anime recomendado para los que prefieran tramas largas y realistas, pero sí para aquellos que busquen un gran desarrollo de personajes mientras, al mismo tiempo, se hace un interesante retrato sobre toda la violencia imperante en ese submundo en el que cada día que sigues vivo es una nueva victoria.