Intimidad

Pues esta serie me dio por verla por el escándalo de Santi Millán y mucha gente la nombraba y digo pues venga, a ver que me encuentro.

Y tengo que reconocer que me esperaba una mejor serie, se queda en un quiero y no puedo. Empieza bastante bien con dos víctimas de acoso a través de las redes por temas sexuales, cada una desde su posición social, por un lado una chica normal que trabaja en una empresa en la que podríamos estar cada uno de nosotros y por otro lado una reputada política, pero a medida que avanza la trama se va desinflando y se vuelve monótona, con diálogos vacíos y empieza a aburrir.

Las interpretaciones no es que sean muy brillantes más bien correctas, tanto Verónica Echegui como Itziar Ituño que son las actrices que interpretan a los personajes que han sufrido acoso están por debajo de lo que demanda el personaje que es más pasión, drama, cierta angustia y no termino de ver eso en las interpretaciones, las veo ciertamente lineales .

Y el final es predecible y en muchos momentos se busca el bien queda.

Es una serie que entretiene pero una historia que trata este tema se espera más de ella, profundizar más en el problema y no quedarse en la superficie y que pase de puntillas por nuestras retinas. Su punto fuerte es que es corta.

Intimidad se inspira en dos hechos reales para mostrarnos, en 8 capítulos de 45 minutos, el sufrimiento de las víctimas de acoso sexual en las redes, cuando se difunden imágenes de carácter sexual sin el permiso de las personas afectadas.
INTIMIDAD recuerda el caso de V, una mujer de 32 años y madre de dos hijos, que trabajaba en la empresa X y no aceptó el chantaje de un antiguo novio de no difundir imágenes de contenido explícito si dejaba de obtener sus favores sexuales. Ocurrió en mayo de 2019 en San Fernando de Henares y a través de unos trabajadores de la fábrica se difundió el vídeo que, unido al conflicto familiar, la llevó al suicidio al no poder resistir la presión de las miradas y los comentarios. V se transforma en Ane en la serie y la historia refleja con bastante exactitud lo sucedido (Reportaje: La Fiscalía investiga el suicidio de una empleada de Iveco tras la difusión de un vídeo sexual. Diario EL PAÍS 30 de mayo de 2019)
La segunda historia se basa en el caso de una concejala de un pueblo cercano a Madrid que, en 2012, tuvo que dimitir por la difusión de un vídeo en el que aparecía masturbándose y que previamente había grabado para un hombre con el que había mantenido relaciones. Se dice que fue él quien colgó el vídeo en las redes. Se acusó al alcalde del municipio de ser corresponsable del vídeo, pero no se pudo demostrar. Así termina su carrera política. No es el caso de Malen, la protagonista de la serie, pero se inspira en estos hechos.
La serie cuenta con grandes actrices, entre ellas Itziar Ituño como Malen Zubiri, la veterana actriz Emma Suárez como Miren, y Verónica Echave como Ane, la trabajadora que se suicida y a la que hemos visto en muchas películas. Junto a ellas, Patricia López-Arnaiz, Anna Wagener y Yune Nogueiras completan un sexteto de protagonistas impecable. Es una serie recomendable que no llega al nivel de las mejores series españolas, pero recomiendo verla para medir hasta dónde puede llegar el horror de una situación como ésta, cada vez más frecuente.

Es una serie que aborda el tema de las consecuencias que tiene la filtración de los videos sexuales como venganza o instrumento de daño a las mujeres. Es una reflexión sobre lo normalizado que está en la sociedad y cómo pocos de los que participan compartiendo y haciendo comentarios se plantean la violencia que están ejerciendo sobre las víctimas.
Una parte de la serie parece basada en un caso real que sucedió en una empresa de transporte, pero parecerá que todo es muy real.
Debería verse con calma y digiriendo lo que se está observando.