"Un secreto real" trata sobre el llamado caso Haijby, que estalló a principios de los años 50 y sigue siendo uno de los escándalos judiciales más sonados de la historia de Suecia. A principios de los años 30, el propietario de un restaurante, Kurt Haijby, tuvo dificultades para obtener una licencia para vender bebidas alcohólicas debido a unos antecedentes penales que incluían haber causado la muerte de un agente de policía. Por ello, solicitó una audiencia con el Rey Gustavo V, lo que, según Haijby, inició una relación sexual entre él y el Rey. La corte intentó silenciar a Haijby, incluso pagándole dinero. 20 años después se celebró un juicio contra Haijby, que fue acusado de extorsión grave y condenado a una larga pena. Pero, ¿era realmente culpable de chantaje o fue víctima de un complot legal contra él? "Un secreto real" no deja lugar a dudas sobre cómo sucedió todo, una historia de amor verdadero pero prohibido, y un retrato a la vez trágico y perturbador de cómo Kurt Haijby (Sverrir Gudnason) fue víctima de la hipocresía, la homofobia y, no menos importante, del Presidente del Tribunal Supremo, Torsten Nothin (Reine Brynolfsson), que lo recluyó tanto en una prisión de la Gestapo como en Beckomberga. Se trata de una producción de primera. Sverrir Gudnason crea un Kurt Haijby convincentemente neurótico, y Staffan Göthe capta al envejecido, pero viril Gustavo V con sensibilidad, (abiertamente homosexual sobre todo hacia el final de su vida), Sanna Krepper (como la Sra. Haijby), Tova Magnusson interpreta a una fiscal de la serie de los 90 Ally McBeal. y Adam Pålsson (como el abogado Henning Sjöström) actúan bastante bien, y todo es de gran calidad, desde la escenografía y el vestuario hasta la fotografía y la dirección de Lisa James Larsson. No obstante, el guión no reconoce qué es ficción y qué es realidad. El problema de esta historia es que no sabemos exactamente qué es verdad. Y la serie dramática distorsiona lo que sí sabemos: que en los años 30 y 40 la familia real pagó enormes sumas a Kurt Haijby, que se le permitió alquilar un castillo en Närke, que recibió dinero de la familia real para abrir y dirigir diversos negocios. Sin embargo, esto es algo que se omite en la serie, que, en cambio, se centra en establecer con absoluta certeza y sin lugar a dudas que Gustavo V y Kurt Haijby tuvieron una relación, y que además fue romántica. Además, la serie no está exenta de problemas, y cuanto más se lee sobre Haijby ,más se tiene la sensación de que su personaje está muy simplificado, y dotado de una gloria de santo desproporcionadamente grande. En aras del dramatismo, se ha hecho a Kurt inocente e ingenuo. Vamos, que lo convierten en un mártir. La homosexualidad, afortunadamente, ya no es un delito penal. Pero sí lo es, y mucho, la explotación sexual de un menor, y la presunta "fornicación con menores" de Haijby es uno de los varios signos de interrogación que aquí se tratan como pequeños paréntesis. Ciertamente, la serie no pretende ser una verdad absoluta, pero se ha optado por omitir muchas cosas de la historia.