Equinox

Quizás el hecho de que en su día se nos vendiera como la nueva 'Dark' haya supuesto una carga demasiado pesada para 'Equinox', pero lo cierto es que esta miniserie danesa está a años luz de la producción alemana en casi todos los aspectos que uno se pueda imaginar. En algunos momentos es cierto que es fácil encontrar similitudes entre ambas, tanto en la premisa inicial sobre una desaparición del pasado que años después vuelve a tambalear los cimientos del presente como en ciertas decisiones narrativas, pero con el paso de los capítulos va cambiando de rumbo para ir forjando poco a poco su propia identidad. El problema es que ese "poco a poco" se traduce en un desarrollo extremadamente lento (son 6 episodios y hasta el cuarto todavía parece que estemos en la introducción) que lastra mucho la capacidad de la serie para enganchar; algo a lo que tampoco ayudan unos personajes muy fríos y poco carismáticos y un tramo final tan críptico que dejará a más de uno con cara de "¿capasao aquí?".

A su favor destacaría los momentos en los que la serie se centra más en la parte de investigación y menos en la de carácter fantástico y sobrenatural, que es básicamente donde la trama se acaba perdiendo en sus propias pretensiones. ¿Conocéis esas cajas metálicas de pastas danesas que las madres y abuelas reciclaban para convertirlas en costureros y que tantos desengaños infantiles han ocasionado en la historia del mundo? Pues, en resumen, 'Equinox' es básicamente lo mismo: un producto danés que de primeras parece que va a ofrecerte una cosa, pero que al final te acaba dando otra que no logra cumplir con lo que prometía. Típica serie de esas que las ves por verlas y que las terminas por terminarlas.

Una serie realmente bien hecha, entre el mito, el esoterismo y lo onírico, todo en suspenso y descubrimientos. Buenos actores, dirección sencilla y eficaz. En definitiva, una buena serie que nos sumerge en un sueño despierto en medio del paisaje y la cultura danesa. “Équinox” es intrigante al principio, luego plana por momentos, las secuencias oníricas están hechas con pocos medios y podrían haber sido mejores, pero el placer de descubrir el horror-folk escandinavo permanece. Hemos visto cosas mucho mejores en este estilo, pero el final es interesante. Puede resultar un poco lenta para algunos, pero a mí me ha gustado.

Para tener seis capítulos se me ha hecho un poco cuesta arriba. La sinopsis es interesante, pero entre que la protagonista no me despertaba simpatía y que no conectaba con la historia me ha costado pillar el hilo. A mitad de temporada se empieza a animar un poco cuando se va hacia donde conduce todo, peo ya había perdido el interés del inicio.

La trama sobre Ida y Astrid está bien, pero no me convence la forma de contarla. Lo más interesante ha sido la experiencia de Astrid en el psiquiátrico infantil.