Crítica de Veredicto final por Selasor

'Veredicto final' es otra película que me fascina de Sidney Lumet. En esta ocasión con un maravilloso Paul Newman que nos entrega una gran actuación con un personaje algo arquetipo en este tipo de temáticas, y una dirección que sobrelleva de forma excelente este drama judicial que plantea perspectivas interesantes como la arbitrariedad del juez, el deseo egoísta del gremio de los abogados de luchar por el ego y el dinero, el miedo de las partes, y que leo también como una crítica a la propia institución del Jurado.

La crítica reside en lo absurdo de la resolución del Jurado, una decisión que no necesita una coherencia, un fondo válido o una argumentación mínima como es el caso, pues dadas las pruebas practicadas y aportadas por las partes no cabe lógica alguna en el veredicto. Mientras que a un Juez/Tribunal en nuestro ordenamiento jurídico (donde tb existe esta Institución aunque de forma más limitada) se le exige una sentencia con una determinada estructura que contenga una argumentación jurídica coherente y congruente con el proceso y el fallo, el Jurado simplemente debe obedecer a una estúpida creencia de "justicia" para su resolución. Y ojo porque ambas deben ser conforme a Derecho, y en este caso también lo es, el problema es de la ley que permite y regular esto. Cosa que no siempre se entiende por la población pero que deriva en una necesaria crítica al legislador (aquellos diputados y senadores que forma las Cámaras Parlamentarias encargadas del poder legislativo) y no a quien ejerce la función jurisdiccional.

Finalmente y sobre la dirección quiero resaltar que es fascinante cómo utiliza Lumet el lenguaje cinematográfico para enfatizar la intensidad de cada momento, a veces parece algo invisible pero ahí está, como ese plano conjunto que se va aproximando hasta convertirse en un primer plano de Newman en el veredicto final. Cuando hasta alguien con tan poco formación al respecto lo puede apreciar, es que la maestría es indudable.