Crítica de Turno de día por gjulo
Redactada: 2024-09-08
Bud, que limpia tanto piscinas como chupasangres escondidos en la soleada Los Ángeles, se ve acorralado por su ex mujer, que amenaza con mudarse con la hija de ambos si no le paga los gastos escolares y dentales. Prohibido durante algún tiempo por el sindicato local de cazadores de vampiros debido a su ingobernable comportamiento, Bud no tiene más remedio que pedir su reincorporación para conseguir una importante suma de dinero. A cambio, un miembro del sindicato tiene que seguir todos sus movimientos e informar de cualquier infracción de las normas a su jefe de departamento. Mientras tanto, una vampiresa agente inmobiliaria pone sus miras en el futuro de Los Ángeles...
"Turno de día" es el primer largometraje de J.J. Perry, un doble especializado en peleas que se ha aliado con los guionistas y productores de la saga "John Wick" para dar la campanada en lo que a masacres vampíricas se refiere. Y lo menos que podemos decir es que se nota en la pantalla: "Turno de día" vale esencialmente su peso en oro por sus impresionantes secuencias de enfrentamientos, coreografiadas a la perfección y repletas de enemigos de dientes largos con pasión por el contorsionismo. Entre una anciana a la que no le seduce precisamente la idea de ser reducida a cenizas, una batalla épica en compañía de dos hermanos cazadores en una casa de los suburbios y una parte final en la que las balas vuelan de todas partes con la ayuda de una celebridad erigida en figura de frialdad absoluta, J.J. Perry cumple su cometido de asombrarnos con la fluidez que emana de estas secuencias y las ejecuciones imaginativas muy divertidas que se suceden, incluso si a este recién llegado detrás de la cámara le falta claramente un poco de experiencia para lucir mucho más los esfuerzos de sus dobles. La persecución por carretera, por ejemplo, es cruelmente impersonal en cuanto a su dirección, dándole incluso el aire de una demostración sin alma de un conjunto de acrobacias filmadas a la altura de un dron, donde todos los trucos obligatorios son demasiado mecánicos (explosiones, volteretas en moto, etc.).
Como comedia de acción terrorífica en toda regla, "Turno de día" hace gala de mucha menos inventiva y se contenta con refugiarse en los estándares básicos de las buddy-movie pegando a su acalorado héroe padre de familia, interpretado por Jamie Foxx, a un oficinista estirado (Dave Franco) cuyo principal recurso cómico es hacerle verter secreciones corporales por todos los orificios. Como de costumbre, todo enfrenta a estos dos y, adivinen qué, acaban llevándose bien ante la adversidad, aunque hay una buena idea al final para inyectar algo de sangre nueva en esta dinámica sin aliento. Por desgracia, llega demasiado tarde y no tiene tiempo de dar del todo sus frutos (aparte de un problema de "cabeza" bastante gracioso).
En términos de intriga vampírica, "Turno de día" tiene el mérito de establecer su propio universo, tanto estéticamente, con su entorno sorprendentemente soleado en contraste con la habitual oscuridad que se aferra a la pálida piel de sus criaturas nocturnas, como mitológicamente, con la diversidad de sus razas vampíricas y sus cazadores sindicados, Pero como al final todo se reduce a la banal oposición a un vampiro que busca saciar su sed de dominación sobre los humanos con un telón de fondo de secuestros de inocentes en escenarios subterráneos, "Turno de Día" también lucha por dejar algún rastro de identidad específica en estos aspectos.
El talento de J.J. Perry para las acrobacias y las coreografías de lucha es el principal atractivo de este divertimento veraniego, en el que se puede apuñalar, rebanar y disparar con verdadero regocijo a cualquier cosa con caninos demasiado visibles. El conjunto también cuenta con el apoyo de un simpático par de actores (incluido el que interpreta al personaje de Big John), pero no hay mucho más que eso.
"Turno de día" es el primer largometraje de J.J. Perry, un doble especializado en peleas que se ha aliado con los guionistas y productores de la saga "John Wick" para dar la campanada en lo que a masacres vampíricas se refiere. Y lo menos que podemos decir es que se nota en la pantalla: "Turno de día" vale esencialmente su peso en oro por sus impresionantes secuencias de enfrentamientos, coreografiadas a la perfección y repletas de enemigos de dientes largos con pasión por el contorsionismo. Entre una anciana a la que no le seduce precisamente la idea de ser reducida a cenizas, una batalla épica en compañía de dos hermanos cazadores en una casa de los suburbios y una parte final en la que las balas vuelan de todas partes con la ayuda de una celebridad erigida en figura de frialdad absoluta, J.J. Perry cumple su cometido de asombrarnos con la fluidez que emana de estas secuencias y las ejecuciones imaginativas muy divertidas que se suceden, incluso si a este recién llegado detrás de la cámara le falta claramente un poco de experiencia para lucir mucho más los esfuerzos de sus dobles. La persecución por carretera, por ejemplo, es cruelmente impersonal en cuanto a su dirección, dándole incluso el aire de una demostración sin alma de un conjunto de acrobacias filmadas a la altura de un dron, donde todos los trucos obligatorios son demasiado mecánicos (explosiones, volteretas en moto, etc.).
Como comedia de acción terrorífica en toda regla, "Turno de día" hace gala de mucha menos inventiva y se contenta con refugiarse en los estándares básicos de las buddy-movie pegando a su acalorado héroe padre de familia, interpretado por Jamie Foxx, a un oficinista estirado (Dave Franco) cuyo principal recurso cómico es hacerle verter secreciones corporales por todos los orificios. Como de costumbre, todo enfrenta a estos dos y, adivinen qué, acaban llevándose bien ante la adversidad, aunque hay una buena idea al final para inyectar algo de sangre nueva en esta dinámica sin aliento. Por desgracia, llega demasiado tarde y no tiene tiempo de dar del todo sus frutos (aparte de un problema de "cabeza" bastante gracioso).
En términos de intriga vampírica, "Turno de día" tiene el mérito de establecer su propio universo, tanto estéticamente, con su entorno sorprendentemente soleado en contraste con la habitual oscuridad que se aferra a la pálida piel de sus criaturas nocturnas, como mitológicamente, con la diversidad de sus razas vampíricas y sus cazadores sindicados, Pero como al final todo se reduce a la banal oposición a un vampiro que busca saciar su sed de dominación sobre los humanos con un telón de fondo de secuestros de inocentes en escenarios subterráneos, "Turno de Día" también lucha por dejar algún rastro de identidad específica en estos aspectos.
El talento de J.J. Perry para las acrobacias y las coreografías de lucha es el principal atractivo de este divertimento veraniego, en el que se puede apuñalar, rebanar y disparar con verdadero regocijo a cualquier cosa con caninos demasiado visibles. El conjunto también cuenta con el apoyo de un simpático par de actores (incluido el que interpreta al personaje de Big John), pero no hay mucho más que eso.
Guion
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Banda sonora
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Interpretación
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Efectos
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Ritmo
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Entretenimiento
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Complejidad
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