Crítica de The Children por gjulo
Redactada: 2025-01-06
Otra película de terror con niños salvajes. Uno pensaría que no hay nada nuevo, pero lo hay... “The Children (2009)” es una pequeña película británica de serie B sin pretensiones en la que un grupo de mocosos deciden por capricho (o más bien, debido a los efectos de un virus) matar a sus padres.
Están celebrando felizmente la Navidad en una casa en medio del bosque, pero justo cuando están a punto de sentarse a cenar, los aparentemente dulces querubines se transforman poco a poco en horripilantes monstruitos. Sin nada que esperar, los adultos emprenden un viaje al infierno, perseguidos por los niños, armados con cualquier cosa que tengan a mano, porque aquí cualquier cosa puede ser un arma. Los niños son creíbles y sus rostros inquietantes, a pesar de que la dirección es demasiado floja para este tipo de película. Pero “The Children” no deja de ser el arma antiabortista del puritanismo. En la tradición de películas diabólicas para niños/adolescentes, ésta destaca no sólo por su mediocridad como obra, sino también por su repulsiva moralidad. Los niños atacan a sus padres sin motivo aparente, sólo porque nos enteramos de que se trata de una "enfermedad" que han cogido en el bosque. Pero, ¿por qué? ¿De qué? Bueno, no lo sabremos, ya que el guionista ni siquiera tiene la decencia de ofrecernos un esbozo de su obra, ofreciendo esta misteriosa enfermedad como una tapadera. De hecho, la perversidad de la película reside en su discurso subyacente: la heroína de la película es, como ella misma dice, un "aborto fallido" y es ella quien comprende rápidamente lo que ocurre, luchando por salvar a su madre. El aborto está mal, y los productores están dispuestos a hacer cualquier cosa para que lo entendamos, aunque sea utilizar el miedo primario sin argumentos. En el plano puramente cinematográfico, nos encontramos con personajes sin sabor pero sin demasiados clichés en general, a excepción de Casey, la chica disfrazada de rebelde que nos agasaja con su falda ultracorta durante 2/3 de la película, cuando es lo único que tenemos para enganchar al espectador... Nos encontramos con personajes que aparecen por arte de magia en una habitación, efectos sonoros de vísceras completamente surrealistas en total contradicción con el realismo que implica el cuerpo humano o simplemente la credibilidad de la historia. Al fin y al cabo, no son más que niños, y la estupidez de las reacciones de los personajes es flagrante (falta de reactividad). Al final, la película gira en torno a una moraleja puritana, unos efectos de sonido inverosímiles y una acumulación de escenas sangrientas que no hacen avanzar nada la historia.
Están celebrando felizmente la Navidad en una casa en medio del bosque, pero justo cuando están a punto de sentarse a cenar, los aparentemente dulces querubines se transforman poco a poco en horripilantes monstruitos. Sin nada que esperar, los adultos emprenden un viaje al infierno, perseguidos por los niños, armados con cualquier cosa que tengan a mano, porque aquí cualquier cosa puede ser un arma. Los niños son creíbles y sus rostros inquietantes, a pesar de que la dirección es demasiado floja para este tipo de película. Pero “The Children” no deja de ser el arma antiabortista del puritanismo. En la tradición de películas diabólicas para niños/adolescentes, ésta destaca no sólo por su mediocridad como obra, sino también por su repulsiva moralidad. Los niños atacan a sus padres sin motivo aparente, sólo porque nos enteramos de que se trata de una "enfermedad" que han cogido en el bosque. Pero, ¿por qué? ¿De qué? Bueno, no lo sabremos, ya que el guionista ni siquiera tiene la decencia de ofrecernos un esbozo de su obra, ofreciendo esta misteriosa enfermedad como una tapadera. De hecho, la perversidad de la película reside en su discurso subyacente: la heroína de la película es, como ella misma dice, un "aborto fallido" y es ella quien comprende rápidamente lo que ocurre, luchando por salvar a su madre. El aborto está mal, y los productores están dispuestos a hacer cualquier cosa para que lo entendamos, aunque sea utilizar el miedo primario sin argumentos. En el plano puramente cinematográfico, nos encontramos con personajes sin sabor pero sin demasiados clichés en general, a excepción de Casey, la chica disfrazada de rebelde que nos agasaja con su falda ultracorta durante 2/3 de la película, cuando es lo único que tenemos para enganchar al espectador... Nos encontramos con personajes que aparecen por arte de magia en una habitación, efectos sonoros de vísceras completamente surrealistas en total contradicción con el realismo que implica el cuerpo humano o simplemente la credibilidad de la historia. Al fin y al cabo, no son más que niños, y la estupidez de las reacciones de los personajes es flagrante (falta de reactividad). Al final, la película gira en torno a una moraleja puritana, unos efectos de sonido inverosímiles y una acumulación de escenas sangrientas que no hacen avanzar nada la historia.
Guion
0 ✮
Banda sonora
0 ✮
Interpretación
0 ✮
Efectos
0 ✮
Ritmo
0 ✮
Entretenimiento
0 ✮
Complejidad
0 ✮
Sentimiento
0 ✮
Duracion
0 ✮
Credibilidad
0 ✮
Fotografía
0 ✮
Dirección
0 ✮
Valoraciones en tu crítica:
Todavía no hay comentarios
Comentarios