Crítica de Señora Doubtfire, papá de por vida por Nuemiel

Se trata de esas películas que, sin importar los años que pasen, siempre tengo ganas de verla cuando se presenta la oportunidad. De niña la veía por lo divertida que era y ahora la veo además con nostalgia. Estoy segura que dentro de otros tantos años seguiré descubriendo nuevos matices en esta tierna historia.

Sonrisa permanente cada vez que aparece Robin Williams en escena. ¡Qué grande y cuánto lo echo de menos! Siempre formará parte de mi infancia. En esta ocasión el trabajo del actor es sobresaliente, creando un personaje carismático: la señora Doubtfire, tan disparatada como severa, pero siempre encantadora.

También maravillosa Sally Field en su papel de madre. Los niños tampoco lo hacen mal, sobre todo nuestra pequeña Matilda. Pierce Brosnam en su papel de eterno galán. Tengo la impresión de que sólo tiene un peinado para todas las películas, quizás alguna vez se ha dejado barba pero poco más.

Una película muy divertida, con un argumento original y un guión que transmite el gran amor entre un padre y sus hijos. Una de las mejores comedias para ver en familia y disfrutar un buen rato, adecuada siempre que uno quiera reír o emocionarse, para valorar todo lo que tenemos cerca y darnos cuenta de cuánto hemos madurado.

Diez años después de la realización de la película, en 2003, se comenzó a hablar de una secuela, pero Robin Williams no estaba contento con el guión y el proyecto no avanzó gran cosa. Tristemente la muerte del actor hizo que cualquier idea de retomar la franquicia desapareciera al momento.

Aunque desgraciadamente Robin Williams ya no se encuentra entre nosotros, su legado contempla auténticas joyas que recomiendo que veáis. Gracias por todos los buenos momentos que nos has regalado y por hacernos gozar de una infancia mucho mejor.

Saludos ;)