Redactada: 2024-01-18
Saltburn es una película dramática y satírica protagonizada por Barry Keoghan.
Un muchacho con problemas sociales que no es capaz de encontrar su lugar en Oxford, conoce a otro mozo que es todo lo contrario socialmente. Así, el carismático y el antisocial harán buenas migas, por las que el primero le dirá al segundo, que le acompañe a Saltburn, su mansión familiar, a pasar el verano.
Pues aquí tenemos otra sátira a la clase pudiente, esta vez británica, en una película que se hace un poco densa en su trama pero brilla más cuando echa mano de ese humor negro, que cuando desarrolla la historia del protagonista.
La historia que han creado como "pretexto" para que se produzcan esas situaciones más satíricas se hace algo de bola, pero sobre todo gracias a la interpretación de Keoghan, y a las cartas que se guarda esta película, llega un punto en el que ya has fruncido el ceño varias veces y empiezas a preguntarte qué le pasa a este protagonista tan rarito ( la escena de la bañera me ha dado mucha grima ), desembocando todo en un final que se hace un poco de rogar pero al que ha merecido la pena llegar. Un final de esos que uno no ve venir (o sí).
Mención especial a Rosamund Pike, en general los diálogos me han gustado, pero cada uno de los que pasa por ella, lo mejora.
Un muchacho con problemas sociales que no es capaz de encontrar su lugar en Oxford, conoce a otro mozo que es todo lo contrario socialmente. Así, el carismático y el antisocial harán buenas migas, por las que el primero le dirá al segundo, que le acompañe a Saltburn, su mansión familiar, a pasar el verano.
Pues aquí tenemos otra sátira a la clase pudiente, esta vez británica, en una película que se hace un poco densa en su trama pero brilla más cuando echa mano de ese humor negro, que cuando desarrolla la historia del protagonista.
La historia que han creado como "pretexto" para que se produzcan esas situaciones más satíricas se hace algo de bola, pero sobre todo gracias a la interpretación de Keoghan, y a las cartas que se guarda esta película, llega un punto en el que ya has fruncido el ceño varias veces y empiezas a preguntarte qué le pasa a este protagonista tan rarito ( la escena de la bañera me ha dado mucha grima ), desembocando todo en un final que se hace un poco de rogar pero al que ha merecido la pena llegar. Un final de esos que uno no ve venir (o sí).
Mención especial a Rosamund Pike, en general los diálogos me han gustado, pero cada uno de los que pasa por ella, lo mejora.
Guion
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Banda sonora
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Interpretación
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Efectos
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Ritmo
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Entretenimiento
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Complejidad
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Sentimiento
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Duracion
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Credibilidad
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Fotografía
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Dirección
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