Crítica de Ruido de fondo por Migatoyyo

Noah, soy yo, no eres tú. Sabes que te he declarado mi amor en múltiples ocasiones, pero si sigues por aquí, siento que lo nuestro está llegando a su fin. Ya no nos reímos como lo hacíamos con Frances Ha, ahora tus chistes me parece que han perdido su gracia y finjo mis sonrisas para que no te sientas mal. Estábamos en la misma onda cuando hablaste del paso del tiempo y la resistencia a perder la juventud en While We're Youngs y en esos momentos me sentí tan cerca de ti. Pero, ese miedo a envejecer, a morir, se ha vuelto patológico en ti hasta el extremo del absurdo y eso nos separa. Entiendo que después de la intensidad de Marriage Story quisieras hacer algo ligero, una comedia, para equilibrar tu estado anímico, pero es que White Noise no es ni una comedia, ni una película de terror, ni una fábula social, ni nada que se me ocurra. No soy un cultureta y no leo a DeLillo, pero viendo sus adaptaciones al cine me quedan muy pocas ganas de hacerlo.
En ningún momento le he encontrado la gracia a sus personajes, sus conversaciones y sus experiencias, todo en la película me ha parecido absurdo (ni siquiera en el sentido en el que te acaba haciendo gracia) y, seguro que por mi falta de capacidad, no he encontrado sentido a la crítica social más allá de un par de momentos que no justifican un metraje desmedido y profundamente aburrido.
Por ser la primera pelicula que veo en el año, decidí aguantarla (el verbo exacto es aguantar, sí) hasta el final para poder escribir con propedad esta crítica, pero de verdad que me costó mucho. Al menos eso me permitió llegar a los títulos de crédito que me hicieron tan poca gracia como el resto del filme.