Crítica de Matar a un tigre por MartaPD
Redactada: 2024-03-08
Ole por esa familia y, sobre todo, ole por ese padre que apoyó incondicionalmente a su hija en la búsqueda de justicia incluso con todo un pueblo en contra y sabiendo de sobras la presión de grupo tan fuerte que hay en la India con el tema del "honor" en las comunidades especialmente pequeñas. En este caso el "honor" de una niña de 13 añitos que consideran mancillada porque tres cabrones de mierda la violaron en grupo, pero ella quiere justicia, confía y se lo cuenta a sus padres y a través de su dolor es capaz de sentirse convencida de que ella no ha hecho nada malo (aunque llegue a tener sus dudas momentáneas lógicas por los mensajes horribles que recibe de sus vecines), sino que han sido sus violadores quienes han actuado mal. Me ha asombrado su entereza en algunos momentos, incluso cuando llora y se siente sobrepasada por la situación, habla muy bien de la educación que ha recibido en casa.
Si bien ella es la víctima, el documental no pone el foco sobre ella ya que es menor (y además sabemos a través de las notas finales del documental que solo accedió a salir a posteriori una vez vio las imágenes grabadas y tras consultar el equipo técnico a una asociación feminista), así que el protagonista es su padre, precisamente por el precedente tan fuerte que supone su caso. Viéndolo hablar y reaccionar a las palabras de su hija me ha quedado clarísimo que es un buen hombre que haría cualquier cosa por sus hijes. La hija lo describe con palabras también muy bonitas, como alguien amable, que siempre la escucha y de hecho que tenga tanta confianza con él para hablar de estos temas me dice que tiene un gran corazón, incluso aún con sus problemas con el alcohol después de verse sometido a tanta presión por el caso y las amenazas que está recibiendo su familia (algo que él mismo reconoce que no es bueno pero que se siente sobrepasado). Su personalidad se contrapone con otros hombres de su aldea con cerebros totalmente comidos por la misoginia (vaya gilipollas mamarracho el jefe de la comunidad, madre mía). Es cierto que por momentos Ranjit parece un hombre demasiado tranquilo, incluso pasivo y que puede dejarse pisar en conversaciones por no ser firme, pero frente a otras opiniones que dicen que le falta "sangre" me ha parecido una masculinidad muy agradable de ver e incluso tierna.
Es un gran documental del que podemos aprender mucho sobre los terribles tentáculos del patriarcado, porque se dicen verdaderas barbaridades victimizando a la niña e incluso proponiendo la "solución mágica" del pueblo de que se case con uno de los violadores para salvaguardar su honra. Se trata de una lucha contra este tipo de pensamientos arcaicos y tan arraigados en ciertas zonas rurales de India, con la normalización de la violencia de género a favor de una "convivencia" en la que las mujeres no parecen contar ni tener voz y el jefe debe ser el "padre de familia" que la proteja. De hecho culpan al padre (y secundariamente a la niña) de la violación incluso aunque lleguen a reconocer que los violadores actuaron mal. Es una mentalidad completamente "de locos" pero que conocemos más que bien, por desgracia.
No la conozco pero me he sentido muy orgullosa al ver a la niña acudir con tanta entereza al juzgado a declarar, camina con firmeza y seguridad, va recta y en ningún momento agacha la cabeza. Es algo a destacar sabiendo de sobras la rectivimización que sufren las víctimas a lo largo del proceso judicial cuando denuncian, de hecho en la India la gran mayoría de casos de violación jamás son denunciados por el estigma que hay y se "solucionan" en las aldeas (con esa maravillosa perogrullada machista que defienden) . También es verdad que la familia recibe apoyo muy cercano de una asociación a favor de la igualdad y de que se persigan estos casos, que los asesora durante el proceso. Y el final me ha alegrado muchísimo aunque les quede camino por delante, un juez que lo hace bien siempre es algo a celebrar.
Al final Ranjit explica orgulloso que a pesar de su pobreza y de las escasas oportunidades que él ha tenido en la vida espera haber ayudado a cambiar algo y haber demostrado que ha educado a sus hijes en buenos valores. Ya te digo yo a ti que sí, Ranjit. Me ha conmovido.
Si bien ella es la víctima, el documental no pone el foco sobre ella ya que es menor (y además sabemos a través de las notas finales del documental que solo accedió a salir a posteriori una vez vio las imágenes grabadas y tras consultar el equipo técnico a una asociación feminista), así que el protagonista es su padre, precisamente por el precedente tan fuerte que supone su caso. Viéndolo hablar y reaccionar a las palabras de su hija me ha quedado clarísimo que es un buen hombre que haría cualquier cosa por sus hijes. La hija lo describe con palabras también muy bonitas, como alguien amable, que siempre la escucha y de hecho que tenga tanta confianza con él para hablar de estos temas me dice que tiene un gran corazón, incluso aún con sus problemas con el alcohol después de verse sometido a tanta presión por el caso y las amenazas que está recibiendo su familia (algo que él mismo reconoce que no es bueno pero que se siente sobrepasado). Su personalidad se contrapone con otros hombres de su aldea con cerebros totalmente comidos por la misoginia (vaya gilipollas mamarracho el jefe de la comunidad, madre mía). Es cierto que por momentos Ranjit parece un hombre demasiado tranquilo, incluso pasivo y que puede dejarse pisar en conversaciones por no ser firme, pero frente a otras opiniones que dicen que le falta "sangre" me ha parecido una masculinidad muy agradable de ver e incluso tierna.
Es un gran documental del que podemos aprender mucho sobre los terribles tentáculos del patriarcado, porque se dicen verdaderas barbaridades victimizando a la niña e incluso proponiendo la "solución mágica" del pueblo de que se case con uno de los violadores para salvaguardar su honra. Se trata de una lucha contra este tipo de pensamientos arcaicos y tan arraigados en ciertas zonas rurales de India, con la normalización de la violencia de género a favor de una "convivencia" en la que las mujeres no parecen contar ni tener voz y el jefe debe ser el "padre de familia" que la proteja. De hecho culpan al padre (y secundariamente a la niña) de la violación incluso aunque lleguen a reconocer que los violadores actuaron mal. Es una mentalidad completamente "de locos" pero que conocemos más que bien, por desgracia.
No la conozco pero me he sentido muy orgullosa al ver a la niña acudir con tanta entereza al juzgado a declarar, camina con firmeza y seguridad, va recta y en ningún momento agacha la cabeza. Es algo a destacar sabiendo de sobras la rectivimización que sufren las víctimas a lo largo del proceso judicial cuando denuncian, de hecho en la India la gran mayoría de casos de violación jamás son denunciados por el estigma que hay y se "solucionan" en las aldeas (con esa maravillosa perogrullada machista que defienden) . También es verdad que la familia recibe apoyo muy cercano de una asociación a favor de la igualdad y de que se persigan estos casos, que los asesora durante el proceso. Y el final me ha alegrado muchísimo aunque les quede camino por delante, un juez que lo hace bien siempre es algo a celebrar.
Al final Ranjit explica orgulloso que a pesar de su pobreza y de las escasas oportunidades que él ha tenido en la vida espera haber ayudado a cambiar algo y haber demostrado que ha educado a sus hijes en buenos valores. Ya te digo yo a ti que sí, Ranjit. Me ha conmovido.
Guion
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Banda sonora
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Interpretación
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Efectos
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Ritmo
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Entretenimiento
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Complejidad
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Dirección
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