Redactada: 2020-09-15
Bajo mi punto de vista, el mayor interés de "Los asesinos están entre nosotros" no reside tanto en la obra en sí sino en todo aquello que rodea su producción y difíciles condiciones de rodaje.

Realizada nada más terminar la Segunda Guerra Mundial, se trata de la primera película de la recién nacida RDA y, salvando las distancias, podría ser el equivalente alemán con las italianas "Alemania, año cero" en cuanto a temática, y "Roma, ciudad abierta", por las ya referidas dificultades de la empresa. Son reales los escasos exteriores de una espectral Berlín casi reducida a escombros (magnífico el plano de la pareja protagonista emergiendo de las sombras nocturnas de una calle en ruinas) y muy realistas las imágenes de las viviendas de los principales personajes de la película.

Ya entrando en la historia en sí, se aprecia cogida con alfileres. Pese al excelente trabajo interpretativo de Hildegard Knef, me da que la sobreactuación de su partenaire masculino no lo acompaña adecuadamente y, lo que es peor, cuesta asimilar la relación entre ambos y el rápido tránsito en sus actitudes y estados de ánimo con respecto a la otra persona. Tan difícilmente digeribles son estas transiciones como la presentación de otro personaje clave, al que se refiere el título y que cuesta ubicar casi hasta el final de la película por mor de un guión bastante inconexo.

Este emblemático título puede resumirse en parte como un acto de expiación de culpas por la nueva responsabilidad germana en generar los peores conflictos bélicos así como en su voluntad de señalar a los principales responsables de la tragedia, denunciando que muchos de ellos se hallaban conviviendo, incluso bajo otras distintas identidades, entre el resto de la derrotada población.
Guion
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Banda sonora
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Interpretación
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Efectos
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Ritmo
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Entretenimiento
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Fotografía
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