Redactada: 2024-06-15
Una de esas películas que brillan por un reparto fundamentalmente femenino que se sale y con ello la historia va sola, centrada en una protagonista interpretada por Winona Ryder en la cima de su joven carrera y con una Angelina Jolie también brillante entre la sociopatía y la vulnerabilidad. Y, aunque sabía que ambas salían en ella, no sabía que estaban tan bien rodeadas: Brittany Murphy, Elisabeth Moss, Whoopi Goldberg... El desfile de caras conocidas es un no parar. El guion nos presenta a Susanna, una chica acechada por una difícil crisis ¿depresiva? que la lleva a cometer un intento de suicidio y que es ingresada en un hospital psiquiátrico en donde trabará amistad y complicadas relaciones con un grupo de chicas jóvenes con sus propios problemas vitales y psicológicos.

Lo primero que se me ha venido a la cabeza es que no es un psiquiátrico cualquiera, es claramente un centro más bien de lujo donde entran chicas cuya familia se lo puede permitir económicamente, teniendo en cuenta que estos son los 60 y el trato a pacientes de este estilo no era, ni de lejos, tan benevolente y cuidado. Así que ahí ya hay un claro sesgo porque muches otres no tuvieron esta "suerte" (no se puede considerar suerte, claro, pero en una comparativa histórica sabemos que había sitios infinitamente peores), aunque sigue siendo una película bastante dura. Podría ser más dura si nos enseñasen situaciones que sabemos que están ahí, como la terapia de electroshocks, pero el filme prefiere concentrarse en un dolor más introspectivo y no tan físico. Ryder y Jolie son el centro de todo, en una especie de relación algo tóxica pero al mismo tiempo de apoyo, amistad y cierta atracción antagónica. No hay duda de que existe una implícita sapphic lecture sobrevolando algunas escenas, cosa por otro lado casi inevitable con esta Angelina Jolie y la Winona Ryder noventera más tomboy.

La forma en la que se cuidan unas a otras ahí dentro y generan lazos dentro de las peculiaridades de cada una para sentirse a salvo durante la reclusión, jugando con los límites de las normas de la institución para buscar instantes de liberación es algo muy bonito. Me ha gustado especialmente el momento en que deciden ir a cantarle a Polly por la noche para calmarla, cuando está en la celda de reclusión tras tener una crisis bastante seria. Es una historia que contiene bastante sororidad femenina, aunque sea desde posiciones psicológicamente muy complejas y a menudo ambiguas, donde Susanna está constantemente debatiéndose con su propia identidad y con lo que la ha llevado hasta ahí. ¿Está enferma o está sana? ¿Quiere estar enferma o sana? Es el dilema central de su psique. El límite entre una cosa y otra está claramente marcado por la sociedad y en su monólogo final Susanna básicamente dice que la locura son más bien cosas que hacemos todes pero "amplificadas: "If you ever told a lie, and enjoyed it. If you ever wished you could be a child, forever". Es el hecho de llevarlas a máximo, que se "salgan de control", lo que te lleva a desarrollar un trastorno o a ser etiquetada con uno por la sociedad, por lo que tienes que curarte, si quieres volver a "ser normal" y salir a la sociedad. Aunque me hubiese gustado que la peli indagase un poco más en esto y fuese más crítica con el tema, en lugar de simplemente aceptar que es así y tienen razón en que estás enferma y debes curarte para seguir con tu vida.

Es cristalino que "Girl, Interrupted" son sus personajes, muy por encima de su trama. Ryder y Jolie están magnéticas en sus papeles, aunque todas las demás no se quedan atrás. El conjunto es emocionalmente crudo y visceral, aunque siempre a través de la mirada contemplativa de Susanna, que no deja de trasladarlo todo a una especie de diario lleno de pensamientos y reflexiones sobre sí misma, su entorno y sus compañeras. El personaje más ambivalente y turbulento es el de Lisa, claro, una chica de temperamento tan atrayente y afectuoso como frío y calculador, que necesita estar institucionalizada para "sentirse viva" porque al final es el único lugar donde tiene un control sobre el resto y donde puede vivir a través de su "enfermedad", un estado en el que se siente libre y que termina llevándola siempre al mismo lugar en un ciclo que se retroalimenta. ¿Pero está enferma o es en realidad una víctima de la sociedad que le dice compulsivamente que está mal ser como es y debe sí o sí dejarlo atrás?

Una película que da para profundas reflexiones sobre la salud mental y el papel que tenemos como sociedad en ella, aunque puede que se quede algo corta en los aspectos más críticos del tema. No está mal para ser los 90 y, además, nos deja algunas frases y diálogos que quitan el hipo y un amor hipnótico por estas mujeres jóvenes tan falibles como reales y trágicas.
Guion
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Banda sonora
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Interpretación
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Efectos
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Ritmo
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Entretenimiento
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Fotografía
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Dirección
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Valoraciones en tu crítica:

Comentarios

PTG 111
Comentario de Sandris hace 3 semanas
Pedazo de crítica! Chapó a todo lo que has dicho. Yo la vi hace poquito y me dejó en la mierda, pero como tú bien dices, tiene un tono bastante edulcorado porque todos sabemos cómo eran hace unos años las "terapias reconstituyentes"...
PTG 111
Comentario de MartaPD hace 2 semanas
@Sandris

¡Gracias! La verdad es que porque dicen que está ambientada en los 60 que si no pensaría que es en alguna década posterior porque no tenía esa sensación en ningún momento.
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