Crítica de Guardianes de la galaxia Vol. 2 por Obscuritas
Redactada: 2025-04-06
Teniendo en cuenta la escena post créditos de la primera, era de esperar cierta adorabilidad en esta secuela, pero no esperaba tanta. Y es que el comienzo, quitando la breve introducción, cuando ya nos encontramos con los Guardianes, es uno de los mejores inicios de la historia, sí lo digo. Ese baile... Muero de amor. ¿A quién le importa lo que está ocurriendo al fondo? O ese momento en el que todo se va a la mierda y él está sentadito en la nave comiendo chuches. Incluso si fuera la peor película de la historia, sólo por las escenas de Baby Groot ya merecería la pena. Pero si hasta a los saqueadores les resulta adorable y le hacen un trajecito, aunque también lo tratan fatal.
La cosa empieza con un encargo a este grupo tan variopinto, uno que para no variar no sale como debería porque ya sabemos cómo son, y parte de la película son las consecuencias de ese encargo, volviendo a aparecer personajes de la primera pero también otros nuevos, como los Soberanos y su Suma Sacerdotisa. Aunque en realidad esta es la historia de Peter Quill, ya en la primera película nos preguntábamos cuáles serían sus orígenes o quién sería su padre, y aquí vamos a conocer todo eso. El problema es que no pasa gran cosa, de hecho tienen más trama Rocket y Groot por su cuenta que el resto del grupo, por mucho que desde el primer momento se intuya que no todo es lo que parece y que se está cociendo algo.
Visualmente es espectacular, el planeta de Ego es realmente precioso, y los Soberanos muestran la perfección que imagino que se espera de ellos. El humor está ahí, como de costumbre, aunque por momentos se hace un tanto cargante, sobre todo con Drax riéndose como un histérico por absolutamente todo sin venir a cuento. Vale que él es así, pero resulta forzado, sobre todo cuando ya se repite demasiado. También es muy colorida y psicodélica, algo que parece que le gusta a James Gunn viendo El escuadrón suicida, hay alguna escena que parece un viaje, y no en nave espacial.
La primera vez que la vi me gustó mucho, debió de hacerlo si le tenía puesto un 9, pero se me ha llegado a hacer pesada en algunos momentos, así que imagino que me dejé llevar por mi amor por el bebé arbolito. Y es que para empezar Peter Quill es uno de los personajes que peor me caen de todo el UCM, es arrogante, infantil e insoportable, aunque claro, no es de extrañar si su padre se llama Ego, eso lo explica todo. Y respecto a eso, para lo que podríamos haber visto, lo que podría haber descubierto o demostrado Peter, se queda en nada, es un celestial, hijo de un planeta, y lo máximo que ha llegado a hacer ha sido agarrar una gema del infinito con la mano sin morir y crear una pelota de energía, porque lo que llega a hacer estando en el planeta al final se queda en nada. Eso sí, el final es realmente emotivo, no sólo la muerte de Yondu, aunque creo que se veía venir desde el principio, sino también el funeral de saqueadores.
Jamás de los jamases imaginé ver a Sylvester Stallone en el UCM, aunque también se unen a la fiesta Kurt Russell, Elizabeth Debicki y Pom Klementieff. Y durante el cameo por excelencia vemos a los Vigilantes que más adelante veríamos en What if. Aunque para cameo, el de David Hasselhoff. Y no sé qué pinta Michelle Yeoh con una apariencia idéntica a la que luego tendría Hela en Thor: Ragnarok.
En general me gusta menos que la primera, pero sigue siendo un buen entretenimiento y los Guardianes son muy diferentes a la mayoría de personajes que conocemos de este universo. Lo mejor, sin duda, la banda sonora ochentera que tanto le gusta a Peter y que hace que sea difícil no ponerse a bailar durante estas películas.
Por cierto, aquí se les fue bastante la mano con las escenas post créditos, tiene nada menos que cinco, aunque sólo una es relevante, la que nos promete una nueva llegada de cara a la tercera parte de la trilogía. Bueno, y otra nos muestra que ya no veremos a Baby Groot y que ahora es un adolescente inaguantable.
La cosa empieza con un encargo a este grupo tan variopinto, uno que para no variar no sale como debería porque ya sabemos cómo son, y parte de la película son las consecuencias de ese encargo, volviendo a aparecer personajes de la primera pero también otros nuevos, como los Soberanos y su Suma Sacerdotisa. Aunque en realidad esta es la historia de Peter Quill, ya en la primera película nos preguntábamos cuáles serían sus orígenes o quién sería su padre, y aquí vamos a conocer todo eso. El problema es que no pasa gran cosa, de hecho tienen más trama Rocket y Groot por su cuenta que el resto del grupo, por mucho que desde el primer momento se intuya que no todo es lo que parece y que se está cociendo algo.
Visualmente es espectacular, el planeta de Ego es realmente precioso, y los Soberanos muestran la perfección que imagino que se espera de ellos. El humor está ahí, como de costumbre, aunque por momentos se hace un tanto cargante, sobre todo con Drax riéndose como un histérico por absolutamente todo sin venir a cuento. Vale que él es así, pero resulta forzado, sobre todo cuando ya se repite demasiado. También es muy colorida y psicodélica, algo que parece que le gusta a James Gunn viendo El escuadrón suicida, hay alguna escena que parece un viaje, y no en nave espacial.
La primera vez que la vi me gustó mucho, debió de hacerlo si le tenía puesto un 9, pero se me ha llegado a hacer pesada en algunos momentos, así que imagino que me dejé llevar por mi amor por el bebé arbolito. Y es que para empezar Peter Quill es uno de los personajes que peor me caen de todo el UCM, es arrogante, infantil e insoportable, aunque claro, no es de extrañar si su padre se llama Ego, eso lo explica todo. Y respecto a eso, para lo que podríamos haber visto, lo que podría haber descubierto o demostrado Peter, se queda en nada, es un celestial, hijo de un planeta, y lo máximo que ha llegado a hacer ha sido agarrar una gema del infinito con la mano sin morir y crear una pelota de energía, porque lo que llega a hacer estando en el planeta al final se queda en nada. Eso sí, el final es realmente emotivo, no sólo la muerte de Yondu, aunque creo que se veía venir desde el principio, sino también el funeral de saqueadores.
Jamás de los jamases imaginé ver a Sylvester Stallone en el UCM, aunque también se unen a la fiesta Kurt Russell, Elizabeth Debicki y Pom Klementieff. Y durante el cameo por excelencia vemos a los Vigilantes que más adelante veríamos en What if. Aunque para cameo, el de David Hasselhoff. Y no sé qué pinta Michelle Yeoh con una apariencia idéntica a la que luego tendría Hela en Thor: Ragnarok.
En general me gusta menos que la primera, pero sigue siendo un buen entretenimiento y los Guardianes son muy diferentes a la mayoría de personajes que conocemos de este universo. Lo mejor, sin duda, la banda sonora ochentera que tanto le gusta a Peter y que hace que sea difícil no ponerse a bailar durante estas películas.
Por cierto, aquí se les fue bastante la mano con las escenas post créditos, tiene nada menos que cinco, aunque sólo una es relevante, la que nos promete una nueva llegada de cara a la tercera parte de la trilogía. Bueno, y otra nos muestra que ya no veremos a Baby Groot y que ahora es un adolescente inaguantable.
Guion
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Banda sonora
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Interpretación
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Efectos
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Ritmo
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Entretenimiento
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Complejidad
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Sentimiento
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Duracion
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Credibilidad
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Fotografía
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Dirección
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