Crítica de Furiosa: De la saga Mad Max por El9Pasajero

La titularia: - Buscando desesperadamente a Max,,,
Ni Fu (rioso) ni Fa!!
Más allá de la cúpula del trueno marcó un precedente en esta saga, si quería ganar en calidad y amplitud argumental deberia perder en intensidad y crudeza. Lo aceptamos a desgana y en detrimento del pobre Max, después de todo lo vivido se tuvo que conformar con ser comparsa tras Tina Turner y la tribu de Savannah Nix. Y la cosa bajo de nivel.
Casi 30 años después se despertó un día el sr Miller con ganas de volver a la carretera para demostrarnos que no se le habían acabado las correrías desérticas.
Pero prefirió volver a robarle el protagonismo a Max (Tom Hardy) en detrimento de esta Furiosa que hoy nos ocupa. Donde ella se encarga delante y detrás de las cámaras de bajarle los humos al amigo Rockatansky.
Pero vamos al meollo, que me enrollo.
Película espectacular, de hay la nota. Sino, posiblemente no hubiese superado el corte y se habría hundido en los números bajos. Pero Miller hace bueno el refrán de quien tuvo, retuvo y vuelve a dejarnos boquiabiertos con su destreza entre dunas y ruedas. Donde despliega todo el arsenal demostrando que esta vez no le va a faltar presupuesto ni se va a quedar sin fuel.
Y demostrándole a ciertos directores que nos tienen acostumbrados a ensordecernos con sus desfases sonoros, que no es necesario destrozarte los tímpanos para crear ambiente. Si, va por ti Villanueve,,, .
Pero le dedica demasiado esfuerzo a las coreos y menos a construir un guión algo más sólido y sin tantos corta y pega, y si te he visto no me acuerdo. No tiene el ritmo de la anterior y se le ven ciertas costuras. Pero tampoco le vayamos a pedir mucho al maestro que ya nos tiene acostumbrados a hacer mucho ruido para no tener que pensar demasiado.
Y me ha desquiciado el personaje de Dementus, era necesario traer a esta saga a un actor tan poco moldeable, tan vacío en expresión y sin una pizca de gracia ?
Porque pretende ser el nuevo Hamlet del desierto con la nariz de Cyrano de Bergerac con sus locuras y divagaciones y se queda más cercano a su registro de Dios del trueno sin chispa ni gracia al que ya nos tiene acostumbrados.
Y que me perdonen los admiradores de la Joy, Taylor - Joy, pero solo de ojazos no se vive, aunque no creo que tenga ella la culpa.
Solo me queda esperar que en la siguiente entrega todo cuadre y volvamos a vivir las últimas aventuras de estos cafres de la carretera y sus autos locos.