Crítica de El último atardecer por El9Pasajero

Menudo western con toques de tragedia griega que se marca el Sr Robert Aldrich antes de Doce en el patíbulo.
Con un guión exquisito de Dalton Trumbo, de hecho al ver los créditos iniciales me ha sorprendido verlo por aquí.
Juntó a Kirk Douglas y Rock Hudson como estrellas masculinas y los acompañó de dos impresionantes e impolutas rubias (de pote) de bandera Dorothy Malone y Carol Lynley como madre e hija. Esta última inaugurando el papel de Lolita en el Oeste .
Vamos por la trama, Hudson es un chulopata sheriff ( no le queda nada bien el papel de macarroni) en busca del hombre del hoyuelo para hacer cumplir la justicia y por un temita familiar que tiene delito. anda que me voy a pelearme yo por mi cuñao .
Y con silbidos morriconianos nos presentan al macho alfa de negro impoluto y dientes blanqueados Kiriki Douglas. Aquí un pistolero con fama de follonero y rompe bragas en busca de un viejo amor con exceso de relleno. Pero se la encuentra casada y con una hija que le sigue los pasos. El marido de esta, un buen borracho contratará a Kiriki para llevar su ganado desde México donde residen a una finca en California que a comprado. Las condiciones que impone el mellado son exageradas pero el cornudo acepta y nos vamos pa California que faltan vacas.
Trio amoroso fijo viendo el cartel, pero estando el amigo Trumbo escribiendo por aquí ya te digo yo que se queda corto el tres y hasta cinco se pueden contar.
Pero si hay algo que te puede hacer salir por patas de la película es ver cantar todo un clásico como La Paloma o más conocida por Cucurrucucú a Kirk Douglas demostrando sus pocas habilidades vocales acompañado por la versión masculina de las tres mellizas. Todo un desastre que no el único pues más tarde se anima de nuevo y nos ofrece otro momento musical para (olvidar) la historia.
Y con un final para no liar más el tema aunque desestructure familias (pero los americanos ya están acostumbrados a eso) acaba este culebrón, porque si le dejan suelto al sr Trumbo te monta otro follon de la nada.