Redactada: 2020-12-26
Duro retrato social sobre la realidad de los suburbios franceses, aunque su mensaje puede extenderse a otros barrios marginales de cualquier país desarrollado. La película utiliza una serie de símbolos y metáforas (la del hombre que cae de un edificio especialmente) para reflejar el día a día de unos jóvenes en situación de exclusión social y para los que la violencia está tan presente que lo único que genera en ellos es pasividad e insensibilidad. El film cuenta además con cierto aire documental, acentuado por el uso en determinados momentos de cámara en mano para crear la sensación de que somos uno más dentro del grupo de personajes principales y de la espiral de odio en la que se ven inmersos. Y es que el título es el que es por algo, ya que el auténtico protagonista de la película es el odio y cómo este nace a su vez del odio, se alimenta del odio y acaba engendrando más odio.
No es la típica película que ves por puro entretenimiento pero merece mucho la pena por su manera de mostrar que hay aspectos en la sociedad que, por desgracia, o nunca cambian o están condenados a repetirse una y otra vez a lo largo de la historia.
No es la típica película que ves por puro entretenimiento pero merece mucho la pena por su manera de mostrar que hay aspectos en la sociedad que, por desgracia, o nunca cambian o están condenados a repetirse una y otra vez a lo largo de la historia.
Guion
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Banda sonora
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Interpretación
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Efectos
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Ritmo
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Entretenimiento
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Credibilidad
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Fotografía
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Dirección
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