Redactada: 2024-06-06
Si tienes idea de la revolución que supuso para el flamenco La leyenda del tiempo de Camarón o el Blues de la frontera de Pata negra, podrás entender con facilidad lo que significa Shane macgowan y The pogues para la música tradicional irlandesa, y por extensión el puente generacional que tendió entre todos los nacidos y emigrantes de Irlanda.

Un crooner absoluto, totalmente desquiciado, borracho sin límites y drogadicto autodestructivo, un desastre orejudo y desdentado, el punk de punks, con un carisma descomunal, un talento exquisito y una vida plagada de anécdotas que difícilmente caben en este documental.

Aún vivo cuando se rodó este homenaje, tan hecho mierda que da lastima verle, lo que piensas viéndole casi cadáver soltando esa risa entre dientes es lo acojonante que fue que consiguiese vivir tanto tiempo con la farra que llevaba a cuestas.
El documental aparte de narrar su vida, es imprescindible para entender el carácter del pueblo irlandés, que guarda con respeto el incalculable legado del amigo Shane.

Solo queda darle gracias por tanta buena música y poesía nacida del alma, corazón y ebriedad de un auténtico irlandés con mayúsculas.
Si alguien merece un trago a su memoria es él. No digo a su salud porque... bueno, si lo veis lo entenderéis.
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