Crítica de Cinema Perverso - Die wunderbare und kaputte Welt des Bahnhofskinos por Rath

Documental dedicado al cine que se exhibía en Alemania en salas acondicionadas en el interior de las estaciones de trenes y que proliferaron sobre todo entre los años sesenta y los ochenta hasta la llegada del vídeo doméstico que ya sabemos que también acabó con casi todos los cines convencionales entonces llamados de reestreno ubicados en los barrios urbanos. Eran cines en principio destinados a servir de distracción a pasajeros que debían esperar por alguna causa en el interior o cerca de las estaciones, generalmente para transbordar con otros trenes, de ahí que fueran de lo que se llamó "sesión continua", exhibiendo una película detrás de otra, apenas sin descansos. También importaba poco a sus habituales clientes el haber entrado con la película ya empezada o que estuviera a punto de acabar si no pensaban moverse de la butaca a la espera de la siguiente: el tiempo lo marcaban ellos y sus exclusivas posibilidades en cuanto a ofrecerles más o menos de éste. Por otra parte, las películas que exhibían acostumbraban a ser puro divertimento, cine de serie B, latas viajeras. Era un cine muy comercial y abierto a cualquier gusto no demasiado exigente. En ellos era posible encontrar desde la peor película de Jess Franco hasta el 'Saló' de Pasolini, pero solo por las connotaciones más morbosas de éste último.

A partir de los años setenta y a medida que la mayor apertura social lo fue permitiendo, tuvo su origen la gran eclosión del cine X y con él sus puntos de proyección especializados. Buena parte de las salas de las estaciones alemanas serían un lugar propicio para programar este cine de adultos. También fue el principio del fin, al acotar en muchos casos la tan amplia oferta de géneros con la que nació en la posguerra.

Con los habituales cortes de especialistas comentando este desarrollo, la curiosa historia de la emergencia de estos cines, así como algunos otros mostrando algunas de las típicas películas que se proyectaban en ellos, el documental discurre ligero y se hace agradable de ver. Justo con el mismo espíritu del cine que le sirve de base argumental.