Crítica de Bridget Jones: Loca por él por Obscuritas
Redactada: 2025-03-02
"No sólo hay que sobrevivir, hay que vivir".
Las películas de Bridget Jones son puro entretenimiento, ligeras, amenas, divertidas, frescas... Y por eso no esperaba semejante mazazo emocional que me ha provocado esta cuarta y última entrega.
Han vuelto a pasar unos años desde la tercera, tanto fuera como dentro de la película, y ahora Bridget, tristemente, es viuda y, aunque lleva unos años siéndolo, aún se está acostumbrando a vivir sola con dos niños, con cierta ayuda de un Daniel Cleaver que no cambia pasen los años que pasen. Pero todos sus amigos empiezan a insistirle para que pase página, que al menos se dé una alegría, que viva, y así entra en juego un chico que tal vez sea demasiado joven, pero tal vez es justo lo que necesita. Aunque también hay por ahí un nuevo profesor en el colegio de sus hijos...
No recuerdo cuándo fue la última vez que me reí así en el cine, pero a carcajadas, en serio, y no sólo yo, se oían un montón de risas durante la película. Y es que Bridget, aunque ya debe de pasar de los 50, sigue siendo como siempre, no se calla ni debajo del agua, es un desastre, es deslenguada y es un huracán que arrasa todo a su paso, aunque esté un poco de capa caída, y no es para menos. Pero es que también está adaptada a la actualidad, hay referencias a cierta plataforma de streaming y alguna de sus producciones, a las redes sociales, al consentimiento, algo que no se llevaba demasiado cuando se estrenó la primera película, e incluso al ghosting. También tenemos a una persona buscando reencontrarse a sí misma, intentando equilibrar lo que ella puede querer o necesitar con lo que necesitan sus hijos, intentando volver a encontrar una chispa que la ayude a seguir adelante, y el espíritu de Mark Darcy muy presente.
Pero es que en general nadie se ha querido perder esta fiesta de despedida de Bridget Jones, todos están de vuelta de una manera u otra, en mayor o menos medida, hasta Emma Thompson, aunque falta Patrick Dempsey, pero supongo que ya éramos muchos. Se nota que es la última película, también tenemos diversas referencias a las anteriores, en comentarios, en escenas que claramente buscan esa sensación, como cuando Bridget y el profesor se encuentran bajo la nieve, ella sin abrigo, como en la primera película, y hasta en el vestuario, ese top transparente de Bridget, las faldas, la ropa interior que tanto le gusta a Daniel, y al final Billy con el jersey del reno que ya le vimos a Mark en la primera. Y a la fiesta también se unen Leo Woodall, que cada vez me gusta más, y que durante un rato he llegado a pensar si no sería el hijo de Daniel Cleaver, que me cuadraría perfectamente que ni supiera cuántos años tiene su propio hijo y habría sido gracioso, Chiwetel Ejiofor y Nico Parker.
Me parece muy curioso que la segunda me gustó bastante menos, la tercera me gustó más y esta cuarta me ha gustado aún más. Pocas sagas pueden decir que tienen una cuarta película buena, incluso a la altura de la primera. De hecho le pongo la misma nota que a la primera porque me niego a ponerle más que a aquella pero porque me ha encantado, no sólo me he reído como con ninguna, también me he emocionado mucho y he tenido las lágrimas a puntito de caer, sobre todo con la actuación de Billy en la función escolar.
Hasta siempre, Bridget Jones, estoy segura de que volveré a verte alguna que otra vez cuando lo necesite, sobre todo esta última.
Las películas de Bridget Jones son puro entretenimiento, ligeras, amenas, divertidas, frescas... Y por eso no esperaba semejante mazazo emocional que me ha provocado esta cuarta y última entrega.
Han vuelto a pasar unos años desde la tercera, tanto fuera como dentro de la película, y ahora Bridget, tristemente, es viuda y, aunque lleva unos años siéndolo, aún se está acostumbrando a vivir sola con dos niños, con cierta ayuda de un Daniel Cleaver que no cambia pasen los años que pasen. Pero todos sus amigos empiezan a insistirle para que pase página, que al menos se dé una alegría, que viva, y así entra en juego un chico que tal vez sea demasiado joven, pero tal vez es justo lo que necesita. Aunque también hay por ahí un nuevo profesor en el colegio de sus hijos...
No recuerdo cuándo fue la última vez que me reí así en el cine, pero a carcajadas, en serio, y no sólo yo, se oían un montón de risas durante la película. Y es que Bridget, aunque ya debe de pasar de los 50, sigue siendo como siempre, no se calla ni debajo del agua, es un desastre, es deslenguada y es un huracán que arrasa todo a su paso, aunque esté un poco de capa caída, y no es para menos. Pero es que también está adaptada a la actualidad, hay referencias a cierta plataforma de streaming y alguna de sus producciones, a las redes sociales, al consentimiento, algo que no se llevaba demasiado cuando se estrenó la primera película, e incluso al ghosting. También tenemos a una persona buscando reencontrarse a sí misma, intentando equilibrar lo que ella puede querer o necesitar con lo que necesitan sus hijos, intentando volver a encontrar una chispa que la ayude a seguir adelante, y el espíritu de Mark Darcy muy presente.
Pero es que en general nadie se ha querido perder esta fiesta de despedida de Bridget Jones, todos están de vuelta de una manera u otra, en mayor o menos medida, hasta Emma Thompson, aunque falta Patrick Dempsey, pero supongo que ya éramos muchos. Se nota que es la última película, también tenemos diversas referencias a las anteriores, en comentarios, en escenas que claramente buscan esa sensación, como cuando Bridget y el profesor se encuentran bajo la nieve, ella sin abrigo, como en la primera película, y hasta en el vestuario, ese top transparente de Bridget, las faldas, la ropa interior que tanto le gusta a Daniel, y al final Billy con el jersey del reno que ya le vimos a Mark en la primera. Y a la fiesta también se unen Leo Woodall, que cada vez me gusta más, y que durante un rato he llegado a pensar si no sería el hijo de Daniel Cleaver, que me cuadraría perfectamente que ni supiera cuántos años tiene su propio hijo y habría sido gracioso, Chiwetel Ejiofor y Nico Parker.
Me parece muy curioso que la segunda me gustó bastante menos, la tercera me gustó más y esta cuarta me ha gustado aún más. Pocas sagas pueden decir que tienen una cuarta película buena, incluso a la altura de la primera. De hecho le pongo la misma nota que a la primera porque me niego a ponerle más que a aquella pero porque me ha encantado, no sólo me he reído como con ninguna, también me he emocionado mucho y he tenido las lágrimas a puntito de caer, sobre todo con la actuación de Billy en la función escolar.
Hasta siempre, Bridget Jones, estoy segura de que volveré a verte alguna que otra vez cuando lo necesite, sobre todo esta última.
Guion
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Interpretación
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Efectos
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Ritmo
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Entretenimiento
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Complejidad
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Dirección
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