Crítica de Black Panther por gjulo
Redactada: 2023-07-31
Hay dos formas de que un plan de negocio funcione a largo plazo: renovarse o dar la ilusión de estar intentándolo. La segunda opción es vender el mismo producto pero cambiar el escaparate. Y ahí lo tiene. Esta estrategia es universalmente apreciada y, lo que es aún más fabuloso, funciona para todo, incluidas las películas y las franquicias en particular. Marvel Studios es uno de sus principales usuarios. No seamos vengativos. A veces funciona por sí solo (Guardianes de la Galaxia o Thor: Ragnarok). Otras veces, se rompe y gravemente. Black Panther, por desgracia, entra en esta última categoría.
Sobre el papel, el proyecto parecía condenadamente prometedor. Un personaje que no tiene la popularidad de Iron Man, un reparto tentador (Ryan Coogler tras la cámara, Chadwick Boseman y Michael B Jordan al frente) y ganas de rascar bajo la superficie en busca de algo más profundo. Sin embargo, en lugar del renacimiento prometido, Black Panther es sobre todo una película que lo hace todo mal. el guión de Ryan Coogler casi consigue diluir la seriedad de sus (fascinantes) temas en una papilla caricaturesca e indigerible. Pocas veces un producto de Marvel Studios ha parecido tan decepcionante en la forma. La dirección es impersonal y no hay escenas fuertes que recordar. Es más, los efectos visuales son chapuceros o francamente risibles (a menudo viles incrustaciones). Una película con un presupuesto de 200 millones de dólares que parece haber costado 10 veces menos, un concepto nuevo quizás, ¡pero una actuación desde luego!
Los actores no pueden hacer mucho, así que ¿qué hacen? Pues poco o nada. Chadwick Boseman está vergonzosamente soso, Forest Whitaker y Andy Serkis se esfuerzan en vano. Sólo Michael B Jordan y Lupita Nyong'o sacan el partido (malo), aunque no haya nada que destacar. No cuenten con una composición musical de rara insipidez. Y para colmo, el mensaje supuestamente maduro de la película está empantanado en más de una conjetura. Imaginen a Martin Luther King reducido a una figura peligrosamente retrógrada e ingenua, y a Malcolm X a un neurópata revolucionario convertido en terrorista sanguinario. No se rían, eso es exactamente de lo que trata la película.
En cierto modo, la película consigue ser moderna. Si, por supuesto, modernidad significa erigir símbolos sin molestarse siquiera en observar lo que son en realidad, entonces el filme es sintomática de una época en la que las grandes causas se reducen a veces a muy poca cosa.
Sobre el papel, el proyecto parecía condenadamente prometedor. Un personaje que no tiene la popularidad de Iron Man, un reparto tentador (Ryan Coogler tras la cámara, Chadwick Boseman y Michael B Jordan al frente) y ganas de rascar bajo la superficie en busca de algo más profundo. Sin embargo, en lugar del renacimiento prometido, Black Panther es sobre todo una película que lo hace todo mal. el guión de Ryan Coogler casi consigue diluir la seriedad de sus (fascinantes) temas en una papilla caricaturesca e indigerible. Pocas veces un producto de Marvel Studios ha parecido tan decepcionante en la forma. La dirección es impersonal y no hay escenas fuertes que recordar. Es más, los efectos visuales son chapuceros o francamente risibles (a menudo viles incrustaciones). Una película con un presupuesto de 200 millones de dólares que parece haber costado 10 veces menos, un concepto nuevo quizás, ¡pero una actuación desde luego!
Los actores no pueden hacer mucho, así que ¿qué hacen? Pues poco o nada. Chadwick Boseman está vergonzosamente soso, Forest Whitaker y Andy Serkis se esfuerzan en vano. Sólo Michael B Jordan y Lupita Nyong'o sacan el partido (malo), aunque no haya nada que destacar. No cuenten con una composición musical de rara insipidez. Y para colmo, el mensaje supuestamente maduro de la película está empantanado en más de una conjetura. Imaginen a Martin Luther King reducido a una figura peligrosamente retrógrada e ingenua, y a Malcolm X a un neurópata revolucionario convertido en terrorista sanguinario. No se rían, eso es exactamente de lo que trata la película.
En cierto modo, la película consigue ser moderna. Si, por supuesto, modernidad significa erigir símbolos sin molestarse siquiera en observar lo que son en realidad, entonces el filme es sintomática de una época en la que las grandes causas se reducen a veces a muy poca cosa.
Guion
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Banda sonora
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Interpretación
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Efectos
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Ritmo
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Entretenimiento
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Complejidad
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Sentimiento
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Duracion
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Credibilidad
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Fotografía
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Dirección
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