Crítica de Batman: El regreso del Caballero Oscuro, Parte 2 por MrPenguin

Primero 'Sin City', luego '300' y después Batman. Pocos autores pueden presumir de haber tenido tantas buenas adaptaciones de sus obras como Frank Miller, quien en esta ocasión veía a uno de sus mejores cómics cobrar vida con 'Batman: The Dark Knight Returns', la que, para muchos, está considerada como la mejor película de animación jamás realizada sobre el hombre murciélago. La historia, dividida a su vez en dos partes, adquiere un tono crepuscular para llevarnos a una ciudad de Gotham más apagada y decadente que nunca; una en la que la ausencia de Batman, ahora retirado tras un trágico evento del pasado, ha desencadenado una ola de delincuencia nunca antes vista en las sucias calles de la metrópolis. Gothan necesita de nuevo a su héroe enmascarado, así que un envejecido y agotado Bruce Wayne volverá a enfundarse su antiguo traje para poner algo de orden en medio del caos y, al mismo tiempo, descubrir que la justicia ya no es tan bien recibida en una ciudad mucho más podrida de lo que había imaginado.

Este crudo escenario permite que la bilogía, pese a suavizar algunos aspectos del cómic, se atreva a lanzar alguna que otra puñalada hacia los medios, hacia los sistemas políticos, jurídicos y policiales y hacia la forma en la que todos ellos son capaces de manipular a la población de acuerdo a sus propios intereses. Una interesante mirada crítica hacia los rincones más oscuros de la sociedad que hará que nuestro atormentado protagonista, además de luchar contra sus propios demonios internos, deba hacerlo también contra los poderes que manejan los hilos tras bambalinas. Por supuesto, tampoco faltarán los enfrentamientos contra nuevos y viejos enemigos, lo cual logra añadir las dosis justas de acción a una historia donde todo, desde su buena ambientación hasta la forma de profundizar en las relaciones entre los personajes, funciona como el engranaje de un reloj para dar forma a estos dos volúmenes que, por méritos propios, se consagran como una de las mejores adaptaciones —al menos en formato animado— sobre Batman. Imprescindible para seguidores del caballero oscuro.