Crítica de Astérix y Obélix contra César por MrPenguin
Redactada: 2020-07-31
Todavía recuerdo con nostalgia aquel verano de 1998 en el que pude ver el tráiler de esta película, todo apuntaba a bombazo: un live action de Astérix y Obélix hecho por los propios franceses, con un presupuesto meteórico y actores tan carismáticos como Gérard Depardieu y Roberto Benigni. Mi mente inocente de 8 años echó a volar y llegó tan alto que luego se pegó la hostia padre. Bueno, a ver, cuando eres pequeño casi cualquier cosa te vale y esta película me gustó, pero ya entonces sentí cierta decepción.
El principal problema es que fue concebida para llegar a un público demasiado amplio y ya sabéis: "quien mucho abarca, poco aprieta". Posiblemente guste más a los que solo conocen a Astérix y Obélix de oídas que a los más fans, porque la trama no es más que un revoltijo de cosas de varios cómics aderezados con algo de humor moderno que creo que no le sienta nada bien a unos personajes que apenas guardan parecido con los originales más allá de su caracterización física. Obélix no es Obélix y Astérix no es Astérix (aunque es quien más lo intenta). Los secundarios, irreconocibles. El perro es, como siempre, el más fiel.
Pero bueno, con la perspectiva del tiempo y comparándola con todas las secuelas que hicieron después (cada una peor que la anterior), lo cierto es que no está tan mal, es un producto entretenido y lleno de esa ilusión que le pusieron los franceses al primer live action de sus héroes nacionales. Eso sí, espero que no hagan más, ¡por Tutatis!
El principal problema es que fue concebida para llegar a un público demasiado amplio y ya sabéis: "quien mucho abarca, poco aprieta". Posiblemente guste más a los que solo conocen a Astérix y Obélix de oídas que a los más fans, porque la trama no es más que un revoltijo de cosas de varios cómics aderezados con algo de humor moderno que creo que no le sienta nada bien a unos personajes que apenas guardan parecido con los originales más allá de su caracterización física. Obélix no es Obélix y Astérix no es Astérix (aunque es quien más lo intenta). Los secundarios, irreconocibles. El perro es, como siempre, el más fiel.
Pero bueno, con la perspectiva del tiempo y comparándola con todas las secuelas que hicieron después (cada una peor que la anterior), lo cierto es que no está tan mal, es un producto entretenido y lleno de esa ilusión que le pusieron los franceses al primer live action de sus héroes nacionales. Eso sí, espero que no hagan más, ¡por Tutatis!
Guion
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Banda sonora
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Interpretación
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Efectos
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Ritmo
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Entretenimiento
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Complejidad
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Sentimiento
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Duracion
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Credibilidad
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Fotografía
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Dirección
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