Crítica de Abierto hasta el amanecer por gjulo

Una película de culto de Robert Rodriguez que se divide en dos partes muy diferentes. La primera parte es puramente "Tarantino", con dos gángsters que han robado un banco que quieren escapar a Texas, amontonando cadáveres por el camino.
La segunda parte es completamente diferente (mucho más Rodríguez), donde se trata de un huis clos de supervivencia en un bar de vampiros. La película no se toma demasiado en serio a sí misma, con mucho humor negro y un toque fuera de lo común, pero sobre todo, muchísimas líneas y escenas de culto, desde la primera hasta la última toma.
Una comedia sangrienta y cutre, que durante la primera media hora no presagia lo que está por venir, ¡así que será una sorpresa cuando llegue el momento!
La película tiene un buen comienzo, en primer lugar porque está protagonizada por un dúo impensable: George Clooney y Quentin Tarantino, y en segundo lugar porque tiene un gran comienzo con un tiroteo y una situación con rehenes.
Luego todo se va al garete, ya que el director pasa bruscamente del thriller a la comedia/fantasía/gore cuando los criminales y la familia que tienen secuestrada cruzan la frontera con México y se detienen en un viejo bar de mala muerte donde la lujuria, la decadencia y la bebida son algo más que un hábito.
No hay tregua, ya que el director condimenta la película con un montaje epiléptico, convirtiendo el bar de gatitos en un auténtico campo de batalla en el que vampiros y humanos hacen todo lo posible por salir con vida.
Además, nuestro tándem cuenta con un reparto de lo más simpático, con Harvey Keitel, Juliette Lewis, Salma Hayek y Danny Trejo. Y no olvidemos las réplicas corrosivas, a la vez memorables y chocantes, que salen sin parar, ¡así que advertidos quedáis, almas sensibles!