Crítica de A Chinese Odyssey Part One: Pandora's Box por Pinwi

A chinese odyssey Part One: Pandora´s Box es una película de fantasía, humor absurdo y artes marciales (aunque menos), protagonizada por Stephen Chow.

Hace 500 años, el Rey Mono fue condenado a muerte por una Deidad, pero el Monje Anciano intercedió por él para reducirle la pena. Hoy, unas 'demoniesas' andan en la búsqueda de ambos.

He puesto la sinopsis a grosso modo, básicamente porque no quería entrar más en detalle y realmente es lo de menos.
Aquí venimos a ver al 'prota' de Kung Fusion y Shaolin Soccer con un traje como el del niño de Jumanji pero más estilo Wukong el de League Of Legends, que es básicamente el aspecto del dios Sun Wukong (no lo sé, lo he buscado). Pues eso, ver a ese actor de esa guisa haciéndose el indomable cazamoscas, luego le cae una maldición y pasa a convertirse en el Joker: una especie de monje bizco, torpe, al que sigue un grupo de tíos con un cociente intelectual de 14, lo que no me he enterado es por qué le siguen. Entonces aparecen las bellas mujeres que resultan ser demonios, y empieza la trama.

Debo decir que ha habido momentos que me he reído más de lo esperado, pero luego hay momentos en los que la absurdez se nos va de las manos, y luego vuelves a reírte, y de nuevo sientes que se han pasado. Esto es el resumen, una montaña rusa que alterna el humor absurdo embadurnado de misticismo con momentos ridículos.
Luego también tiene puntazos que resultan ingeniosos, siempre con mucho tono absurdo, que cuando son de una forma algo más aislada hasta le sienta bien a la película.

El tono visual, vestuarios, decorados y demás, a cargo de una producción de Hong Kong ambientando un mundo mágico feudal, no diré que es de bajo presupuesto, diré que es humilde, una humildad que tira para atrás, lo más humilde que acepte la escala de humildad. Cuenta la leyenda que de humilde que es, implosionó y se fue al extremo opuesto. Así nació Neymar.

He tenido un debate interno para ponerle la nota, moviéndome en un rango entre el 2 y el 8. Cualquier nota me parecía válida. Hay que ser un valiente para llevar a cabo semejante producto. Eso, y que vale, me he reído, la apruebo aunque hay momentos que tanta estupidez absurda se me ha hecho espesa, pero aun así, siempre he acabado riéndome.