Críticas de Inseparables

Es fascinante en todos los aspectos a pesar de tantear y jugar con distintas expectativas que se van sucediendo, para quedarse con una sola conclusión, lo cual, lo hace decepcionante. La historia da para mucho, para una miniserie que terminara de abordar todo aquello con lo que la película juega en distintos momentos: quieres ver como los gemelos se relacionan sexualmente, quieres ver como utilizan esas nuevas herramientas de forma efectiva, quieres ver otras relaciones interpersonales, quieres ver un descenso aun más abrupto hacia la locura a causa de las adicciones, quieres más y más porque la historia lo permite. Eso no significa que la película funcione bien por si misma tal y como fue concluida.

Solamente puedo destacar dos cosas positivas en esta película:
- La gran interpretación de Jeremy Irons, me despertó gran interés desde el primer momento y es prácticamente lo único por lo que he podido aguantar hasta el final.
- El efectismo. Pretende ser desagradable e incómoda y consigue su objetivo en todos los aspectos. Incluso desde antes de desencadenarse los acontecimientos la atmósfera ya indica a qué te vas a exponer el resto del metraje.

Pero tras el interés inicial que genera un buen planteamiento, este se pierde a medida que cuesta entender las reacciones de los personajes, que son más fantásticas que humanas. La irrealidad me saca de la película y para cuando llega el final poca curiosidad me queda por el desenlace.

Molestar al espectador puede tener un resultado sublime si la ejecución es buena, pero para mí no da resultado en este caso.

Una película de horror psicológico y drama muy inquietante que, para ser obra del maestro del body horror David Cronenberg, no es tan explicita ni cruda como otras pelis de su filmografía. Quizás que su ritmo sea tan pausado y no haya tantos sobresaltos ayuda a que el ambiente de drama se vea favorecido y se desdibuje por momentos la tensión y su intención de generar horror.

Nos cuenta la “cercana” relación de un par de ginecólogos gemelos con personalidades y actitudes totalmente opuestas: Elliot (activo y mujeriego) y Beverly (pasivo y tímido). Al ser idénticos entran en un juego amoroso en el que van a compartir a las amantes, de modo que Beverly se quede como consolación con aquellas mujeres de las que se canse Elliot, demostrando como este solo se preocupa por sus intereses y usa a las mujeres pero como a la vez se preocupa de su hermano y se asegura de que puede disfrutar de la compañía femenina…aunque sea por lastima. Sus roles van a quedar muy marcados y su relación de dependencia pronto se va a mostrar perjudicial para ambos. Todo este se ve agravado con la entrada en escena de Claire, una mujer que aquejada de una malformación genital acude a la clínica de los hermanos.

Aunque ya he señalado que se trata de una de las cintas de Cronenberg menos invasivas, explicitas y crudas de su filmografía, si podemos observar los grandes temas que este director suele tratar en sus obras: la obsesión por el sexo, la anatomía, su gusto por lo bizarro, el horror corporal, la deformidad (tanto del cuerpo como de la psique humana)…sobre todo en el segundo tramo de la película con ese Beverly obsesionado con esos instrumentos ginecológicos tan macabros. Además, podemos comprobar como a medida que transcurre la trama ambos hermanos comienzas a difuminar e intercambiar su marcado carácter, pasando Beverly a ganar carácter y Elliot a encontrarse en una situación de debilidad. Encontramos muchas alusiones y simbolismo a como ambos hermanos actúan como “gemelos siameses”, como las acciones de uno tienen un fuerte efecto en el otro, como sus vidas corren paralelas y como parecen estar destinados a compartir un mismo final.

Cronenberg, y poco mås que decir que no sepamos donde nos metemos .
Yo salí del cine muy perjudicado. Fui por Jeremy Irons y me cuesta decir que no me gustó su doble interpretación, en ese momento, quizás si la revisionase cambiaría de opinión, pero también coincide con el ocaso de este en otra época grandioso actor,
Y Cronenberg en su línea de comernos el coco aunque solo sea con la sugestión, consigue bajarnos con los protagonistas a su infierno particular.
Una auténtica locura.

Película muy en la línea del estilo de Cronenberg, siempre interesado en mostrar la decadencia y las perversiones más oscuras del ser humano, aunque esta vez lo hace de una manera un poco más asequible en comparación con lo visto en otras de sus obras más perturbadoras. Esto quiere decir que tiene menos imágenes desconcertantes por minuto que 'Videodrome', 'Crash' o 'eXistenZ', pero aun así no se libra de ese aire pesimista, frío y abstracto tan presente en la primera etapa de su filmografía.

El argumento se basa en la historia real de los gemelos Marcus —renombrados Mantle en la película—, dos hombres con una peculiar conexión psicológico-afectiva que los lleva incluso a la dependencia emocional. Por supuesto, Cronenberg no iba a conformarse con hacer una historia biográfica y solo utiliza la parte real como base para desarrollar un relato sobre el carácter autodestructivo del ser humano, tomando como eje central los conceptos de identidad e individualidad y la espiral de deterioro mental en la que alguien puede caer cuando dichos conceptos se ven afectados por una relación obsesiva y dependiente. El encargado de sumergirse en ese complejo proceso es un grandísimo Jeremy Irons en su doble papel de los gemelos, logrando imprimir a cada uno una personalidad propia hasta el punto de que puedas diferenciarlos simplemente a través de su lenguaje corporal. Personalmente, su interpretación es lo que destaco de una película que, como todo lo que he visto de Cronenberg, me parece muy interesante de ver pero nada fácil de asimilar y disfrutar.

El canadiense David Cronenberg, conocido por su cine de terror, dirige 'Dead Ringers', adaptación del libro "Twins" de Bari Wood y Jack Geasland.

Yo no soy seguidor de cine de terror ni de thrillers psicológicos, pero 'Dead Ringers' es un drama nada sangriento, aunque si perturbador y muy interesante sobre la dependencia mutua de dos hermanos gemelos idénticos.

Lo cierto es que aunque interés decae a medida que avanza la película y se ve el previsible final, he disfrutado la increíble interpretación de Jeremy Irons en su doble interpretación de los gemelos Mantle. Jeremy Irons consigue darnos dos personajes iguales y a la vez diferenciables, haciendo de su actuación una gran obra de teatro, siendo él y su papel lo mejor de la película.

Ganadora de múltiples premios de la critica, 'Dead Ringers' se considera una de las mejores películas de Cronenberg, pero desde luego no se puede recomendar a ciegas a cualquiera.

Para muchos la película más redonda de Cronenberg, probablemente porque es de la menos herméticas, si bien están presentes todas la obsesiones que caracterizan el cine de este peculiar autor, el sexo, la muerte, el dolor, la adicciones, la dominación, la mutilación, es decir, todo un cuento de Disney.
La película cuenta con la magnífica interpretación de Irons en un doble papel cargado de matices y la presencia de Genevieve Bujold, la inolvidable protagonista de "Coma", dos puntos a favor que dan credibilidad a una historia complicada y enfermiza.
Aun así, hay que entrar en el universo Croneberg para disfrutar de su cine, no siendo adecuada para todos los paladares.

'Dead Ringers' se ubica en la línea más psicológica de Cronenberg con toques grotescos, aunque queda lejos de propuestas más radicales y fantásticas como 'The Fly' o 'Videodrome'.

Mi interés por ella va y viene conforme a su irregularidad, reconociendo que tiene un tramo final que sabe hacer hervir todo lo propuesto para llegar a un clímax catatónico.

Destacable también la actuación de Jeremy Irons, ya que este tipo de trabajos donde un mismo actor realiza varios personajes siempre suelen lucir bastante al mismo.

El cineasta canadiense no me logra fascinar demasiado pero, al menos, hay que reconocer la particularidad de su mirada y lo diferente que terminan siendo sus propuestas.

La he empezado a ver sin ninguna esperanza y me he pasado toda la película sin apartar los ojos de la pantalla, y ni siquiera sé muy bien por qué.

Desde luego no la incluiría en género de terror, aunque sí que tiene en todo momento una atmósfera de lo más extraña, perturbadora e incluso algo asfixiante, sin llegar a ser muy exagerado pero hay algo ahí, flotando en el ambiente de principio a fin. De lo que carece por completo es de acción, eso sí, y no es para todo el mundo, y aunque reconozco que en algún momento he mirado cuánto quedaba, me ha gustado, y eso que tampoco sé decir por qué.

Probablemente porque no podía quitar los ojos de Jeremy Irons, que creo que hace dos papelones, en todo momento consigues diferenciar a los gemelos incluso sin que digan una sola palabra, y eso tiene mucho mérito, y sin duda él es lo mejor de toda la película.

Coincido en que el final se ve venir, llega un momento en el que la espiral de locura y el descenso a los infiernos sólo puede terminar de una manera.