Críticas de Nefarious. Cuando habla el diablo
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Un asesino en serie convicto en el día que está programado para su ejecución, afirma ser un demonio y pasa por una evaluación psiquiátrica para determinar si está mentalmente apto para recibir su sentencia.
RESEÑAS Y VALORACIONES DE Nefarious. Cuando habla el diablo
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2 / 10
¡Oye, oye! ¿Y esta propaganda conservadora? Si a mí me encantan los duelos de diálogos pero este es:
- ¡Asesino!
- No, no, no... Bueno, sí.
El duelo moral es inexistente. No hay ambigüedad. El demonio casi parece más un cura que un demonio. Yo sé que no soy el público de esta película, pero al margen de eso. Si en una película cuyo eje gira en torno al diálogo, el diálogo es un monólogo de dos personas, algo falla.
- ¡Asesino!
- No, no, no... Bueno, sí.
El duelo moral es inexistente. No hay ambigüedad. El demonio casi parece más un cura que un demonio. Yo sé que no soy el público de esta película, pero al margen de eso. Si en una película cuyo eje gira en torno al diálogo, el diálogo es un monólogo de dos personas, algo falla.
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0.5 / 10
Yo venía aquí a hablar de mi libro, o al menos esperando ver una película de terror y no una especie de adoctrinamiento que sataniza, valga la ironía, la libertad de decisión sobre el cuerpo ajeno. No debería sorprenderme el discurso anti aborto que expresa constantemente nuestro adorable demonio, teniendo en cuenta que es obra de los directores Chuck Konzelman y Cary Solomon, conocidos por dirigir ‘Unplanned’, un film pro life que te provocará ansias de arrancarte la piel a tiras. Y es que diga lo que diga el demonio, cada uno es libre de hacer con su cuerpo lo que le de la gana y a quien le parezca mal, que recuerde que no vive en tu cuerpo. Pero rebobinemos un poco, porque esto puede pillar a más de uno a pie cambiado. La historia de ‘Nefarious: cuando habla el diablo’ se basa en la presentación de un asesino en serie que afirma estar poseído por un demonio llamado Nefarious, Nefario el funerario para los amigos. Edward, nuestro protagonista, es un asesino en serie que afirma que él no era dueño de sus actos y que la entidad reinante en su cuerpo, tomó las decisiones (y supongo que el cuchillo, vaya). Con su ejecución prevista, recibirá la visita de un psiquiatra que debe realizar su evaluación psicológica, pero lo que este no espera es que Edward le conozca mejor que él mismo y le salpique con la afirmación de que antes de salir de esa sala, asesinará a tres personas.
Parte de una idea totalmente encantadora y es que todo lo que tenga reminiscencias a ‘Mindhunter’ me hace temblar de emoción, pero realmente me ha perdido sin remedio con tanto discurso propagandístico. Una cosa es que las conversaciones entre el supuesto asesino y el psiquiatra se centren en el bien y el mal, en la religión, la identidad y la falsedad de la sociedad, ya que si hablas con un demonio, ahí es dónde está la chicha de la vida; sin embargo asistir a una clase de adoctrinamiento demoníaca no va mucho conmigo. Que alguno dirá, ¿por qué te molesta tanto la conferencia sobre la libertad femenina de decisión de un demonio que ni siquiera es una entidad corpórea? Pues porque me molesta mucho ver las intenciones de un director o directora detrás de sus filmes, me molesta que tomen al espectador por tonto y me molesta oler la propaganda, venga de donde venga. Y es que los panfletos para los que mandan, no para Halloween.
Ah y que me ha resultado más aburrida que una castaña en pleno verano.
Parte de una idea totalmente encantadora y es que todo lo que tenga reminiscencias a ‘Mindhunter’ me hace temblar de emoción, pero realmente me ha perdido sin remedio con tanto discurso propagandístico. Una cosa es que las conversaciones entre el supuesto asesino y el psiquiatra se centren en el bien y el mal, en la religión, la identidad y la falsedad de la sociedad, ya que si hablas con un demonio, ahí es dónde está la chicha de la vida; sin embargo asistir a una clase de adoctrinamiento demoníaca no va mucho conmigo. Que alguno dirá, ¿por qué te molesta tanto la conferencia sobre la libertad femenina de decisión de un demonio que ni siquiera es una entidad corpórea? Pues porque me molesta mucho ver las intenciones de un director o directora detrás de sus filmes, me molesta que tomen al espectador por tonto y me molesta oler la propaganda, venga de donde venga. Y es que los panfletos para los que mandan, no para Halloween.
Ah y que me ha resultado más aburrida que una castaña en pleno verano.
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6 / 10
Nefarious. Cuando habla el diablo es una película de intriga portagonizada por Sean Patrick Flanery y Jordan Belfi.
Un psicólogo hará un examen a un asesino que está preso y asegura ser un demonio. El examen dictaminará su cordura y si puede ser ejecutado según su sentencia.
No ha estado mal. Casi toda la película se desarrolla en una misma sala en la que condenado y psicólogo dialogan de una forma que me ha parecido interesante.
Empiezan tanteándose, estrechando el cerco para ver cuánto de verdad hay detrás de cada uno. Hasta que el condenado lanza la promesa: antes de acabar la sesión, el psicólogo será el culpable de tres muertes.
Es de esas películas que si no te interesa desde el principio los diálogos, es fácil desconectar y se acabará haciendo eterna, por suerte no fue mi caso. La pareja de actores protagonistas hacen decentemente su parte, lo cual me ha ayudado a evitar el aburrimiento.
Un poco de teología, o fantasía para los ateos, en una película en la que la sensación de que puede salir por cualquier lado juega a su favor. Eso sí, el final es previsible una vez llegados al último acto.
Un psicólogo hará un examen a un asesino que está preso y asegura ser un demonio. El examen dictaminará su cordura y si puede ser ejecutado según su sentencia.
No ha estado mal. Casi toda la película se desarrolla en una misma sala en la que condenado y psicólogo dialogan de una forma que me ha parecido interesante.
Empiezan tanteándose, estrechando el cerco para ver cuánto de verdad hay detrás de cada uno. Hasta que el condenado lanza la promesa: antes de acabar la sesión, el psicólogo será el culpable de tres muertes.
Es de esas películas que si no te interesa desde el principio los diálogos, es fácil desconectar y se acabará haciendo eterna, por suerte no fue mi caso. La pareja de actores protagonistas hacen decentemente su parte, lo cual me ha ayudado a evitar el aburrimiento.
Un poco de teología, o fantasía para los ateos, en una película en la que la sensación de que puede salir por cualquier lado juega a su favor. Eso sí, el final es previsible una vez llegados al último acto.
Valoraciones en tu crítica:
7 / 10
Nefarious. Cuando habla el diablo es una película de suspense, de terror poco, siniestra no te digo que no puede ser, me cuadra más. Está inspirada en hechos reales (si queréis saber más os lo cuento, pero os aviso, podría ser revelador de cierto misterio de esta peli, algo que la haría perder la gracia).
El actor Sean Patrick Flanery se marca una gran interpretación, muy cambiante y diferenciada.
La calidad de imagen y sonido es muy buena, con voces de doblaje castellano espectaculares, la escenografía es buena, aunque algo escasa, la mayoría del film se lleva a cabo en una habitación.
Recomendadilla.
El actor Sean Patrick Flanery se marca una gran interpretación, muy cambiante y diferenciada.
La calidad de imagen y sonido es muy buena, con voces de doblaje castellano espectaculares, la escenografía es buena, aunque algo escasa, la mayoría del film se lleva a cabo en una habitación.
Recomendadilla.
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5.5 / 10
Thriller de terror en una habitación, normalmente me flipan este tipo de películas, pero a esta le ha faltado algún giro o sorpresa. Ha sido excesivamente plana.
El único motivo por el que se puede disfrutar es porque estás esperando algo todo el rato, un mínimo de guion inteligente, pero lo malo es que no ocurre nada.
Tiene ciertas cosas de adoctrinamiento que te sacan y al final descubres que son esas mismas cosas las que los directores quieren contarnos, viendo como acaba el protagonista. Y esto se reafirma cuando ves en determinadas páginas una cantidad ingente de bots que hacen que la película tenga un 9,4 de nota
El único motivo por el que se puede disfrutar es porque estás esperando algo todo el rato, un mínimo de guion inteligente, pero lo malo es que no ocurre nada.
Tiene ciertas cosas de adoctrinamiento que te sacan y al final descubres que son esas mismas cosas las que los directores quieren contarnos, viendo como acaba el protagonista. Y esto se reafirma cuando ves en determinadas páginas una cantidad ingente de bots que hacen que la película tenga un 9,4 de nota
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6 / 10
NEFABULOUS
Grata sorpresa la que me he llevado, con muy poco, con la fuerza de ideas y palabras, te da mucho.
En una época de cine de paredes verdes a veces apetece encontrar una película de actores, uno frente a otro, simplemente hablando, porque eso es lo que encuentras aquí, más de la mitad de la película no es otra cosa, avisados estáis, pero lo de Sean Patrick Flannery merece la pena.
Actor denostado, relegado a un cine "de tercera división" pero que siempre guardará un espacio en mi mente como el jovencito Indiana Jones, y que ojalá salga reforzado tras esta película.
Tiene una gran pega, que resta mucho valor a la película. Utilizando la perspectiva opuesta pero con la misma finalidad, su mensaje teológico busca ganar adeptos para la causa creyente, pone al "malo" como conservador y al "bueno" como progresista, pero trata de ridiculizar valores y creencias del segundo, dando la vuelta a la tortilla de buenos y malos, así que ya te puedes hacer idea de que pie cogea el director.
Refutando la existencia de demonios, tarda poco en aparecer el mantra de que si existe el Yin también debe haber Yan, y por tanto "el carpintero" como tantas veces le llaman también sería real.
Incluso si nos esforzamos por apartar ese velo religioso (que más que velo es manta zamorana) encontraremos un mensaje filosófico sobre el buen y mal comportamiento del hombre, y continuamente seremos señalados con el dedo acusador por malos, y es que el hombre es malo por naturaleza como ya dijo Maquiavelo.
Como somos libres para pensar, inteligentes, y sabemos leer entre líneas, más allá de lo que quieran meternos en la cabeza, una línea argumental que quizás no era buscada por los creadores pero se puede sacar, es la aplicación de la pena de muerte. No desde perspectivas religiosas, que si se menciona como el tercer asesinato, si no como acto deliberado e irreversible. A veces, en algunos lugares, la justicia se sigue entendiendo como un castigo al nivel del daño causado, una especie de "ojo por ojo y diente por diente", pero eso más que justicia es venganza. Y en el caso de la pena capital, no tiene enmienda, no admite error de quien la aplica, y aunque quieras verte reforzado moralmente por la causa, el acto en si tiene el mismo nivel que el hecho causante.
Seguramente, además de lo obvio, haya muchos más matices o temas que se puedan tratar, muchas otras lecturas, que dan para largas conversaciones, y eso es lo que me ha gustado de la película. En cualquier caso está en ti dejarte convencer por el demonio, puede molestar ese intento de adoctrinamiento, y de contarte lo que está bien o mal, pero tienes delante una película para pensar, con diálogos intensos y gran trabajo actoral.
Grata sorpresa la que me he llevado, con muy poco, con la fuerza de ideas y palabras, te da mucho.
En una época de cine de paredes verdes a veces apetece encontrar una película de actores, uno frente a otro, simplemente hablando, porque eso es lo que encuentras aquí, más de la mitad de la película no es otra cosa, avisados estáis, pero lo de Sean Patrick Flannery merece la pena.
Actor denostado, relegado a un cine "de tercera división" pero que siempre guardará un espacio en mi mente como el jovencito Indiana Jones, y que ojalá salga reforzado tras esta película.
Tiene una gran pega, que resta mucho valor a la película. Utilizando la perspectiva opuesta pero con la misma finalidad, su mensaje teológico busca ganar adeptos para la causa creyente, pone al "malo" como conservador y al "bueno" como progresista, pero trata de ridiculizar valores y creencias del segundo, dando la vuelta a la tortilla de buenos y malos, así que ya te puedes hacer idea de que pie cogea el director.
Refutando la existencia de demonios, tarda poco en aparecer el mantra de que si existe el Yin también debe haber Yan, y por tanto "el carpintero" como tantas veces le llaman también sería real.
Incluso si nos esforzamos por apartar ese velo religioso (que más que velo es manta zamorana) encontraremos un mensaje filosófico sobre el buen y mal comportamiento del hombre, y continuamente seremos señalados con el dedo acusador por malos, y es que el hombre es malo por naturaleza como ya dijo Maquiavelo.
Como somos libres para pensar, inteligentes, y sabemos leer entre líneas, más allá de lo que quieran meternos en la cabeza, una línea argumental que quizás no era buscada por los creadores pero se puede sacar, es la aplicación de la pena de muerte. No desde perspectivas religiosas, que si se menciona como el tercer asesinato, si no como acto deliberado e irreversible. A veces, en algunos lugares, la justicia se sigue entendiendo como un castigo al nivel del daño causado, una especie de "ojo por ojo y diente por diente", pero eso más que justicia es venganza. Y en el caso de la pena capital, no tiene enmienda, no admite error de quien la aplica, y aunque quieras verte reforzado moralmente por la causa, el acto en si tiene el mismo nivel que el hecho causante.
Seguramente, además de lo obvio, haya muchos más matices o temas que se puedan tratar, muchas otras lecturas, que dan para largas conversaciones, y eso es lo que me ha gustado de la película. En cualquier caso está en ti dejarte convencer por el demonio, puede molestar ese intento de adoctrinamiento, y de contarte lo que está bien o mal, pero tienes delante una película para pensar, con diálogos intensos y gran trabajo actoral.
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7 / 10
Ψ Nefarious Ψ
Inspirada en una novela basada en hechos reales, «Nefarious: Cuando habla el diablo» nos ofrece una mirada controvertida e interesante acerca de los demonios, la fe y la teología que no nos dejará indiferente.
¿Está poseído por el diablo o se tratan de delirios? Esta serán las preguntas que deberá resolver el «Dr. James Martin» antes de tomar la decisión que determinará el destino del asesino «Edward W. Brady».
¡Mirable Visu! He quedado fascinada con este thriller psicológico. No conozco bien la carrera filmográfica de «Cary Solomon & Chuck Konzelman» pero, como escritores, tengo que reconocer que tienen un don para la expresión. Hastiada ya de diálogos banales e inocuos en este género, este debate entre «Nefarious & James» me ha resultado estimulante. Aborda conceptos comunes sin ofender, debate con elegancia y expone con ingenio las creencias de estos dos personajes tan opuestos entre sí con dinamismo. Mientras tanto, explora la ideología filosófica y psicológica a través de un prisma teológico, constantemente desafiado por el escepticismo, con gran fluidez. No se puede negar que invita a cavilar al espectador más meditativo. Quizás no comparta del todo su opinión, tal vez me resultase hasta irreverente algunos aspectos, pero debo reconocer que entre sus palabras yace cierta verdad.
¿El libre albedrío es un espejismo? ¿La esclavitud está abolida o disfrazada? ¿Hemos salido realmente de la cueva o seguimos dentro de ella?
Más allá de su profunda reflexión, el resto de elementos son propicios para el desarrollo de la obra. El escenario cerrado crea una atmosfera opresiva que intensifica la tensión entre ambos personajes; un recurso sencillo pero efectivo. La iluminación combina las luces y sombras para contrastar la dualidad del conflicto entre del bien y el mal. Los efectos visuales evitan caer en la exageración habitual, optando por una estética menos impactante, pero más realista. Para finalizar, las interpretaciones de «Jordan Belfi & Sean Patrick Flanery» son bastante convincentes, destacando la expresividad y los gestos faciales de este último.
Últimas palabras ~ Mene, mene, techel upharsem (cf. Daniel 5:25-28). Autem stultus es ut non comprendias. Continuendum est! ~ de Nefarious.
ψ`ー´)ノ Merece la pena, pero no es para cualquiera.
Inspirada en una novela basada en hechos reales, «Nefarious: Cuando habla el diablo» nos ofrece una mirada controvertida e interesante acerca de los demonios, la fe y la teología que no nos dejará indiferente.
¿Está poseído por el diablo o se tratan de delirios? Esta serán las preguntas que deberá resolver el «Dr. James Martin» antes de tomar la decisión que determinará el destino del asesino «Edward W. Brady».
¡Mirable Visu! He quedado fascinada con este thriller psicológico. No conozco bien la carrera filmográfica de «Cary Solomon & Chuck Konzelman» pero, como escritores, tengo que reconocer que tienen un don para la expresión. Hastiada ya de diálogos banales e inocuos en este género, este debate entre «Nefarious & James» me ha resultado estimulante. Aborda conceptos comunes sin ofender, debate con elegancia y expone con ingenio las creencias de estos dos personajes tan opuestos entre sí con dinamismo. Mientras tanto, explora la ideología filosófica y psicológica a través de un prisma teológico, constantemente desafiado por el escepticismo, con gran fluidez. No se puede negar que invita a cavilar al espectador más meditativo. Quizás no comparta del todo su opinión, tal vez me resultase hasta irreverente algunos aspectos, pero debo reconocer que entre sus palabras yace cierta verdad.
¿El libre albedrío es un espejismo? ¿La esclavitud está abolida o disfrazada? ¿Hemos salido realmente de la cueva o seguimos dentro de ella?
Más allá de su profunda reflexión, el resto de elementos son propicios para el desarrollo de la obra. El escenario cerrado crea una atmosfera opresiva que intensifica la tensión entre ambos personajes; un recurso sencillo pero efectivo. La iluminación combina las luces y sombras para contrastar la dualidad del conflicto entre del bien y el mal. Los efectos visuales evitan caer en la exageración habitual, optando por una estética menos impactante, pero más realista. Para finalizar, las interpretaciones de «Jordan Belfi & Sean Patrick Flanery» son bastante convincentes, destacando la expresividad y los gestos faciales de este último.
Últimas palabras ~ Mene, mene, techel upharsem (cf. Daniel 5:25-28). Autem stultus es ut non comprendias. Continuendum est! ~ de Nefarious.
ψ`ー´)ノ Merece la pena, pero no es para cualquiera.
Valoraciones en tu crítica:
7.5 / 10
Ha resultado ser toda una sorpresa, en especial porque Sean Patrick Flanery hace un papel digno de Óscar, se come la pantalla. También Jordan Belfi resulta un compañero de batalla actoral muy bueno.
El concepto de la película me daba un poco de miedo, porque si no se hace bien, estaríamos hablando de un verdadero pufo de película, pero han sabido jugar bien las cartas, y a la espectacular actuación de Sean, se le unen unas líneas de diálogo muy interesantes de carácter filosófico y teológico, sin caer en clichés, y haciendo reflexionar de verdad al espectador.
Igualmente, estamos hablando de una película cuya apuesta está en la conversación, la discusión, lo que puede sacar de quicio a quien quiera ver algo más dinámico. Por ello aconsejo verla con ganas de reflexionar y de estar metido en las argumentaciones desde el minuto uno, para poder disfrutar al 100% de la propuesta, a mi juicio, original, de ésta película.
El final puede o no gustar, ahí ya entra el gusto por lo sobrenatural de cada uno, ya que hay quien puede querer que haya más o menos contenido de éste tipo en la resolución de la trama. Pero independientemente de mi opinión personal, se trata de un final bien cerrado y explicado, que te deja satisfecho, no te deja pensando "¿Qué ha pasado?" como otras películas que juegan con lo paranormal.
El concepto de la película me daba un poco de miedo, porque si no se hace bien, estaríamos hablando de un verdadero pufo de película, pero han sabido jugar bien las cartas, y a la espectacular actuación de Sean, se le unen unas líneas de diálogo muy interesantes de carácter filosófico y teológico, sin caer en clichés, y haciendo reflexionar de verdad al espectador.
Igualmente, estamos hablando de una película cuya apuesta está en la conversación, la discusión, lo que puede sacar de quicio a quien quiera ver algo más dinámico. Por ello aconsejo verla con ganas de reflexionar y de estar metido en las argumentaciones desde el minuto uno, para poder disfrutar al 100% de la propuesta, a mi juicio, original, de ésta película.
El final puede o no gustar, ahí ya entra el gusto por lo sobrenatural de cada uno, ya que hay quien puede querer que haya más o menos contenido de éste tipo en la resolución de la trama. Pero independientemente de mi opinión personal, se trata de un final bien cerrado y explicado, que te deja satisfecho, no te deja pensando "¿Qué ha pasado?" como otras películas que juegan con lo paranormal.
Valoraciones en tu crítica:
5.5 / 10
Esta , es de esas películas que me dejan en medio de un debate sobre si que han gustado o no.
El guión es interesante y también las actuaciones. Y me encantan las pelis donde la mayor parte del desarrollo está enun espacio reducido donde nadie puede escapar o distraerse con detallitos.
Pero el mensaje está alterado, tiene una clara pretensión adoctrinadora o discursito ideológico camuflado entre fotogramas que me da cierta grima.
Y para acabar de rematarlo he visto hasta los diez últimos minutos con versión doblada al castellano que posiblemente sea una de las más horrorosas a las que me he enfrentado.
Y en esos minutos finales se nota quien es el que lleva el peso de todo el film, porque cuando él no está, flojean el resto de mala manera. Sean Patrick Flanery, aunque su registro se asimila a algunos toques de James McAvoy en Split realizz una notable interpretación.
Y atención, hay audio post-creditos, que supongo que tendrán significado cuando veamos la siguiente que nos espera.
Dejo la opinión ion y mi puntuación en el aire porque creo que esta pelicula merece un segundo visionado con todos los sentidos y en su versión original.
Aún así, es recomendable .
El guión es interesante y también las actuaciones. Y me encantan las pelis donde la mayor parte del desarrollo está enun espacio reducido donde nadie puede escapar o distraerse con detallitos.
Pero el mensaje está alterado, tiene una clara pretensión adoctrinadora o discursito ideológico camuflado entre fotogramas que me da cierta grima.
Y para acabar de rematarlo he visto hasta los diez últimos minutos con versión doblada al castellano que posiblemente sea una de las más horrorosas a las que me he enfrentado.
Y en esos minutos finales se nota quien es el que lleva el peso de todo el film, porque cuando él no está, flojean el resto de mala manera. Sean Patrick Flanery, aunque su registro se asimila a algunos toques de James McAvoy en Split realizz una notable interpretación.
Y atención, hay audio post-creditos, que supongo que tendrán significado cuando veamos la siguiente que nos espera.
Dejo la opinión ion y mi puntuación en el aire porque creo que esta pelicula merece un segundo visionado con todos los sentidos y en su versión original.
Aún así, es recomendable .
Valoraciones en tu crítica:
6 / 10
Tengo sentimientos encontrados con esta película, y debe ser que a medida que avance mi crítica veréis que voy de más a menos cómo el prota. Me gusta y no me gusta. El bien y el mal. Tengo múltiples personalidades y cada una opina una cosa. Asíque dejare a los queridos usuarios decidir si estoy cuerda o no (tendréis que ser el psiquiatra, aunque a mí no me matareis solo me pondréis puntos negativos). ZAlerta spoiler, si la peli te aburrió no leas la crítica que es bastante más larga que muchos guiones de las películas de este desafío.
Por un lado es una película original que (por una vez en una película sobre la posesión) cuestiona nuestro tiempo y nuestra moral a través de un prisma cristiano.
Para empezar, "Nefarious. Cuando habla el diablo" tiene un cartel y un argumento de serie B intrigantes. Si a eso le añadimos una duración compacta de noventa y siete minutos, convence, pero caemos en una trampa infernal, sobre todo cuando te das cuenta que los directores de "Nefarious. Cuando habla el diablo" son Chuck Konzelman y Cary Solomon, dos figuras del cine fundamentalista cristiano estadounidense que escribieron el vergonzoso turbo “Dios no está muerto”.
Esta pequeña película que surge de la nada y resulta ser una agradable sorpresa si se dejan de lado dos puntos fundamentales, en especial la religión . En primer lugar, está claro que "Nefarious. Cuando habla el diablo" no brilla especialmente en el aspecto visual. La dirección del dúo Konzelman-Solomon es básica e ilustrativa en el mejor de los casos, pobre en el peor. Pero se trata de una prisión psicológica en cámara, y eso es quizá menos importante que en muchos otros géneros. El segundo punto es más de índole moral, ya que la película parece estar muy alejada del movimiento de películas religiosas que se han puesto de moda en Estados Unidos durante la última década. Todas las películas giran en torno a la religión cristiana (y estadounidense), sea cual sea el género, desde el drama familiar al thriller, pasando por la feel-good movie. El resultado han sido películas bastante apestosas, que van desde mensajes contra el aborto y la eutanasia hasta sermones sermoneadores que rozan el fanatismo religioso. Aquí, aunque no se trate de una productora especializada y el mensaje sea menos insistente, sigue habiendo una moral "provida" y un fuerte enfoque en la fe y sus beneficios, así como en la batalla perpetua entre el Bien y el Mal. No es abrumador, pero está ahí de todos modos, y eso puede echar para atrás a muchas personas.
Dejando a un lado estas reservas, se trata de un pequeño thriller bien elaborado que se vende erróneamente como una película de terror. Por supuesto, lo sobrenatural no está lejos, pero no hay escenas sangrientas o genuinamente aterradoras. "Nefarious. Cuando habla el diablo" es más bien un enfrentamiento psicológico (aquí entre un condenado a muerte y el psiquiatra encargado de evaluar si está cuerdo o no) basado en intercambios verbales donde la sombra de lo fantástico se cierne sobre la lucha entre Dios y Satán. A medida que el prisionero es visiblemente poseído, revela dos personalidades: la del ente y la del poseído. Es un cambio permanente, que recuerda al trabajo de James McAvoy en "Split" con ese psicópata con múltiples personalidades. Y para eso se necesita una interpretación de calidad para no hundirse en el ridículo. Sean Patrick Flanery esta en forma: desde sus expresiones faciales hasta su voz y, más sencillamente, su interpretación en general, impresiona a sus fans, pero no me ha gustado. Frente a él, el desconocido Jordan Belfi retrata a la perfección a un chico de oro que no llega al final de sus sorpresas (pero ambos personajes los desarrollaré más abajo, porque uno está perdido y el otro sobreactuado).
Las largas escenas de diálogo constituyen el núcleo de la película y te pueden gustar o las puedes aborrecer. El flujo de palabras es intenso y los temas planteados son muchos, pero está muy bien escrito y fascina la fuerza de las discusiones entre los dos protagonistas (estes o lo de acuerdo) , entre el sentido común y el análisis de un mundo en decadencia. Dos puntos de vista que chocan y se complementan en justas realmente inquietantes. Cuando llega el momento de la ejecución, la crudeza de la silla eléctrica remueve. Y el guión está ingeniosamente tramado, con unos cuantos giros bien calculados. Aunque la película no da miedo, a veces puede resultar incómoda. Al final, es una pequeña película que no parece gran cosa, pero que resulta ser mucho más inteligente de lo que sugería su sinopsis. Imprescindible si no se es alérgico a las convicciones conservadoras que destila la moraleja.
Pero todos esos puntos que encuentro interesantes son los que también me hacen aborrecer la película.
La primera media hora cumple su cometido, pero como os he dicho al principio iba a ser dual, por lo de que Sean Patrick Flanery era expresivo en realidad me parece que se pasa de vuelta y se excede y Jordan Belfi no sabe muy bien qué interpretar. Pero el conjunto como he dicho antes da curiosidad. La fotografía es decente, el ritmo es eficaz y la dirección es sobria y bastante limpia. El folclore de rigor, así que sigamos adelante.
Entonces llega el primer punto de inflexión de la historia, cuando nuestro amigo el demonio, que responde al nombre de Nefasto (que, francamente, es un nombre ridículamente primitivo para un demonio que pretende ser más inteligente que la humanidad... pero da igual) tiene información sobre la madre del psiquiatra que no debería poseer. Es un punto de inflexión que demuestra lo floja que es la interpretación de Jordan Belfi, y me cuesta creer que la toma que guardaron para la escena en la que se enfada sea lo mejor que pudieron conseguir. Pero eso no es lo más importante. En el crescendo oratorio que precede al arrebato del médico, se tiene la extraña sensación de que acabamos de asistir a una escena que valida la equiparación de la eutanasia con el asesinato. Pero qué leches me estás contando??
Por supuesto, tiene todo el sentido del mundo que un genio del mal utilice el dolor y el sentimiento de culpa de una persona para perturbarla, y ¿qué hay más natural que sentirse incómodo ante el mal absoluto? Sin embargo, el tono de la escena sigue siendo extraño, ya que el psiquiatra casi parece aceptar que ha cometido un asesinato.
La película continúa, siguiendo el mismo patrón pero con un poco menos de cordialidad. Hasta que llega el segundo punto de ruptura: ¡el psiquiatra ha cometido "otro" asesinato! Ah, el muy cabrón. ¿Su crimen? No impedir el aborto de su novia. Acabamos de asistir a una escena que valida la equiparación del aborto con el asesinato ????
Esta vez no hay ambigüedad: el psiquiatra no puede articular sus frases, cada argumento es desmontado sin que encuentre respuesta, demuestra ser un cobarde y termina la escena intentando detener el procedimiento de aborto , que por supuesto está en curso al mismo tiempo. La escena termina con Nefasto regodeándose, porque ha demostrado que tenía razón: asesinato y aborto son la misma cosa.
Y es en este punto donde mis reservas no se pueden dejar a un lado (como he intentado decir al principio, todos de alguna u otra manera estamos condicionados por nuestras creencias, etccc para actuar, decir o valorar algo y aunque intentemos ser objetivos… no siempre es posible).
Es en este punto donde mi cabeza hace un giro cual niña del “Exorcista” : al igual que su demonio, la película está convencida de haber "enganchado" a su objetivo por la fuerza de su razonamiento. La segunda mitad de la película no lo oculta: los razonamientos absurdos se suceden para demostrar que la lógica y el rigor científico sólo pueden llevar a una conclusión: la existencia de Nefasto, de su amo, el Diablo, y de su enemigo común, Dios. Nunca se nombra directamente al gran barbudo del paraíso, pero hay que ser tonto para no entender por dónde vamos. Para los que tengan dudas, recordemos el clímax de la película: una intervención divina que salva a un ateo del suicidio para transformarlo en un creyente evangelizador, cuya nueva sabiduría se difunde a través de las televisiones americanas. La figura del denunciante convertido es un cliché recurrente en este Hollywood paralelo. La presencia de Glenn Beck, un locutor conservador casi tan riguroso como Alex Jones, en el epílogo es el último clavo en el ataúd de Nefasto. Como toda buena película proselitista, "Nefarious. Cuando habla el diablo" no busca cuestionar sino dar respuestas definitivas: es obra de un fanático, de un fanático.
No hay duda de que esta película fue concebida como una especie de "trampa" del Diablo, abrazando una cierta modernidad progresista para validar su propio conservadurismo a través del absurdo. Chuck Konzelman y Cary Solomon no tienen el talento ni la sutileza para hacer que funcione hasta el final, pero consiguen llegar a la fase de "si es un malentendido, puede que funcione", apuntando a un público más amplio que el círculo de los convencidos de antemano. Esta voluntad de hacer una película de propaganda que no parece tener nada que ver con ella tiene sin embargo un efecto inesperado, cuyo origen me cuesta precisar. "Nefarious. Cuando habla el diablo" quiere convencerte, y parece realmente convencido de haberlo conseguido, de que la solución a la decadencia del mundo es Dios y su hijo muerto en la cruz. Toda la parafernalia retórica neoconservadora está a la vista... salvo que el tratamiento de la pena de muerte, central en la película, parece sobresalir. "Nefarious. Cuando habla el diablo" opta por mostrarnos una ejecución en silla eléctrica de forma muy frontal e impactante. Es más, toda la película se basa en la idea de que el asesino condenado a muerte no tuvo nada que ver con los asesinatos que cometió. Si se sigue la lógica delirante del fundamentalismo cristiano, la pena de muerte no está mejor tratada: es parte integrante del plan del diablo para conquistar el mundo y se equipara al asesinato, del mismo modo que el aborto y la eutanasia (y creo que sólo esa frase resume la patraña de "Nefarious. Cuando habla el diablo").
Si se suman todos estos elementos, realmente da la impresión de que "Nefarious. Cuando habla el diablo" es una película contra la pena de muerte. Pero eso no encaja realmente con las obsesiones conservadoras estadounidenses, de las que el apoyo a la pena de muerte es un pilar unificador. Es el único detalle que ofrece una pequeña duda y un pequeño espacio para el cuestionamiento. ¿Es intencionado por parte de los autores? ¿Es una lectura posibilitada por su incapacidad para cerrar su historia?
El beneficio de la duda no salva a "Nefarious. Cuando habla el diablo" del marasmo imbécil y proselitista en el que se revuelca.
Por eso al encontrar mis sentimientos encontrados que tenia al principio de película, a mí no me ha gustado, pero si la recomendaría en el sentido de que parte un tema que hará pensar al espectador y a fin de cuentas cada cual tenemos que tener nuestras opiniones a pesar del intento de adoctrinamiento.
Por un lado es una película original que (por una vez en una película sobre la posesión) cuestiona nuestro tiempo y nuestra moral a través de un prisma cristiano.
Para empezar, "Nefarious. Cuando habla el diablo" tiene un cartel y un argumento de serie B intrigantes. Si a eso le añadimos una duración compacta de noventa y siete minutos, convence, pero caemos en una trampa infernal, sobre todo cuando te das cuenta que los directores de "Nefarious. Cuando habla el diablo" son Chuck Konzelman y Cary Solomon, dos figuras del cine fundamentalista cristiano estadounidense que escribieron el vergonzoso turbo “Dios no está muerto”.
Esta pequeña película que surge de la nada y resulta ser una agradable sorpresa si se dejan de lado dos puntos fundamentales, en especial la religión . En primer lugar, está claro que "Nefarious. Cuando habla el diablo" no brilla especialmente en el aspecto visual. La dirección del dúo Konzelman-Solomon es básica e ilustrativa en el mejor de los casos, pobre en el peor. Pero se trata de una prisión psicológica en cámara, y eso es quizá menos importante que en muchos otros géneros. El segundo punto es más de índole moral, ya que la película parece estar muy alejada del movimiento de películas religiosas que se han puesto de moda en Estados Unidos durante la última década. Todas las películas giran en torno a la religión cristiana (y estadounidense), sea cual sea el género, desde el drama familiar al thriller, pasando por la feel-good movie. El resultado han sido películas bastante apestosas, que van desde mensajes contra el aborto y la eutanasia hasta sermones sermoneadores que rozan el fanatismo religioso. Aquí, aunque no se trate de una productora especializada y el mensaje sea menos insistente, sigue habiendo una moral "provida" y un fuerte enfoque en la fe y sus beneficios, así como en la batalla perpetua entre el Bien y el Mal. No es abrumador, pero está ahí de todos modos, y eso puede echar para atrás a muchas personas.
Dejando a un lado estas reservas, se trata de un pequeño thriller bien elaborado que se vende erróneamente como una película de terror. Por supuesto, lo sobrenatural no está lejos, pero no hay escenas sangrientas o genuinamente aterradoras. "Nefarious. Cuando habla el diablo" es más bien un enfrentamiento psicológico (aquí entre un condenado a muerte y el psiquiatra encargado de evaluar si está cuerdo o no) basado en intercambios verbales donde la sombra de lo fantástico se cierne sobre la lucha entre Dios y Satán. A medida que el prisionero es visiblemente poseído, revela dos personalidades: la del ente y la del poseído. Es un cambio permanente, que recuerda al trabajo de James McAvoy en "Split" con ese psicópata con múltiples personalidades. Y para eso se necesita una interpretación de calidad para no hundirse en el ridículo. Sean Patrick Flanery esta en forma: desde sus expresiones faciales hasta su voz y, más sencillamente, su interpretación en general, impresiona a sus fans, pero no me ha gustado. Frente a él, el desconocido Jordan Belfi retrata a la perfección a un chico de oro que no llega al final de sus sorpresas (pero ambos personajes los desarrollaré más abajo, porque uno está perdido y el otro sobreactuado).
Las largas escenas de diálogo constituyen el núcleo de la película y te pueden gustar o las puedes aborrecer. El flujo de palabras es intenso y los temas planteados son muchos, pero está muy bien escrito y fascina la fuerza de las discusiones entre los dos protagonistas (estes o lo de acuerdo) , entre el sentido común y el análisis de un mundo en decadencia. Dos puntos de vista que chocan y se complementan en justas realmente inquietantes. Cuando llega el momento de la ejecución, la crudeza de la silla eléctrica remueve. Y el guión está ingeniosamente tramado, con unos cuantos giros bien calculados. Aunque la película no da miedo, a veces puede resultar incómoda. Al final, es una pequeña película que no parece gran cosa, pero que resulta ser mucho más inteligente de lo que sugería su sinopsis. Imprescindible si no se es alérgico a las convicciones conservadoras que destila la moraleja.
Pero todos esos puntos que encuentro interesantes son los que también me hacen aborrecer la película.
La primera media hora cumple su cometido, pero como os he dicho al principio iba a ser dual, por lo de que Sean Patrick Flanery era expresivo en realidad me parece que se pasa de vuelta y se excede y Jordan Belfi no sabe muy bien qué interpretar. Pero el conjunto como he dicho antes da curiosidad. La fotografía es decente, el ritmo es eficaz y la dirección es sobria y bastante limpia. El folclore de rigor, así que sigamos adelante.
Entonces llega el primer punto de inflexión de la historia, cuando nuestro amigo el demonio, que responde al nombre de Nefasto (que, francamente, es un nombre ridículamente primitivo para un demonio que pretende ser más inteligente que la humanidad... pero da igual) tiene información sobre la madre del psiquiatra que no debería poseer. Es un punto de inflexión que demuestra lo floja que es la interpretación de Jordan Belfi, y me cuesta creer que la toma que guardaron para la escena en la que se enfada sea lo mejor que pudieron conseguir. Pero eso no es lo más importante. En el crescendo oratorio que precede al arrebato del médico, se tiene la extraña sensación de que acabamos de asistir a una escena que valida la equiparación de la eutanasia con el asesinato. Pero qué leches me estás contando??
Por supuesto, tiene todo el sentido del mundo que un genio del mal utilice el dolor y el sentimiento de culpa de una persona para perturbarla, y ¿qué hay más natural que sentirse incómodo ante el mal absoluto? Sin embargo, el tono de la escena sigue siendo extraño, ya que el psiquiatra casi parece aceptar que ha cometido un asesinato.
La película continúa, siguiendo el mismo patrón pero con un poco menos de cordialidad. Hasta que llega el segundo punto de ruptura: ¡el psiquiatra ha cometido "otro" asesinato! Ah, el muy cabrón. ¿Su crimen? No impedir el aborto de su novia. Acabamos de asistir a una escena que valida la equiparación del aborto con el asesinato ????
Esta vez no hay ambigüedad: el psiquiatra no puede articular sus frases, cada argumento es desmontado sin que encuentre respuesta, demuestra ser un cobarde y termina la escena intentando detener el procedimiento de aborto , que por supuesto está en curso al mismo tiempo. La escena termina con Nefasto regodeándose, porque ha demostrado que tenía razón: asesinato y aborto son la misma cosa.
Y es en este punto donde mis reservas no se pueden dejar a un lado (como he intentado decir al principio, todos de alguna u otra manera estamos condicionados por nuestras creencias, etccc para actuar, decir o valorar algo y aunque intentemos ser objetivos… no siempre es posible).
Es en este punto donde mi cabeza hace un giro cual niña del “Exorcista” : al igual que su demonio, la película está convencida de haber "enganchado" a su objetivo por la fuerza de su razonamiento. La segunda mitad de la película no lo oculta: los razonamientos absurdos se suceden para demostrar que la lógica y el rigor científico sólo pueden llevar a una conclusión: la existencia de Nefasto, de su amo, el Diablo, y de su enemigo común, Dios. Nunca se nombra directamente al gran barbudo del paraíso, pero hay que ser tonto para no entender por dónde vamos. Para los que tengan dudas, recordemos el clímax de la película: una intervención divina que salva a un ateo del suicidio para transformarlo en un creyente evangelizador, cuya nueva sabiduría se difunde a través de las televisiones americanas. La figura del denunciante convertido es un cliché recurrente en este Hollywood paralelo. La presencia de Glenn Beck, un locutor conservador casi tan riguroso como Alex Jones, en el epílogo es el último clavo en el ataúd de Nefasto. Como toda buena película proselitista, "Nefarious. Cuando habla el diablo" no busca cuestionar sino dar respuestas definitivas: es obra de un fanático, de un fanático.
No hay duda de que esta película fue concebida como una especie de "trampa" del Diablo, abrazando una cierta modernidad progresista para validar su propio conservadurismo a través del absurdo. Chuck Konzelman y Cary Solomon no tienen el talento ni la sutileza para hacer que funcione hasta el final, pero consiguen llegar a la fase de "si es un malentendido, puede que funcione", apuntando a un público más amplio que el círculo de los convencidos de antemano. Esta voluntad de hacer una película de propaganda que no parece tener nada que ver con ella tiene sin embargo un efecto inesperado, cuyo origen me cuesta precisar. "Nefarious. Cuando habla el diablo" quiere convencerte, y parece realmente convencido de haberlo conseguido, de que la solución a la decadencia del mundo es Dios y su hijo muerto en la cruz. Toda la parafernalia retórica neoconservadora está a la vista... salvo que el tratamiento de la pena de muerte, central en la película, parece sobresalir. "Nefarious. Cuando habla el diablo" opta por mostrarnos una ejecución en silla eléctrica de forma muy frontal e impactante. Es más, toda la película se basa en la idea de que el asesino condenado a muerte no tuvo nada que ver con los asesinatos que cometió. Si se sigue la lógica delirante del fundamentalismo cristiano, la pena de muerte no está mejor tratada: es parte integrante del plan del diablo para conquistar el mundo y se equipara al asesinato, del mismo modo que el aborto y la eutanasia (y creo que sólo esa frase resume la patraña de "Nefarious. Cuando habla el diablo").
Si se suman todos estos elementos, realmente da la impresión de que "Nefarious. Cuando habla el diablo" es una película contra la pena de muerte. Pero eso no encaja realmente con las obsesiones conservadoras estadounidenses, de las que el apoyo a la pena de muerte es un pilar unificador. Es el único detalle que ofrece una pequeña duda y un pequeño espacio para el cuestionamiento. ¿Es intencionado por parte de los autores? ¿Es una lectura posibilitada por su incapacidad para cerrar su historia?
El beneficio de la duda no salva a "Nefarious. Cuando habla el diablo" del marasmo imbécil y proselitista en el que se revuelca.
Por eso al encontrar mis sentimientos encontrados que tenia al principio de película, a mí no me ha gustado, pero si la recomendaría en el sentido de que parte un tema que hará pensar al espectador y a fin de cuentas cada cual tenemos que tener nuestras opiniones a pesar del intento de adoctrinamiento.
Valoraciones en tu crítica:
6 / 10
Nefarious. Cuando habla el diablo es una película de ¿terror?, bueno como el diablo está por medio vamos a considerarla así. Tengo la sensación de haber visto ya alguna película parecida pero no recuerdo el nombre.
Los directores Chuck Konzelman y Cary Solomon nos llevan a una sala de interrogatorios donde el doctor James Martin interpretado por Jordan Belfi tendrá que evaluar al asesino en serie, Edward Wayne Brady, interpretado por Sean Patrick Flanery, para decidir si le declara cuerdo o más loco que una cabra, porque de ello depende su sentencia a muerte.
Una película donde el noventa por ciento de la película ocurre en la sala de interrogatorios, una especie de duelo de mentes donde el diálogo inteligente prevalece en todo momento, pero tanto chau chau seamos honestos, no va a ser íntegramente interesante, hay momentos para el bostezo, se hace bola, sin dobleces, puesto que tiene un ritmo pausado.
Pero lo peor no es que haya demasiado diálogo y nula acción, es que es demasiado predecible, desde el primer momento sabes lo que va a suceder, nada te va a sorprender, no hay giros de los que dejen al espectador con la boca abierta, es excesivamente plana en este aspecto.
Entre tanta palabrería de dos personas inteligentes y que una de ellas se cree el mismísimo satanás, suceden los temas a tratar...la eutanasia y el aborto, dos temas especialmente controvertidos dependiendo de las creencias y convicciones de cada persona, un auténtico juicio moral en toda regla.
Las actuaciones de los dos protagonistas pues en un diálogo en el que tampoco se puede un actor lucir demasiado y menos si no hay giros inesperados, las considero correctas, nada del otro mundo.
Yo creo que aunque tiene momentos de bostezo y otros mejores, en general es entretenida e interesante, lástima que sea muy plana. No se la recomendaría a todo el mundo, si no te gustan los grandes diálogos profundos está clarísimo que esta no es tu película, para los demás pues es complicado recomendar porque es una película muy particular. Para verla tienes que saber lo que te vas a encontrar para no llevarte un desengaño.
Los directores Chuck Konzelman y Cary Solomon nos llevan a una sala de interrogatorios donde el doctor James Martin interpretado por Jordan Belfi tendrá que evaluar al asesino en serie, Edward Wayne Brady, interpretado por Sean Patrick Flanery, para decidir si le declara cuerdo o más loco que una cabra, porque de ello depende su sentencia a muerte.
Una película donde el noventa por ciento de la película ocurre en la sala de interrogatorios, una especie de duelo de mentes donde el diálogo inteligente prevalece en todo momento, pero tanto chau chau seamos honestos, no va a ser íntegramente interesante, hay momentos para el bostezo, se hace bola, sin dobleces, puesto que tiene un ritmo pausado.
Pero lo peor no es que haya demasiado diálogo y nula acción, es que es demasiado predecible, desde el primer momento sabes lo que va a suceder, nada te va a sorprender, no hay giros de los que dejen al espectador con la boca abierta, es excesivamente plana en este aspecto.
Entre tanta palabrería de dos personas inteligentes y que una de ellas se cree el mismísimo satanás, suceden los temas a tratar...la eutanasia y el aborto, dos temas especialmente controvertidos dependiendo de las creencias y convicciones de cada persona, un auténtico juicio moral en toda regla.
Las actuaciones de los dos protagonistas pues en un diálogo en el que tampoco se puede un actor lucir demasiado y menos si no hay giros inesperados, las considero correctas, nada del otro mundo.
Yo creo que aunque tiene momentos de bostezo y otros mejores, en general es entretenida e interesante, lástima que sea muy plana. No se la recomendaría a todo el mundo, si no te gustan los grandes diálogos profundos está clarísimo que esta no es tu película, para los demás pues es complicado recomendar porque es una película muy particular. Para verla tienes que saber lo que te vas a encontrar para no llevarte un desengaño.
Valoraciones en tu crítica:
6.5 / 10
Pues me ha sorprendido gratamente, no soy muy de películas donde solo se dediquen a hablar y todo el peso de la trama sea un dialogo pero aquí me ha parecido que ha brillado bastante y no se me hizo pesada en ningún momento es mas es tan sencillo sin tecnicismo que quizá por eso me llego más fácilmente.
Tenemos a un preso que está listo para recibir una sentencia de muerte y solo falta la visita de un psiquiatra para evaluar su estado mental para determinar si esta cuerdo o no en sus afirmaciones de que es un demonio.
Me ha parecido una idea original la verdad donde toda la trama se desarrolla en escenario único prácticamente.
Buen sonido en los diálogos, buen doblaje al castellano, no tiene una gran banda sonora pero no le hace falta lo poco que hay es suficiente para generar el ambiente suficiente a ese dialogo tan extenso que tiene detrás.
El montaje de la película es bueno y las actuaciones de Sean Patrick Flanery y Jordan Belfi están correctas, sobretodo la del primero me ha parecido superior y que ha sabido sacar adelante un personaje complejo como es Edward/nefarious.
Falla en su género terror aunque el terror tiene muchas formas, donde si destaca es en el thriller o suspense que se genera a lo largo del film siendo una buena película de este género. Su final me ha gustado puede que a algunos les pueda sobrar pero lo veo necesario y bien ejecutado.
Si el diablo te habla solo tienes dos opciones o escuchar o salir corriendo la decisión es tuya, aunque hay una tercera que es que te entre por un lado y te salga por otro todo lo que tenga que decirte.
Tenemos a un preso que está listo para recibir una sentencia de muerte y solo falta la visita de un psiquiatra para evaluar su estado mental para determinar si esta cuerdo o no en sus afirmaciones de que es un demonio.
Me ha parecido una idea original la verdad donde toda la trama se desarrolla en escenario único prácticamente.
Buen sonido en los diálogos, buen doblaje al castellano, no tiene una gran banda sonora pero no le hace falta lo poco que hay es suficiente para generar el ambiente suficiente a ese dialogo tan extenso que tiene detrás.
El montaje de la película es bueno y las actuaciones de Sean Patrick Flanery y Jordan Belfi están correctas, sobretodo la del primero me ha parecido superior y que ha sabido sacar adelante un personaje complejo como es Edward/nefarious.
Falla en su género terror aunque el terror tiene muchas formas, donde si destaca es en el thriller o suspense que se genera a lo largo del film siendo una buena película de este género. Su final me ha gustado puede que a algunos les pueda sobrar pero lo veo necesario y bien ejecutado.
Si el diablo te habla solo tienes dos opciones o escuchar o salir corriendo la decisión es tuya, aunque hay una tercera que es que te entre por un lado y te salga por otro todo lo que tenga que decirte.
Valoraciones en tu crítica:
1 / 10
La película se centra en un psiquiatra que debe determinar si un preso condenado a muerte, para esa misma noche si es posible, está fingiendo su supuesta posesión demoníaca o no.
El intento de hacer una película de terror es digno de admirar, ya que se crea una atmósfera que podría parecer apropiada, y la premisa podría funcionar sobre el papel, llevando a cabo una nueva forma de cambiar el tema de la posesión, pero el diálogo entre los dos protagonistas es insufrible.
Esta no es una película de terror de demonios, es una pequeña fiesta de sermones, conservadora y llena de contradicciones para aburrirse.
Sean Patrick Flannery ofrece una actuación horrible, con esos tics exagerados que son muy difíciles de seguir sin querer que lo ejecuten ya. No es profundo ni está lleno de matices.
Y luego está Jordan Belfi, un poquito mejor pero tampoco se salva. Yo era ateeeeo….♬♫...hasta que dejé de serlo.
El final podría haber sido una explosión de horror sobrenatural e imágenes perturbadoras que hicieran la espera valiese algo la pena, pero no.
El intento de hacer una película de terror es digno de admirar, ya que se crea una atmósfera que podría parecer apropiada, y la premisa podría funcionar sobre el papel, llevando a cabo una nueva forma de cambiar el tema de la posesión, pero el diálogo entre los dos protagonistas es insufrible.
Esta no es una película de terror de demonios, es una pequeña fiesta de sermones, conservadora y llena de contradicciones para aburrirse.
Sean Patrick Flannery ofrece una actuación horrible, con esos tics exagerados que son muy difíciles de seguir sin querer que lo ejecuten ya. No es profundo ni está lleno de matices.
Y luego está Jordan Belfi, un poquito mejor pero tampoco se salva. Yo era ateeeeo….♬♫...hasta que dejé de serlo.
El final podría haber sido una explosión de horror sobrenatural e imágenes perturbadoras que hicieran la espera valiese algo la pena, pero no.
Valoraciones en tu crítica:
7 / 10
Nefarious, de los guionistas Cary Solomon y Chuck Konzelman, se apoya precisamente en eso, en un guion inteligente, que aborda tanto las grandes cuestiones de la vida como las grandes diatribas éticas de la sociedad, donde además el personaje del reo (Sean Patrick Flanery) va tejiendo poco a poco un jaque mate alrededor del personaje del doctor (Jordan Belfi), que no tendrá más remedio que perder elija lo que elija . Así, la mayor parte del metraje consiste en un diálogo entre estas 2 (o 3?) personas, que bien podría haberse montado teatralmente.
El terreno por donde se mueve es el psicológico y el reflexivo, no esperéis otro tipo de terror, pues no lo encontraréis.
Aunque por otro lado, qué puede haber más terrorífico que lo que la "justicia" puede llegar a hacer con un ser humano en nombre de sí misma?
Recomendable.
El terreno por donde se mueve es el psicológico y el reflexivo, no esperéis otro tipo de terror, pues no lo encontraréis.
Aunque por otro lado, qué puede haber más terrorífico que lo que la "justicia" puede llegar a hacer con un ser humano en nombre de sí misma?
Recomendable.
Valoraciones en tu crítica:
8.5 / 10
Nefarious es una peli que promete terror, pero va por otro camino. Su tráiler y clasificación como “R” engañan bastante; de hecho, podría considerarse más un thriller psicológico, aunque esto tampoco le hace justicia.
La historia es simple, pero contundente. La peli casi entera es un cara a cara entre un asesino en serie y un psiquiatra que debe evaluarlo para ver si lo pueden ejecutar. La cosa es que el psiquiatra descubre que su “paciente” tiene una historia brutal que contar, y esa historia nos sumerge en el lado oscuro de una manera muy seria. La peli trata temas éticos como el aborto, la eutanasia y el libre albedrío, pero desde un punto de vista nada convencional.
Lo que me atrapó fue la actuación increíble de Sean Patrick Flanery, que hace un papel memorable. Nada de efectos especiales exagerados, solo pura tensión y buen guion. No es lo que esperarías de una peli de “terror”; es mucho más filosófica y te hace pensar en esos temas incómodos sobre el bien y el mal. No volverás a ver Efesios 6:12 igual después de verla.
La historia es simple, pero contundente. La peli casi entera es un cara a cara entre un asesino en serie y un psiquiatra que debe evaluarlo para ver si lo pueden ejecutar. La cosa es que el psiquiatra descubre que su “paciente” tiene una historia brutal que contar, y esa historia nos sumerge en el lado oscuro de una manera muy seria. La peli trata temas éticos como el aborto, la eutanasia y el libre albedrío, pero desde un punto de vista nada convencional.
Lo que me atrapó fue la actuación increíble de Sean Patrick Flanery, que hace un papel memorable. Nada de efectos especiales exagerados, solo pura tensión y buen guion. No es lo que esperarías de una peli de “terror”; es mucho más filosófica y te hace pensar en esos temas incómodos sobre el bien y el mal. No volverás a ver Efesios 6:12 igual después de verla.
Valoraciones en tu crítica:
5.5 / 10
No sé qué decir la verdad, me parece una película que está bien, pero igualmente se me ha hecho algo pesada.
El protagonista me parece que lo hace bien, aunque creo que peca de exceso de gestos para diferenciar ambas personalidades.
Tiene juegos mentales (aunque la verdad, desde el principio se entiende que es un demonio) como lo que parece psicología inversa, alguna premonición que otra, eso está curioso. Al inicio, Nefarious me sorprende por la aparente falta de interés en la conversación con el psiquiatra.
Gran cagada, ¿en serio dejan entrar en una cárcel a alguien con una pistola? ¿aunque sea para ver una ejecución? , hay creo que han derrapado.
Creo que es una peli que está bien, pero que tienes que estar dispuesto a hacer un poco de esfuerzo para atenderla, ya que puede ser un pelín monótona.
El protagonista me parece que lo hace bien, aunque creo que peca de exceso de gestos para diferenciar ambas personalidades.
Tiene juegos mentales (aunque la verdad, desde el principio se entiende que es un demonio) como lo que parece psicología inversa, alguna premonición que otra, eso está curioso. Al inicio, Nefarious me sorprende por la aparente falta de interés en la conversación con el psiquiatra.
Gran cagada, ¿en serio dejan entrar en una cárcel a alguien con una pistola? ¿aunque sea para ver una ejecución? , hay creo que han derrapado.
Creo que es una peli que está bien, pero que tienes que estar dispuesto a hacer un poco de esfuerzo para atenderla, ya que puede ser un pelín monótona.
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Mi Opinión / Critica de Nefarious. Cuando habla el diablo
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