Pocos debuts cinematográficos pueden presumir de haber causado tanto impacto en el panorama cinéfilo como 'Reservoir Dogs', un atípico thriller con tintes de cine negro con el que Quentin Tarantino, quien hasta entonces solo contaba con un inclasificable mediometraje a sus espaldas, daba las primeras pinceladas de su particular estilo como realizador. Esa personalidad tan distintiva, fruto de sus incontables —y eclécticas— influencias fílmicas y musicales, lograba que algo tan trillado como es el atraco a una joyería se convirtiese en un explosivo y vibrante relato en el que dicho atraco era, paradójicamente, lo que menos peso tenía en el desarrollo de la historia. Tarantino tomaba esa premisa como una mera excusa argumental para, en su lugar, sumergirnos en una narración en tiempo real —acompañada a su vez de numerosos y reveladores flashbacks— donde lo verdaderamente importante era el antes y el después del robo: qué había llevado a los personajes hasta allí y qué consecuencias tendría el golpe para ellos.

Todo esto queda ya patente desde la memorable secuencia de apertura; una charla en una cafetería donde los atracadores están desayunando mientras hablan de sus cosas. A través de diálogos aparentemente intrascendentes e irrelevantes para el atraco, Tarantino empezaba a mostrar su magistral habilidad para escribir diálogos rápidos e ingeniosos y, del mismo modo, para presentar perfectamente las personalidades de sus personajes en apenas unos minutos de metraje. El resto de la historia, de estructura fragmentada y marcado tono teatral —muy apoyado en las interpretaciones de nombres tan notables como los de Harvey Keitel, Tim Roth o Steve Buscemi—, discurre como una vertiginosa montaña rusa repleta de violencia, tensión, temazos atemporales y breves destellos de ese característico y gamberro sentido del humor que pronto se convertiría en una de las señas de identidad del estilo tarantiniano. Una fantástica carta de presentación que, como el tiempo ha acabado demostrando, tan solo era la primera de muchas joyas en la filmografía de un director irrepetible.

Una gran película con poco presupuesto y mucha inventiva. En un séptimo arte donde está prácticamente todo inventado y donde el cine de atracos está muy definido, Tarantino supo innovar, aportar frescura y crearse una identidad propia. La película tiene suspense y acción, y los 'flashbacks' le aportan dinamismo para contrastar con las escenas en un ambiente cerrado.

Su estructura y su iconografía influyeron en producciones posteriores, por ejemplo, se nota en 'La casa de papel'.

Reservoir Dogs es una película co - escrita y dirigida por Quentin Tarantino y que fue la película que merecidamente lo lanzó a la fama.
Este filme está protagonizado por algunos de los que después se convertirían en sus actores recurrentes como Tim Roth, Harvey Keitel, Steve Buscemi y Michael Madsen, y que tiene una banda sonora en la que se gastó gran parte del presupuesto, y he de decir que en ambos casos fue un dinero bien invertido.
En cuanto al guión es indudable que el señor Tarantino tiene un talento especial para construir tanto guiones como personajes fascinantes.
Y lo cierto es que este filme fue todo un hito en su estreno, llamando la atención tanto de crítica como público por su tremenda originalidad y por su manera casi estética de representar la violencia.
En cuanto la historia de esta cinta, esta es básicamente la historia de una banda de seis atracadores, de algunos de los cuales no conoceremos los nombres, sino tan sólo los colores que se les asignarán para identificarlos.
Es también la historia de un atraco que no vemos pero que sabemos que sale mal, y un almacén abandonado donde los seis fracasados criminales se reunen.
En definitiva esta es una gran historia con un muy buen ritmo, que te atrae a la vez que te genera tensión, todo lo cual la hace totalmente recomendable.

Película dirigida por quentin Tarantino, estamos ante un thriller de robos atracos donde la mayor parte de la acción sucede en un único entorno. Todo el peso de la trama recae en diálogos que por momentos se hacen un poco lentos y tediosos al menos al principio hasta que te metes en la dinámica de este grupo de delincuentes que no les salió el atraco como lo habían planeado (ley de Murphy en acción) y claro ahora la sombra de las dudas planea sobre estos desconocidos cuyos nombres son colores en clave a saber marrón, rosa (el gracioso o el objetivo de las gracias según se mire), blanco, rubio (enigmático como él solo, frio y distante), azul, naranja. Purpura no estaba aquí entre ellos.
La banda sonora es notable y tiene verdaderamente sus momentazos, los mejores de la película se los lleva desde luego.
Las interpretaciones me quedaría con dos la de Michael madsen y la de Chris penn como las más destacables sin olvidar a señor negro dijo Lawrence Tierney.
Una notable película pero me sigo quedando con kill bill aunque para ser la primera tiene mucho nivel es de esas que no le saldrían a la inmensa mayoría en especial en su parte final es donde gana para mi gusto alejándose de los diálogos que pueden aburrir en demasía al espectador.