Críticas de El empleo

We are all fu**ed up!

La verdad es que para ser un corto de 2008, lo veo más actual que nunca.

No creo que el mensaje que nos transmite este corto sea ajeno a nadie, otro día más en el que el ser humano es tratado en base a su capacidad para producir, para trabajar, para servir a otro, y como podemos ver por sus caras, no de muy buena gana. Incluso hasta el que piensas que será la cúspide de la pirámide, resulta ser el felpudo del de un poco más arriba.

La verdad es que aborda un tema del que se podría estar hablando horas y horas, pero principalmente me ha recordado algo que leí hace un tiempo. Muchos de nosotros no somos capaces de valorarnos si no es en relación a nuestro trabajo/producción, porque eso es lo que nos han enseñado, y por si no fuera poco, lo convertimos en una parte imprescindible de nuestra personalidad, entrando en un círculo vicioso.

Sin una sola palabra, consigue transmitir un mensaje muy potente, todo ello en no más de 7 minutos, así que no le puedo pedir más

¡Muy recomendable para ver, pero sobre todo para comentar después!

Ya lo decía la canción.... Es una laaaaataaaa el trabajaaaar, todos los días te tienes que levantaaaaar.

Me encantan las historias que con muy poquito, te cuentan un mundo entero y te dejan pensativo y esperando a las conclusiones que sacan los demás para seguir desentrañando los misterios que contienen.

Estamos ante un pequeño cortometraje de animación que a través de la representación antropomórfica de cosas de nuestro día a día como un perchero, una silla, o incluso un semáforo, nos habla de la precariedad laboral, de la rutina y de la servidumbre. Nadie es mejor que nadie, siempre hay alguien por encima nuestra, pero seguimos vendiendo nuestra vida por un salario por la posibilidad de un futuro mejor.

Da que pensar...

Sencillo y a la vez es una gran escenificación de como vamos avanzando como sociedad, vivimos para trabajar y dejamos que nos pisen, usamos a los demás y no nos preocupamos de las personas que tenemos cerca.

La rutina como metáfora y la inexpresión como la indiferencia hacia los demás, triste pero real.

Critica al sistema capitalista, y que nos muestra que somos objetos, no personas trabajadoras.

Curioso todo lo que rodea al protagonista y con un final, que por lo menos a mi, me ha resultado curioso,

Vaya curro tiene el colega.

Certero y deprimente hasta la náusea. Cualquier crítica hacia este sistema antipersonas que es el capitalismo será siempre pertinente y necesaria y en "El empleo" no necesitan ni una sola palabra para reflejar el tedio, la rutina y la esclavitud del mismo. El trabajo se lleva hasta el extremo pasando las personas a ser meros objetos, cumpliendo su jornada con el hastío y la inevitabilidad diaria del "es lo que hay", básicamente lo mismo que todes nosotres si no queremos morirnos de hambre. La metáfora perfecta de la alienación y comercialización del ser humano que vivimos en la sociedad presente. Nos dejamos pisotear, sí, igual que el protagonista que en este corto cumple día a día su empleo de felpudo. Brillante. ¡Abajo el trabajo!

Bueno, pues me ha gustado mucho, muy bueno este corto, sencillo pero a la vez claro, y te deja pensativo con lo que acabas de ver.

- Un hombre como un aparente día cualquiera se dispone a ir a su trabajo

Llama la atención obviamente todo lo que le rodea en esa rutina personal hasta desplazarse y llegar a su puesto de trabajo. Como bien he leído en Internet al buscar posteriormente información, hace que en principio no estemos muy a favor del protagonista sino más bien de la gente que le rodea, pero una vez que llega el final eso parece cambiar y sentimos cierta compasión con él.

Me ha "gustado" los semáforos, así como la puerta principal de su trabajo, no se, me llamó la atención. Si que lo que más me dio como pena fue los taxistas y/o vehículos, que ya se que quizás había otros peores, pero me ha venido a la mente mi ciudad y no creo que durarían ni un día, pues se podría decir que las bicicletas no tienen apenas éxito a la hora de desplazarse por la disposición geográfica, y es un mundo tener que utilizarlas después de tu jornada laboral.

Comentando nuevamente el corto, sus imágenes son simples, con la utilización de acuarelas, no hay diálogos, y sin embargo está claro todo su mensaje. Este mensaje se puede interpretar de varias maneras a la hora de realizar un análisis, como es el caso de lo que he podido encontrar en una búsqueda de información, con la idea de "vivir para trabajar o trabajar para vivir", también y parece más claro es la rutina diaria, como pierdes esas ganas, alegría cuando tienes un trabajo que no te llena, no te compensa emocionalmente.

Ha pasado más de 15 años desde su realización y aún se puede usar para esta actualidad de nuestros días, se podría considerar atemporal, y tiene pinta que seguirá sirviendo para unos próximos años más.

Muy muy recomendable :)

"Elige un trabajo que ames y no tendrás que trabajar ni un solo día de tu vida", es la frase utópica que escuché y que, cuando empecé mi vida laboral, hizo que me dijese: Qué suerte tengo, he conseguido mi trabajo soñado y no podría ser más feliz en él.
Y una mi***da.
Creo que da igual que te encante tu trabajo, o que lo odies, todos los trabajos son necesarios y todos dependemos de los demás, algo que se muestra de manera exagerada en este corto. Son las circunstancias que rodean a ese trabajo las que determinan tu vida. A veces trabajamos para otros y nos involucramos tanto que nos olvidamos de nosotros mismos. Vivir pendiente de un reloj, recorrer todos los días el mismo camino, recibir órdenes de un jefe, o de la administración... Llega un momento en el que tenemos todo tan automatizado que cada día es igual y vivimos ansiando que lleguen las vacaciones.
Vaya depresión de corto, sencillo y directo, pero no cabe duda de que no te dejará indiferente.
PD: Tengo que reconocer que me he reído con los semáforos y la puerta automática, no he podido evitarlo...

Hombre objeto,, y no por el uso que se haga de el, sino como parte de todo.
Hace de lámpara, espejo, mesita y perchero. Pero eso solo en casa.
En la calle cualquier objeto es substituido por un ser humano. Taxis, semáforos, puertas automáticas, ascensores, todo.
Podria ser una reflexión sobre el abuso de la automatización de todo nuestro entorno y lo inútiles que nos hace, pero No, no abordaremos el cambio climático. Esto va un poquitín más lejos.
Nuestro hombre dedo particular tiene un destino que le marca la rutina diaria. El también va camino de 'materializarse'. Y no en el clásico hombre florero o perchero, o cualquiera que podamos imaginar, nuestro protagonista es un un hombre felpudo . Y no uno cualquiera, en el de su jefe .
6 minutos sin una sola palabra, algún que otro suspirito y no más para tirarnos literalmente por los suelos .
Interesante reflexión y una matanza para el que tenga que ir a trabajar y haya visto edtd cortometraje inspirador.
Déjale llegar al final. no todo está acabado, y la rebelión del hombre lámpara puede ser un gran principio para la humanidad

Ese suspiro final, casi imperceptible...

Ya lo dijo Tyler Durden, "tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos, para impresionar a gente a la que no le importamos", en lo que hasta la fecha para mi es el mejor resumen del capitalismo.

Lo que refleja este corto no le anda a la zaga, y además siendo argentino que lo haga sin palabras resulta aún más impactante, pero claro, esta gente después del corralito se han ganado el derecho a opinar como quieran en la materia. Y lo hace con mucho acierto, nos pone en el punto de mira, porque somos sufridores y culpables a la vez, porque hemos creado y abrazado un sistema que nos convierte a todos en nuestros propios esclavos.

Y esa escena final, está para recordar a todos los que se sienten arriba en la pirámide, que siempre en algún momento, tendrán a alguien por encima, quid pro quo

El Empleo, cortometraje de animación del director argentino Santiago Bou Grasso, donde con muy poquito hace una denuncia clara y directa sobre el sistema laboral en el mundo y como las personas en un momento dado hemos perdido la dignidad y nos hemos acobardado por defender nuestros derechos.

Solo son cinco minutos y medio de cortometraje, sin diálogos, pero no hace falta más para entender un mensaje tan claro, como dice el refrán, una imagen vale más que mil palabras y es lo que sucede en todo momento en este cortometraje tan bien plasmado.

Magnífica crítica donde las empresas son menos "familiares" y se ha deshumanizado todo, ya los empleados son simples números y muchas de las empresas se conocen como "cárnicas". Seguro que muchos habéis oído o incluso utilizado estos términos. Donde los que mandan abusan y si tienen gente por encima seguramente son abusados, de eso que todo se propague hacia abajo.

Este corto me ha recordado a una viñeta que vi denunciando el sistema laboral, que era un nido de águilas en forma de pirámide y todos los excrementos van para abajo, quedando las águilas de los niveles inferiores bien empapadas de la mierda de arriba.

Lo mejor es la solución que se ve en los créditos, todo está en nuestra mano.

Recomendable para todo el mundo. Es bueno esta bofetada en un momento dado en un sistema demasiado adormilado.

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La cruda realidad hace acto de presencia con este brutal cortometraje social titulado «El empleo» del director argentino ‘Santiago Bou Grasso’.

El concepto que aborda esta obra no resulta ajeno a los ojos de nadie. En mi caso, es un tema muy recurrente del que suelo escuchar hablar con frecuencia en mi día a día. La gente está muy hastiada de todo, hasta el punto en el que los niveles de humanidad están al ras del suelo. En muchos casos solo somos cifras, en otros tantos tristes objetos. No importa que hagas o quien eres, solo interesa lo que puedas ofrecerles. Dondequiera que mires, solo verás personas sirviendo a otras personas. Y, por paradójico que parezca, replican el trato desfavorable al que ellos mismos están sometidos. Todo ello es reflejado por el autor en su obra. A través de un mundo distópico, hace una demoledora y punzante crítica frente al capitalismo y la deshumanización laboral, con la intención de hacernos reflexionar sobre el caótico rumbo que está tomando el mundo.

El bienestar, la dignidad y la humanidad deberían estar por encima de toda eficiencia o productividad; lástima que no siempre se dé el caso.

( `ー´)シφ Al menos darle una oportunidad.

Creo que la sinopsis es la perfecta representación de todo este corto de animación, sin sorpresas ni grandes detalles. La explotación humana es mala y este corto de origen argentino nos conciencia sobre ello.

Lo siento pero no lo recomiendo porque creo que le ha faltado algo extra de encanto o cambio para hacerlo más interesante, aunque entiendo que es una forma de hacerlo cotidiano.

El empleo es un corto argentino dirigido por Santiago Bou más dramático que cómico y en caso de reírte seria por no llorar porque qué manera de reflejar la realidad de la sociedad a modo de espejo devolviéndonos una visión terrorífica de la misma, el hombre relegado a vulgares objetos pertenecientes al engranaje de la maquinaria social que los absorbe dejándolos vacíos, meros números amigos pero su final bien merece la pena arrojando algo de luz y esperanza en toda esta oscuridad.

Sin apenas diálogos consigue plasmar todo esto de forma correcta y con un estilo visual bastante decente.

Pd: El tiempo es oro pero este corto merece la pena cada maldito segundo, intentemos buscar el equilibrio.

Esta es la sátira menos sutil que he visto nunca.

El corto me acaba perdiendo porque su mensaje resulta extremadamente burdo, sin que requiera el mejor esfuerzo por parte del espectador para captar qué se está criticando aquí.

Por lo demás, y pese a que la, llamémosle, historia es solo una excusa para presentar el mensaje, resulta entretenido y plantea una construcción de este mundo que por momentos es bastante ingeniosa.

En definitiva, soy el primero que va a aplaudir un mensaje anticapitalista, pero considero que si tu mensaje requiere un nulo esfuerzo intelectual por parte del consumidor, pierde su fuerza.

Aunque este corto peca de ello, por su corta duración es recomendable echarle un vistazo al menos una vez.

El trabajo es una actividad humana entendida como una mercancía. Me vais a perdonar, tengo examen el viernes y esto está en la primera página. Y es curioso que una de las definiciones de trabajo sea precisamente esa, porque los humanos parece que a veces sólo sirven para eso, para producir y producir, para ofrecer productos y servicios a otros, muchas veces a costa de su propia vida, o de su identidad. En algunas empresas no hay nombres, sólo números, sólo productores autómatas que trabajan en cadena sin cesar y sin derecho a abrir la boca por miedo a las consecuencias. Porque ay, las consecuencias.

La crítica que realiza este corto, sin pronunciar una sola palabra, tan sólo mostrándonos lo que es algo de lo más cotidiano, una persona levantándose y realizando su rutina diaria de camino a su puesto de trabajo, me parece una maravilla. Porque es una crítica directa, es mordaz, y qué mérito tiene la manera en la que hace esa crítica. Te lo deja ahí delante y ya tú verás qué haces con ello, hasta te revuelve el estómago darte cuenta de lo acertado y cruel que es, pero cruel porque el mundo en el que vivimos es así. Trabajar para vivir o vivir para trabajar, o convertir tu trabajo en tu vida y olvidarte poco a poco de todo lo demás hasta que no te quede nada, sólo ir de casa al trabajo y del trabajo a casa y vuelta a empezar, sin identidad, sin vida, sin motivación, sin ilusiones.

Lo más curioso del corto es que, según nos lo plantean todo, la manera en la que el protagonista hace su vida y vamos viendo los distintos personajes/objetos que se va encontrando, parece, sobre todo viendo esa última puerta, que es el jefazo, que cuenta con tantas personas objeto a su disposición, como un esclavista de los de antaño (ahora se les llama empleados, que lo de esclavos dicen que está mal y tal), pero en realidad no sólo no es eso, sino que es un simple felpudo, lo que hurga aún más en la herida, porque cuánta gente se sentirá así a diario, siendo pisoteada y ninguneada.

Corto, sencillo y directo, eso es lo que le pido a un corto, y si además te hace pensar y te remueve la conciencia, en unos 6 minutos de duración, ya lo tiene todo. Por cierto, la escena post créditos me parece una maravilla, toda una declaración de intenciones.

Nada sutil pero tremendamente efectivo.

Una vez veas este corto ya no podrás ver tu trabajo del mismo modo que hasta ahora lo habías hecho, es alucinante como en unas pocas secuencias de tan solo unos minutos desmonta por completo el sistema laboral al que estamos todos sometidos.

Recomendadísimo, como mínimo te hará reflexionar durante un rato.

Santiago Bou Grasso nos presenta en este cortometraje un mundo banalmente terrible y donde gracias a él he recuperado mis ganas de hacer críticas. “El empleo” es un corto sobrio y eficaz al mismo tiempo. Invita al espectador a reflexionar sobre el sentido de la vida, a abrir más los ojos ante la sociedad en la que vivimos. No hay sorpresas, ni iniciativa, ni placer, ni sonrisas, ni colores, ni palabras, sólo una sociedad impecablemente mecánica. Con hombres y mujeres definidos únicamente por su papel en el mundo. Hombres y mujeres que sean sobre todo útiles, que trabajen. Están en todas partes, en todo lo que nos rodea, ya no hay nada de natural, la gente ya no vive, sólo sirve, sin ninguna iniciativa. “El empleo” nos lo muestra de forma sencilla pero impactante, sin música sin diálogos. Me ha gustado como el director nos sorprende con la realidad, el cinismo, con la metáfora del capitalismo, con el silencio de este « encierro » del hombre y su vida aburrida.

El empleo es un cortometraje de animación, en el que la gente hace, de forma un tanto curiosa, las funciones de diferentes objetos.

El corto muestra con mucho acierto aquello en lo que unos cuantos pretenden convertirnos, una sociedad sin pensamiento, mecanizada, apática, meros objetos, unos medios para sus fines , y van camino de conseguirlo, si no lo han hecho ya.

Además, tienen el chiringuito montado en forma de rueda, una rueda de la que todos formamos parte, ¿y qué alternativa tenemos? Una rueda en la que sólo unas pocas tangentes logran desmarcarse. Unas tangentes para gobernarlos a todos.
Esto último no sale en el corto, por eso no lo pongo en spoiler, pero es a lo que me ha llevado a mí.

De algo hay que trabajar, pero siempre habrá alguien con un trabajo mejor o peor. En este corto, vemos un reflejo de la sociedad, donde nos da igual denigrar a los empleados que están por debajo, porque siempre hay uno por encima que nos denigra a nosotros.

Aquí vemos el rutinario día de trabajo de un señor y los "curiosos" trabajos que tienen el resto de la gente. Me hicieron gracia los semáforos y el contrapeso del ascensor, pero la verdad es que da un poco de rabia lo normalizado que tenemos la deshumanización de ciertos trabajos.

Vaya, eso sí que es decir mucho con muy pocas palabras (o más bien ninguna).

El empleo es una crítica durísima al capitalismo. Una crítica a cómo el sistema utiliza a las personas como meros objetos para seguir avanzando.

Lo que más me ha impactado ha sido la resignación. La resignación del hombre que se levanta todos los días para ser el felpudo de alguien. La resignación de la mujer que va a casa de un señor todos los días para ser su perchero. La resignación de la mujer que quedaba atrapada dentro de la taquilla. Todos y cada uno de ellos cumplen su papel, día tras día, para continuar con esa bola que cada vez es más grande.

El corto es tan directo y sencillo que no tiene final. Porque el empleo de estas personas continúa y continúa. Porque al final aprendemos a vivir (o, más bien a malvivir) en esas circunstancias.

Muy recomendable.

Esa buena critica a la sociedad capitalista, como la mayoría de la gente hace trabajos inicuos para otros y así hacer unos trabajos sin sentidos unos a otros para que la maquinaria capitalista siga funcionando en un circulo vicioso. Hay cosas que tienen su gracia como el uso de los colores de los semáforos y la gran metáfora final donde el prota no sirve mas que para trabajar de mero felpudo

¡Me acabo de quedar muy gratamente sorprendida!
En este corto animado argentino, tenemos toda la mala leche de la que son capaces, haciéndones reflexionar en esta sátira sobre el empleo, la monotonía, la desgana,... ¡y ese final! ¡Y todo en un coto mudo!
Aquí tenemos un personaje que se levanta de la cama y vemos como, en su camino al trabajo, va "utilizando" a otras personas que actúan como objetos, pero lo hace como si fuese al matadero, lo que hace que no tengas empatía con él, porque... ¿cómo puede utilizar así a los demás? (desde uno que actúa como lámpara, mesa, perchero, coche,...) hasta que llega a la oficina y vemos cual es en realidad su propio empleo. Yo reconozco que a mi se me escapó un "¡hostia!".
Una crítica mordaz, en acuarela, al mundo del empleo, en el que estamos en una cadena, muchas veces dependiendo de otros, sin saber muy bien de quien, en el que vamos a producir, porque necesitamos dinerito, pero a trabajos que no nos llenan, que nos amargan, y dónde al final, no queda muy claro, si vivimos para trabajar o trabajamos para vivir.
Reitero mi primera frase, me ha gustado mucho (quizás sea el cansancio, conste)

Víctimas de un sistema capitalista esclavizante, los seres humanos casi nos hemos convertido en operarios sin alma, seres desechables u objetos útiles que pueden romperse y perderlo todo. Al igual que Chaplin denunciaba en 'Tiempos modernos', la mercantilización del trabajo no nos ha hecho más felices, ni siquiera mejores personas, porque no trabajamos en nosotros. Trabajamos para empresas que acaban deshumanizándonos o convirtiéndonos en un mote gracioso, o el pesado de turno. De todo esto trata 'El empleo', un cortometraje que no necesita utilizar ni una palabra para transmitir perfectamente su mensaje. Una crítica mordaz a la sociedad actual en la que todos somos la carnaza de todos, sólo el tiempo dictará que estemos más arriba o más abajo en la escala.
En este breve corto, vemos como nuestro protagonista se prepara para ir al trabajo un día más, con la excepción de que los muebles, los taxis o demás elementos arquitectónicos están compuestos por otros seres humanos que ya han perdido su alma. Vendida al mejor postor dejándolos como meras cáscaras de lo que habían sido. Casi parece una distopía, pero lo peor es que todos sabemos que suena casi a la realidad misma.

PD: No lo veáis antes de ir a trabajar porque os golpeará una crisis existencial de órdago.

Abajo el trabajo :(
Pues eso, vivir para ser productivo (para el sistema), trabajar para comer, servir a los demás y que la rueda siga girando para hacernos creer que todo está bien, que somos clase media y unos privilegiados.
Me ha encantado. Supercortito, directo y sencillo, que lo dice todo sin decir nada. Lo mejor y peor, los ojitos y las caritas de todos, agotados, me han llegado dentro.

El empleo es un cortometraje animado y mudo del argentino Santiago Bou Grasso en el que encuentro dos posibles lecturas.
La primera sería un reflejo de que los trabajos poco satisfactorios, en los que uno no se siente realizado, los que se realizan mecánicamente, los que aburren soberanamente, los que no nos ayudan a crecer como personas, etc... dan lugar a existencias grises, rutinarias, patéticas, vacías. La única cara sonriente que vemos es también lo primero que vemos: la del muñequito cuyos brazos actúan de manecillas del reloj-despertador de nuestro protagonista. Todos los demás rostros reflejan cansancio y hastío, también soledad. El diseño del protagonista, con esa cabeza alargada que es continuación del resto del cuerpo, sin un cuello definido, nos recuerda a una lombriz o una babosa, reforzando así los conceptos antes citados. Parece que este frente resulta verdaderamente desolador y amargo.
Por esa razón, para quitarme algo de esa sensación, voy a pensarlo de otra manera. Para que podamos realizar cualquier acción cotidiana, hasta la más pasiva que se nos pueda ocurrir como simplemente estar sentado, ha hecho falta antes el trabajo de mucha gente, y eso debería ser de valorar y agradecer más a menudo de lo que lo hacemos.
Muy recomendable.
Como curiosidad, existe una versión en acción real que se puede ver también en YouTube, y que pierde bastante, sobre todo debido a que el sonido está plagado de wild tracks cantosos en los que se nota el cambio de ambiente entre unos y otros, pero también porque tras los créditos finales meten con calzador un making off a cámara rápida mientras suena Judy is a punk de los Ramones que encima acaba con risas, arruinando cualquier intención que pudiera tener el corto en sí.

"El empleo" es un cortometraje animado y mudo del director Santiago Bou Grasso realizado en 2008 que nos vuela un poco la cabeza. Con escasos 7 minutos nos muestra la rutina diaria de un hombre en su camino al trabajo y lo equivocados que podemos estar en nuestras percepciones de la sociedad y del trabajo. Las personas se convierten en objetos al servicio de otras personas. Las reflexiones que podemos sacar son muchas y ninguna buena.

Corto de animación con sello argentino, donde con solo unas imágenes y algún que otro ruido, trasmite al espectador todo. Tenemos a un señor que hace su rutina diaria para ir al trabajo y nos vamos haciendo una idea de quien es a lo largo de los 6 min que dura el corto, hasta que llega al final y todo lo que pensamos que nos descuadra.
El corto lo que nos viene a decir es, como nos usamos los unos a los otros con total normalidad y sin ningun pudor, como una rutina del día a día, todos estamos al servicio del capitalismo, deshumanizándonos y cada vez mas zombies, volviéndonos hipócritas.

Este corto nos lanza una crítica brutal al sistema, igual es la primera vez que un argentino dice tanto sin utilizar ni una sola palabra.
En un mundo sepia y absolutamente anodino nuestro protagonista se despierta con ese tono de alarma que todos odiamos y se prepara ir para trabajar. En ese tramo desde que despierta hasta llegar al curro, el corto nos enseña un montón de personas explotadas en trabajos tan precarios como hacer de lámpara, de mesa o incluso de silla, mostrándonos la deshumanización a la que nos condena este terrible sistema; lo que no sabemos, hasta el final, es que nuestro protagonista no es el jefe opresor, nuestro hombre es el felpudo del jefe, Toma metáfora!!!
Menos mal que si te quedas hasta el final asistirás a la revolución del hombre lámpara y al menos te quedará un rayo de esperanza!!!
Buenísimo, totalmente recomendable, super actual a pesar de los años, y lo que te rondaré ...

Corto que deja muy claro el mensaje que quiere transmitir sin ninguna palabra o frase.

A medida que lo iba viendo me venían dos caminos a la cabeza. Por un lado tenía la rutina diaria, el aborrecimiento, la falta de motivación, el automatismo...mientras que por otro lado trabajos sin sentido, fútiles, vamos unos trabajos de mierda. Y el autor consigue llevarlos al extremo.

Además otra idea iba circulando en mi mente. Perfecto, son trabajos sin sentido, que te pueden no apasionar, que no tienen sentido de autorrealización, pero a la hora de la verdad un trabajo es un trabajo, un medio para ganar dinero para poder vivir (de las condiciones ya hablamos en otro momento), y por mucho que te guste lo que haces, sigue siendo un trabajo, no hay que olvidarlo. Lo que haces por pasión, por diversión se llama hobby.

Por último, al igual que en el corto, resaltar la escala social, es tremendo cómo lo expone. Aunque es cierto que seguramente haya trabajos de una escala social más baja mejores que en otra alta, por lo menos con lo que se muestra aquí, yo lo pienso.

Supongo que este corto no pasa desapercibido para mucha gente. Sencillo y con mensaje claro. Haciendo ver lo absorbidos que vivimos, la mayoría, en una rutina en la que a veces ni somos conscientes que estamos.

A nivel personal, este tipo de cortos son los que realmente me hacen replantearme el sentido de la vida jajaja.

Lo recomiendo, es básico, pero necesario para "despertar" y la duración es un punto a favor.

Como metáfora resulta obvia en exceso y no deja lugar a segundas lecturas, pero la ejecución es soberbia. Golpe de realidad sobre el capitalismo y la cultura del trabajo y sobre cómo el sistema nos usa a la vez que nosotros usamos a otros en nuestro beneficio. La cadena de la objetificación laboral representada en un corto de animación que sorprende e impacta, abriéndonos los ojos ante la normalización de una realidad que es bastante dura pero a la que ya estamos totalmente acostumbrados. Somos eslabones de esa cadena de la que no podemos escapar, y al final acabamos siendo meras piezas de la maquinaria.
Deja mal cuerpo incluso, pero es altamente recomendable.