LA PEOR ALGO CON IMÁGENES QUE VERÁS EN TU VIDA. El video que graba tu hijo de 2 años con tu móvil desenfocando a la nada, es mejor que esto.
A veces me pregunto, ¿qué necesidad tengo yo de infligirme este dolor? Por qué si señores esta película (por llamarlo de alguna manera) es eso, dolor de ojos de lo mala que es. No es ni serie B, ni Z con "Shark Exorcist" han dado varias vueltas al abecedario y aun así sería difícil ponerla en alguna categoría. Es una película casera en toda regla, es que ni en los pases de los largometrajes de fin de carrera de los estudiantes de cine se ve algo así. Ni hay guión, ni argumento, ni actuación, ni fotografía, ni música, el sonido es pésimo, puestos a LSD los diálogos hubieran sido mejores, los efectos especiales (pestañeo, pestañeo), el montaje no saben lo que es, Trípode no pudieron comprar. Así que decidieron poner al enanito tiritón a grabar, por lo que tienes la sensación de estar flotando en el mar debido a que la imagen se mueve como una ola que decía Rocío Jurado.
Hay muchos personajes, interpretando muchos papeles diferentes, los mismos papeles que no significan nada. Víctimas a cuyas novias no parece importarles (probablemente porque son malos actores), una especie de periodista con pinta de rebelde que corretea a su novio gordo y obsesionado con la cámara con la que te dieron a rodar tus primeras películas a los 6 años para intentar convencerle de que los tiburones que atacan están poseídos por el diablo (no te preocupes, yo tampoco entendí muy bien cómo llegamos a eso), un montón de novias góticas haciendo un ritual en un cementerio, una monja (atención al traje) que mató a una chica (al parecer es la que invoca al diablo en un tiburón), un cura que conoce a una tía buena, tíos que ligan con las heroínas. . ¿pero qué pasa?
El presupuesto debió ser tan escaso que solo les dio para comprar el traje de monja en una tienda de disfraces y dientes que en este filme hay para ellos, ellas y el tiburón (ja, ja, ja) .
Y cuando no tienes presupuesto intentas compensarlo con cosas. Y así ponemos a las actrices en traje de baño sin motivo alguno, cuando ni siquiera estamos en la playa, sólo en una ciudad costera, incluso para tomar el sol (a la sombra) en un parque herboso a tiro de piedra del lago. Añades a esta historia de tiburones (aunque no lo creas es una película de tiburones, aunque esté sale poco) una especie de extraño ritual satánico, en el que la víctima del demonio vomita profusamente sobre su exorcista, durante el cual el famoso tiburón aparece en el cielo (¡!). Y todo ello ambientado con una banda sonora minimalista que no tiene nada que ver con lo que está pasando.
Lo más interesante se resume en 10 minutos, el resto es relleno por lo que hubiera sido mejor dejarlo en corto. Lo mejor de esta película es su carátula. Cualquier película mala sobre tiburones, merecería un Oscar al lado de esto. La sinopsis tendría que haber sido "Pero ¿esto qué es? Con un tiburón" Fin.
No hay nada que entender en todo este batiburrillo, porque no tiene ningún sentido. Yo no lo entiendo, tú no lo entiendes, nosotros no lo entendemos. Y Donald Farmer tampoco entiende que ha hecho.
Porque no me dejan valorarla con - 10, puesto que lo haría encantada.