Solo hay una cosa peor que no tener aire acondicionado en verano y es tenerlo, no poder utilizarlo y pasarte las horas mirándolo mientras esperas a que el cosmos lo encienda por arte de magia. Eso es precisamente la premisa sobre la que se cimenta 'Summer Time Machine Blues', una disparatada comedia japonesa en la que siete amigos, todos ellos pertenecientes a un club de ciencia ficción en el que se hace de todo menos hablar de ciencia ficción, se verán envueltos en un desafortunado accidente que acabará inutilizando el mando a distancia del aire acondicionado. Al misterio de por qué el fabricante no puso un botón de encendido en el propio aparato se sumará la aparición de una máquina del tiempo que nuestros protagonistas, como es de imaginar, utilizarán para evitar una de las mayores catástrofes en la historia del mundo. ¿La Segunda Guerra Mundial? No, la destrucción de ese desdichado mando a distancia que les ha sumido a todos en los infiernos del agobiante verano nipón.

La película, basada en una obra de teatro del mismo nombre, utiliza el cachondeo inherente a su propia propuesta y nos adentra en una alocada espiral de momentos absurdos, situaciones surrealistas y paradojas temporales que, eso sí, están tratadas con un rigor realmente envidiable. Este rigor hará que nuestros protagonistas, los cuales se ven atrapados en la llamada paradoja ontológica (o de la predestinación), deban asegurarse de que el pasado ocurre tal y como siempre estuvo escrito para impedir que sus existencias, así como la del propio tejido del espacio-tiempo, comiencen a desmoronarse. Complicada tarea para unos personajes que apenas parecen sumar dos neuronas entre todos, pero cuya resolución les hará crecer como personas, entender el verdadero peso de sus decisiones y aprender a dar a las pequeñas cosas (mando a distancia incluido) la importancia que merecen. Quizás le sobre algo de metraje, pero, en cualquier caso, 'Summer Time Machine Blues' se sitúa como una simpática y recomendable opción para todos aquellos que quieran algo de ciencia ficción ligera, con un toque freak y mucha, mucha guasa.