La señal tiene una fotografía muy bella y, sobre todo, a veces magníficas escenas de cámara lenta muy estéticas que contribuyen realmente a la atmósfera de esta película. Además, si tuviera algo que destacar de esta película, sería precisamente la atmósfera. El universo en el que nos sumerge La señal es realmente agradable y creo que se nota el entusiasmo y la sinceridad de William Eubank para revelárnoslo. De vez en cuando hay verdaderas audacias visuales. Desde el punto de vista técnico visual no hay nada de que quejarse, no obstante, desde el punto de vista técnico narrativo encuentro que la película adolece a veces de pequeños detalles que, desgraciadamente, obstaculizan que el espectador se meta de lleno en el largometraje. La historia no tiene ni pies ni cabeza. En primer lugar, está el problema de la introducción que, en mi opinión, es totalmente irrelevante. Todo este tiempo centrado en el mundo de los hackers, en la relación entre el héroe y su novia, para que al final no se explote en absoluto porque el tema está en otra parte, me parece una verdadera lástima. Lo peor es que creo entender el planteamiento de William Eubank. Pensó que si quería dar carne a sus personajes y hacer que empatizáramos con ellos, tenía que preparar el terreno, salirse de los tópicos habituales y poner resortes emocionales lo suficientemente sólidos como para que al público le importara de verdad su destino. El problema es que no prepara en absoluto para lo que va a venir después. El otro problema es que muchos de los puntos de la trama no se explican con suficiente claridad. Las pocas buenas ideas, sobre todo en el tratamiento del pánico de los jóvenes actores, no consiguen dar lugar a escenas o reflexiones interesantes en esta vorágine de guión, acentuando la sensación de desperdicio de este largometraje tan torpe.

Al principio es una road movie con tres jóvenes yendo a descubrir a un hacker que les está tocando las narices. Para mí esto ya era interesante y no me habría importado que siguiera por ese camino, pero no, no iba por ahí la cosa, venía algo muy diferente.

La idea es interesante e intrigante, pero se le ve el plumero demasiado pronto. Confieso que no había caído en lo de ***contenido con spoilers*** , pero lo demás estaba muy claro. El problema es que aunque es medio curiosilla, hace aguas por todas partes, tiene cosas muy inconsistentes o demasiado convenientes. Es decir, que vaya ***contenido con spoilers*** , ya de por sí me resulta bastante difícil de creer, pero que ***contenido con spoilers*** ... Mira, si eso no le funciona a Drax, a estos tampoco. O que en el ascensor ***contenido con spoilers*** , muy conveniente. Tampoco entiendo ***contenido con spoilers*** . Supongo que tenemos que dar por hecho algo como que ***contenido con spoilers*** , o qué sé yo, pero flojea bastante.

Los efectos tampoco son los mejores del mundo, en algunos momentos ***contenido con spoilers*** pueden resultar medio creíbles, sólo medio, pero ***contenido con spoilers*** ni de broma, prácticamente se le ven los guantes.

En general es un sí pero no, tiene cosillas interesantes, se deja ver, pero tiene muchos fallos, es bastante irregular y no termina de explotar más que como película entretenida para echar un rato y olvidarla en cuanto llegan los créditos.

Segundo largometraje como director de William Eubank y segundo fumadón que se ha marcado el amigo. Este hombre no para. Si en su debut cinematográfico, 'Love', Eubank ya fundió los plomos de más de un cerebro con su críptico y ambiguo desarrollo argumental, en 'The Signal' vuelve a hacer lo propio aunque, eso sí, cambiando la temática de la soledad espacial por aspectos algo más cercanos como los de la identidad, la percepción de la realidad o la naturaleza de la propia existencia. Quienes acabarán en medio de semejante berenjenal filosófico serán Nic, Haley y Jonah, tres estudiantes que están siguiendo la pista de un hacker y que, tras haber localizado su supuesto escondite, se ven envueltos en una situación que cambiará totalmente tanto sus vidas como el propio devenir de la película. Una vez pasado ese punto, 'The Signal' se convertirá en un juego mental constante donde la inquietud, la tensión y el miedo irán en aumento al tiempo que los giros de guion mantienen un halo de misterio cada vez más denso y confuso.

Ahora bien, tanto giro también puede acabar lastrando bastante el desarrollo de cualquier película y, de hecho, es algo que en 'The Signal' es especialmente significativo. De road movie pasamos a thriller psicológico, luego a ciencia ficción con toques de terror y finalmente a cine de acción al más puro estilo Michael Bay, con cosas explotando muy fuertemente pero a cámara muy lenta. Este vaivén de géneros no sería tan desconcertante si al menos hubiera cierta coherencia interna entre la presentación y el desenlace, pero en lugar de eso encontramos un puzzle donde el bueno de Eubank nos ha quitado algunas piezas, nos ha metido otras de otros puzzles —se aprecian elementos de 'THX 1138', 'Dark City' o 'Matrix'— y nos ha dejado solos ante el peligro para que lo resolvamos. Y, como dice el prota en cierto momento de la película, "Esto no tiene sentido".

Aun con todo, su cuidada puesta en escena y su buen manejo del suspense hacen que, al menos, sea una experiencia curiosa para todos aquellos fans de la ciencia ficción más fundecerebros. Aunque sea solo para quedarnos mirando las piezas del puzzle durante hora y media.

La señal es una película de ciencia ficción 100%, y claro en este género desgraciadamente hay cada vez menos capacidad de sorprender al espectador y es lo que le ocurre a esta película pero eso no le quita en su historia muchas dosis de intriga, que sea interesante y mantiene pegado a la pantalla al espectador hasta el final.

No hay grandes efectos especiales, es una película muy austera, pero si consiguen lo que pretenden, esa tensión de ¿qué está sucediendo?. Al principio de la película parece una película mala de quinceañeros pero luego toma un giro notable más oscuro, con muchas incógnitas que algunas se irán resolviendo y otras quedarán en el aire.

La película consigue una buena atmósfera de incertidumbre y las interpretaciones sobre todo de Laurence Fishburne interpretando al doctor Wallace Damon y Brenton Thwaites interpretando a Nic Eastman hacen una gran simbiosis entre ellos sobre todo en ese duelo intelectual que mantienen en la ficción.

En general el desarrollo de la historia es notable pero el final te deja un poco raro, no te decepciona pero si que es como si faltara algo, ese cóctel de extraterrestres, Area 51 y tecnología alienígena no la saben cerrar de forma más contundente, se queda como muy abierto a interpretaciones.

Si eres amante de la ciencia ficción no será de las mejores películas que has visto pero seguramente que no te decepcione.